jueves, 2 de julio de 2015

MI JUICIO, LOS JUICIOS

* Por Dr. Gustavo Demarchi

Lo que sigue es un delirio, en términos darwinianos, es la persistencia en una falsa historia mantenida frente a fuertes evidencias contradictorias.-
Tiende a concretar la manipulación de las mentes mediante mutaciones del pasado instalando, en el relato, la falsabilidad.-
Incapaces de evitar el presente ruinoso que instalaron se empeñaron en cambiar el pasado, asentado ello en un remedo de un gobierno totalitario que ha remplazado “primero pienso, luego existo” por su banalización éxito o fracaso, razonamiento que lleva, inexorablemente, a la idea del pensamiento único como en el libro de George Orwel  “1984.-
Así, todos los argentinos quedamos en esa disyuntiva de amigo bajo el “contralor” del “Gran Hermano”, en este caso de Cristina que igual que en el libro de Orwel a su partido de “la Victoria” .-
Los hechos que conforman la historia de los acontecimientos que son traídos a conocimiento de los jueces se han contrariado.-
No se respeta la historia, que es conciencia de lo que importa. Así  la leyenda que cuentan por las acusaciones de los fiscales careció de reflejar la verdad de las conductas y adolece de rigor científico y/o jurídico, siendo incongruente en sus planteos.-
En definitiva los hechos, en su abrumadora mayoría, surgen de dichos derivados de caprichos o fanatismo ideológico no exentos de venganzas políticas derivadas de las derrotas sufridas por las organizaciones terroristas hoy desenmascaradamente instaladas en el  poder   kirchnerista para alimentar, a cualquier precio, los fuegos del presente bochornoso al que sirven - por disciplina, oportunista  o miedo- la mayoría de los operadores judiciales del fuero federal.-
Muchos de los jueces y testigos de cargo han sido mis colaboradores en la campaña para las elecciones en 1983. Son camaleones sociales y políticos, no les importa en lo más mínimo decir una cosa y haber hecho otra, si eso les permite ganarse la aprobación de la burocracia kirchnerista y los montoneros tardíos que integran ese gobierno.-
Simplemente viven con la discrepancia existente entre su rostro público y su realidad privada. Son como Zelig en el personaje de Woody Allen.- Este juicio como los denominados juicios de venganza se parangonan al relato de “El Proceso” de Franz Kafka, son un laberinto absurdo en el que deambulan los propios fiscales quien en sus piezas acusatorias afirman en sus piezas de cargos contradicciones como si fueran sumatorias de un  mismo concepto logrando, así, un complejo absurdo para reinventar el pasado e imponerlo como versión única de la historia.-
Es la reedición del método empleado durante el nazismo bajo el MINISTERIO DE  PROPAGANDA de Goebbels, similar a lo que en la ficción expuso George Orwell en “1984” y que llamó Ministerio de la Verdad  .-
En la Unión Soviética era común escuchar que en el futuro no habría grandes cambios, el problema es el pasado que esta cambiando constantemente!!!

                                              

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