martes, 26 de mayo de 2015

PARITARIAS

* Pablo Aceto
 
 
 
       Estamos viviendo momentos cruciales para los trabajadores bajo
convenio de trabajo. Es época de Paritarias y un gran debate se da en
las fábricas, oficinas, empresas, etc. ¿Las paritarias son realmente
libres como dice el Gobierno o los salarios son la variable de ajuste?
Está clarísimo que el Gobierno ha presionado y ha obtenido que los
grandes gremios que le responden como la UOM, UOCRA, UPCN y Comercio
firmen un aumento del 27% en dos cuotas. Este es el techo quel
gobierno nacional pretende imponer a los incrementos salariales de
este año. El problema es que este porcentaje no cubre el desfasaje por
inflación ocurrido en el último año que fue del 6,1%.  Ninguna
negociación seria puede ubicarse por debajo del 34%. Esto en una
Argentina donde el promedio de ingreso de los asalariados se ubica en
$6065. Estos niveles de ingresos deben ponerse en relación con un
monto de la canasta familiar que no baja de los $15.100 pesos. En Mar
del Plata el promedio salarial es de $4500, mucho menor que el
promedio nacional, agravando aún más la situación. La espiral
inflacionaria exige la reapertura de las negociaciones cada seis
meses.

 Hemos escuchado hasta el cansancio el cuento acerca de que aumentos
de salarios “irresponsables” generan más inflación. Este argumento
usado por el gobierno y las clases dominantes no es ninguna novedad,
es tan viejo como la lucha de los trabajadores por arrancar aumentos
salariales. Excede el objetivo de esta nota explicar el complejo
mecanismo y los múltiples factores que determinan las variaciones en
los precios. Pero podemos afirmar que la inflación la produce la
actual política económica orientada a la obtención  de rentas
extraordinarias con la explotación de los recursos naturales
(alimentos, energía, minería, etc.) guiados por los precios
internacionales y a la gran concentración,  monopolización  y
extranjerización de los principales insumos para la industria. La
corrupción y la poca inversión son ingredientes que aumentan los
factores inflacionarios.

 Los aumentos de precio van por ascensor y los salarios por la
escalera. Es mentira que existen “Paritarias Libres”. Hay Techo y es
por debajo de la inflación. Lo mismo que ocurrió en los últimos años
con los haberes jubilatorios, ajustados por debajo de la inflación. De
esta manera, el salario pasa a ser una variable de ajuste y se
transfiere riqueza desde los trabajadores hacia los grandes monopolios
y el Estado.

Cuando el gremio Mercantil acordó un 30% con la cámara, el Gobierno no
lo homologó y les privó a estos trabajadores de un mejor ingreso. Hoy
existen varios conflictos sindicales por este motivo siendo el de los
aceiteros de los puertos del Paraná el más emblemático. Teniendo a los
grandes exportadores de cereales y aceites como empleadores, ellos que
acumularon extraordinarias ganancias en todos estos años se niegan a
dar un incremento que lleve el salario mínimo de estos trabajadores a
$14.500. Los bancarios también resisten este apriete y extorsión del
Gobierno.

La CGT de Moyano y la CTA de Micheli  junto a los gremios del
Transporte convocaron a un nuevo Paro general para el 9 de junio y una
jornada nacional de lucha el día 8 de Junio con marchas a los
Ministerios de Trabajo. Los trabajadores resisten este ajuste y exigen
salarios acordes con la canasta familiar que hoy no baja de $15.000
para una familia tipo. No olvidemos además que encima se aplica el
llamado impuesto a las ganancias a los trabajadores, quitándoles lo
poco de aumento que se logre. El salario no es ganancia y se debe
eliminar este impuesto a los trabajadores.

        El ingreso mensual de los trabajadores es la clave para el desarrollo
del mercado interno; es la llave para lograr el bienestar social y la
felicidad de nuestro pueblo ¿Dónde quedó el relato de la distribución
de ingresos y de las paritarias libres? Ante la burla descarada del
gobierno el Paro Nacional más que un derecho es una obligación. Ahí
estaremos.

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