ESTUDIANTES DE LA PLATA CON GARRA Y CORAZON FUE A BRASIL,VENCIO Y GANO LA COPA LIBERTADORES DE AMERICA

Estudiantes sacó a relucir su fuego sagrado mezcla de carácter, garra, corazón, amor propio y temperamento, con mucha inteligencia y pincelazos de solidaridad y sacrificio, todo lo cual se puede resumir en una sola palabra, mística, para consagrarse anoche campeón de la edición 2009 de la Copa Libertadores de América, que por cuarta vez levantó un equipo albirrojo.Llevado de la mano de su insigne capitán Juan Sebastián Verón, que tuvo el honor de levantar la misma Copa que alguna vez también ganó su padre, casi cuatro décadas atrás, Estudiantes le ganó anoche a Cruzeiro, en el propio Mineirao, por 2 a 1, luego de estar abajo 1-0, y llenó de felicidad a todo el pueblo pincharrata que, no bien el chileno Carlos Chandía pitó el final arrancaron con un festejo tan largo como emocionante.Gastón Fernández y Mauro Boselli, los dos atacantes del equipo, marcaron a los 6 y 27 minutos del segundo tiempo, luego de que Henrique, a los 6' había puesto en ventaja a los locales.Estudiantes, en el último esfuerzo, dio un ejemplo de cómo se debe jugar una final, haciendo trizas la ilusión del candidato Cruzeiro. Y le dio cierre así a un derrotero brillante de lo futbolístico que merecía algo así. Lo consiguió un grupo de jugadores mancomunados en el esfuerzo y decididos a pelear contra todo y contra todos.Estudiantes, con inteligencia y esfuerzo solidario, hizo muy bien los deberes. Primero no lo dejó hacer al Cruzeiro, a quien apretó bien en el medio, y después, aún a despecho de sumar poca gente en ataque (los laterales se dedicaron a cuidar su sector) generó muchas más posibilidades de gol que los locales.Para nada pesó en el equipo albirrojo los casi 65 mil espectadores que colmaron el Mineirao. Es más, rápidamente se saco de encima esa presión y se dedicó a realizar su tarea.La capacidad de su capitán Verón para marcar y generar juego, como el buen desplazamiento de Enzo Pérez por derecha fueron clave en el andar albirrojo, lo mismo que la capacidad de Gastón Fernández para aguantar la pelota y asistir luego con claridad.Como ocurrió a los 21 minutos, pero Boselli en muy buena posición pifió el remate y la pelota se fue afuera. Y sobre el final fue el propio Boselli el que probó desde lejos, pero el balón se perdió lejos del arco.Con problemas, por culpa de Estudiantes, para tener la pelota, Cruzeiro no pudo generar juego claro de mitad de cancha hacia adelante. Y la única llegada clara la gestó a los 24' cuando Wagner asistió en profundidad a Wellington Paulista, pero Andújar cortó con rapidez abajo y contuvo.El primer tiempo, desde lo futbolístico, fue tan solo discreto. Estudiantes realizó con inteligencia su tarea y, con ello, hizo que el Cruzeiro no estuviera cómodo en el juego. Tan es así que tuvo que apelar al centro para intentar alguna aproximación, y las veces que desbordó chocó con certeros cierres de los defensores albirrojos, en donde Cellay estuvo infranqueable en el primer tiempo.En el complemento el partido sufriría un vuelco rotundo. Estudiantes debió primero sufrir para después gozar. Sacó de adentro toda su rotunda personalidad y tremendo carácter para capear el temporal que significó el gol de Henrique, y después, reacomodándose a las circunstancias, lo empató a través de Gastón Fernández y después aseguró el triunfo con un cabezazo estupendo de Mauro Boselli con pique al suelo.Y después le tiró al Cruzeiro su notable capacidad de equipo para cortarle todos los caminos hacia Andújar y con una admirable paciencia y mucho sacrificio y actitud terminó por construir una verdadera hazaña.El gol de Henrique, a los 6', con un remate largo que se desvió en Desábato y se le metió a Andújar contra su palo derecho, fue como un balde de agua fría. Pero fue entonces que asomó ese fuego sagrado que tiene Estudiantes y al que había hecho especial referencia horas antes el técnico Alejandro Sabella.Seis minutos después de ese golpe, Verón abrió una pelota para la trepada de Cellay por derecha. El lateral metió un centro envenenado al área chica, no llegó Boselli pero sí detrás suyo apareció la Gata para poner la pierna derecha y meterla adentro.Cruzeiro sintió el impacto. Su técnico, desesperadamente, buscó respuestas en el banco, y andaba en la búsqueda de reencontrarse con su juego y una mayor profundidad cuando Verón, a los 27', mandó un córner desde la derecha y Boselli, con un cabezazo que picó y se le metió a Fabio contra su palo izquierdo, abrió definitivamente la puerta para que Estudiantes levantara la Copa, después de 38 años.Después, con la misma capacidad individual y colectiva que desparramó en su largo derrotero por el torneo, con mucho carácter y una tremenda actitud, garra y corazón, alentado por los 4.000 hinchas que lo alentaron hasta enronquecer desde la tribuna, le puso cerrojo a las intentonas de los brasileños y se quedó con esta, la edición 50 de la Libertadores. Y por cuarta vez. A lo campeón. Y sin dejar duda alguna. Esos jugadores, ahora y por mérito propio, tendrán su foto en el Country junto a los siempre recordados equipos campeones del '68, 69 y 70.