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Luego de intensas negociaciones, se impuso el acuerdo entre Acción Marplatense y el Frente para la Victoria, que depositó a Ariel Ciano al frente del cuerpo deliberativo. El Frente Renovador se abstuvo.
El concejal de Acción Marplatense, Ariel Ciano, es el nuevo presidente del Concejo Deliberante. En una ajustada votación, se impuso la propuesta de A.M, acompañada solo por los concejales del Frente para la Victoria. El radicalismo y Agrupación Atlántica apostaron por la continuidad de Maiorano, mientras que el Frente Renovador se abstuvo.
Sin dudas, las negociaciones y el abrupto desenlace han dejado mucha tela para cortar. Pero lo cierto es que, tal lo veníamos anticipando, algunos bloques políticos no querían que Maiorano continuara al frente del Concejo, y finalmente, de la mano de un acuerdo de los más desprolijos que se han visto en el Concejo Deliberante, lograron su cometido.
Se dice por lo bajo que esos bloques (A.M y FpV) le solicitaron al radicalismo que proponga otro nombre, posibilidad desechada por los radicales que, respetando el famoso pacto no escrito, defendían su derecho de elegir un nombre sin condicionamientos. Frente a esta situación habría surgido la posibilidad de votar un candidato propio, al parecer las diferencias con Maiorano eran insalvables.
La abstención de los concejales del Frente Renovador no hace más que sumar intrigas a esta historia de enredos y desencuentros. ¿Por que el massismo no tomó una decisión? ¿Es posible no opinar, es decir abstenerse, en una elección de autoridades? ¿Cuales son los fundamentos de la abstención?.
Sin dudas, las negociaciones y el abrupto desenlace han dejado mucha tela para cortar. Pero lo cierto es que, tal lo veníamos anticipando, algunos bloques políticos no querían que Maiorano continuara al frente del Concejo, y finalmente, de la mano de un acuerdo de los más desprolijos que se han visto en el Concejo Deliberante, lograron su cometido.
Se dice por lo bajo que esos bloques (A.M y FpV) le solicitaron al radicalismo que proponga otro nombre, posibilidad desechada por los radicales que, respetando el famoso pacto no escrito, defendían su derecho de elegir un nombre sin condicionamientos. Frente a esta situación habría surgido la posibilidad de votar un candidato propio, al parecer las diferencias con Maiorano eran insalvables.
La abstención de los concejales del Frente Renovador no hace más que sumar intrigas a esta historia de enredos y desencuentros. ¿Por que el massismo no tomó una decisión? ¿Es posible no opinar, es decir abstenerse, en una elección de autoridades? ¿Cuales son los fundamentos de la abstención?.
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