OSSE, LA ULTIMA CAJA

Por Pablo Aceto 7:49 (hace 13 horas) El proceso militar deja inauguradas políticas neoliberales que a 38 años siguen rigiendo en nuestra economía. Martínez de Hoz, en la búsqueda de generar superávit fiscal para el pago de deuda externa, traspasó a los distritos provinciales la ejecución de servicios sin las partidas de dinero; esta forma de sacarse el gasto de encima sirvió para ajustar la economía de las provincias que por supuesto están fuera de su jurisdicción administrativa. Este ha sido un eficiente método de intervenir en los recursos de otros distritos, de los cuales se sirvieron financiando las actividades que le hubieran correspondido a la Nación. De esta forma hoy la Nación tiene un Ministerio de Educación, pero no tiene escuelas a su cargo, la Nación tiene Ministerio de Salud, pero no tiene hospitales a su cargo, etc. Esta metodología de ajuste luego de pasado el Proceso Militar, sin retroceder nunca, llegó a su máxima manifestación con el plan de Responsabilidad Fiscal de Carlos Menem convirtiendo a las Provincias y sus Municipios en económicamente inviables y dependientes del poder central; de esta forma hemos sido testigos del empobrecimiento generalizado de los Estados Provinciales y cómo sus reparticiones públicas sometidas a la precariedad cada vez más profunda, donde se destaca al servicio de Salud, Educación, Justicia en franca decadencia. El Gobernador Scioli, muy lejos de reclamar al poder Nacional los recursos de la Provincia, prefirió no confrontar para defender los intereses de los bonaerenses. En este punto el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires se encuentra en la encrucijada, ¿Cómo administrar los insuficientes fondos de una manera eficiente para su proyección política?, ya que arreglando las escuelas, o comprando insumos hospitalarios o cargar nafta a los patrulleros o simplemente lograr el funcionamiento diario del Estado y sus servicios,  ninguna de estas cuestiones cotidianas sirven para proyectarse políticamente, y entonces decide utilizar los pocos recursos en temas más mediáticos, es por eso que Mar del Plata tiene un Museo de Arte Contemporáneo, recitales gratuitos en las temporadas veraniegas y un sinfín de actividades mediáticas financiadas con las pobres arcas provinciales, pero, el 40% de las escuelas de nuestra ciudad no funcionan por falta de inversión, la salud pública, la seguridad y el resto de las reparticiones siguen el mismo camino, lo que no es mediático no se hace. El escándalo del paupérrimo e inexcusable estado edilicio de las Escuelas del Partido de Gral. Pueyrredón, por falta de inversión del Estado llevó a Scioli a la lógica liberal del Proceso Militar transfiriendo la responsabilidad que le corresponde a otros, y en eso la complicidad del pultismo le resultó funcional. Si bien le es imposible disponer de los fondos de OSSE Mar del Plata – Batán,  le transfiere la responsabilidad de hacer las obras de infraestructura por 25millones de pesos, que le corresponde a la Provincia y de esta forma Scioli se ahorra ese gasto, 25 millones más para su política electoralista. Claramente se quiere recurrir a OSSE Mar del Plata – Batán, como una caja más, una fuente de recursos que en lo inmediato cubra el déficit que el malgasto y el desgobierno llevaron a los servicios, en este caso el de Educación a un nivel de calamidad propia de una catástrofe, comprometiendo de esta forma a OSSE Mar del Plata – Batán en sus finanzas. Cuidar a OSSE Mar del Plata – Batán es de un valor estratégico fundamental, depende de eso la sustentabilidad de la ciudad, su status ha permitido la provisión de agua y servicios sanitarios fundamentales. Nuestro distrito no cuenta con ríos o grandes espejos de agua, solo cuenta con su acuífero, del cual no hay un profundo conocimiento y se prevé la necesidad de hacer grandes inversiones para sostener su servicio de provisión de agua y por otra parte tendrá la exigencia por servicios sanitarios que aumenta en forma proporcional con el aumento de población. Si bien OSSE Mar del Plata – Batán luce superávit en sus cuentas, claramente no son suficientes para enfrentar los desafíos futuros, nuevos pozos, cloacas, compromisos con organismos internacionales de crédito, etc. OSSE Mar del Plata – Batán no es una empresa más, de su funcionamiento depende la ciudad misma, y su integridad económica no puede ponerse en juego para cubrir la legión de ñoquis y políticas electoralistas del oficialismo nacional, provincial y municipal.