Según la Procuración bonaerense, en 2013 una persona fue asesinada por día durante un asalto en la provincia. Quilmes (12,75 con 170 asesinatos) y Mar del Plata (12,57 con 91 crímenes).
En Buenos Aires muere por lo menos una persona cada día por la violencia del delito. La Procuración General bonaerense concluyó así un estudio especial que se realizó por primera vez sobre homicidios dolosos cometidos en 2013 y se determinó que en 371 casos las víctimas fueron asesinadas durante robos, ajustes de cuentas o para ocultar otro crimen, según publicó el diario La Nación.
En ese año, hubo un total de 1432 víctimas y las mayores tasas de homicidios se registraron en los departamentos judiciales de Quilmes (12,75 con 170 asesinatos) y Mar del Plata (12,57 con 91 crímenes). Éstas son cifras intermedias de violencia criminal si se las compara con la tasa de 22 alcanzada por Rosario.
En cuanto a los registros más bajos, se ubicaron en los departamentos judiciales de Trenque Lauquen (2,88 con 7 homicidios) y Bahía Blanca (3,35 con 21 víctimas). La tasa final de homicidios dolosos para la provincia de Buenos Aires se fijó en 9,16 cada 100.000 habitantes.
Este informe de la Procuración de Buenos Aires se acerca a una radiografía más real sobre los crímenes ocurridos en esa provincia, ya que por primera vez se observó cada investigación en curso, sin tomarse en cuenta sólo la calificación con la que fue abierto el expediente. Es que los datos anteriores sólo reflejaron el inicio de una causa y, en esta ocasión, se sumó la continuidad del caso. Por ejemplo, una muerte tras la agonía en un hospital no quedaba expuesta como homicidio al considerarse los datos de Instrucción Preliminar Penal (IPP).
Esa diferencia de metodología es expuesta en el documento de la Procuración para advertir que no puede compararse estos resultados con los registrados en informes que sólo consideran la IPP. De todas maneras, puede verse rápidamente que las estadísticas sustentadas con IPP deberían ser tomadas como un piso de eventos y no como un índice absoluto. Sucede que la nueva investigación de la Procuración detalló 216 homicidios en ocasión de robo, mientras que las IPP en ese mismo período señalaron nada más que 59 casos. Habrá que tomar nota, además, que en 211 casos no se pudo determinar aún la motivación del crimen y que dentro de los 502 homicidios consignados como sucedidos por conflictos interpersonales se agrupa a 49 muertes por violencia entre bandas.
En Buenos Aires muere por lo menos una persona cada día por la violencia del delito. La Procuración General bonaerense concluyó así un estudio especial que se realizó por primera vez sobre homicidios dolosos cometidos en 2013 y se determinó que en 371 casos las víctimas fueron asesinadas durante robos, ajustes de cuentas o para ocultar otro crimen, según publicó el diario La Nación.
En ese año, hubo un total de 1432 víctimas y las mayores tasas de homicidios se registraron en los departamentos judiciales de Quilmes (12,75 con 170 asesinatos) y Mar del Plata (12,57 con 91 crímenes). Éstas son cifras intermedias de violencia criminal si se las compara con la tasa de 22 alcanzada por Rosario.
En cuanto a los registros más bajos, se ubicaron en los departamentos judiciales de Trenque Lauquen (2,88 con 7 homicidios) y Bahía Blanca (3,35 con 21 víctimas). La tasa final de homicidios dolosos para la provincia de Buenos Aires se fijó en 9,16 cada 100.000 habitantes.
Este informe de la Procuración de Buenos Aires se acerca a una radiografía más real sobre los crímenes ocurridos en esa provincia, ya que por primera vez se observó cada investigación en curso, sin tomarse en cuenta sólo la calificación con la que fue abierto el expediente. Es que los datos anteriores sólo reflejaron el inicio de una causa y, en esta ocasión, se sumó la continuidad del caso. Por ejemplo, una muerte tras la agonía en un hospital no quedaba expuesta como homicidio al considerarse los datos de Instrucción Preliminar Penal (IPP).
Esa diferencia de metodología es expuesta en el documento de la Procuración para advertir que no puede compararse estos resultados con los registrados en informes que sólo consideran la IPP. De todas maneras, puede verse rápidamente que las estadísticas sustentadas con IPP deberían ser tomadas como un piso de eventos y no como un índice absoluto. Sucede que la nueva investigación de la Procuración detalló 216 homicidios en ocasión de robo, mientras que las IPP en ese mismo período señalaron nada más que 59 casos. Habrá que tomar nota, además, que en 211 casos no se pudo determinar aún la motivación del crimen y que dentro de los 502 homicidios consignados como sucedidos por conflictos interpersonales se agrupa a 49 muertes por violencia entre bandas.
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