Cristina informó que derogó el DNU del Fondo del Bicentenario, pero ratificó el uso de reservas ante el Congreso
Firmó un decreto simple por el que se usarán US$ 4000 millones para pagar deuda; apuntó a la oposición por haber "judicializado" el tema; además, pidió a la dirigencia "despojarse de ambiciones" y contrapuso a lo largo de todo su discurso "el mundo real" con "el mundo mediático"; reforzó el reclamo por Malvinas con nuevas críticas a Gran Bretañ
Cristina Kirchner anunció ante la Asamblea Legislativa la derogación del decreto de necesidad y urgencia por el que había ordenado crear el Fondo del Bicentenario, que desató una fuerte crisis institucional por el uso de reservas del Banco Central para pagar deuda pública y que derivo en la salida de Martín Redrado de la presidencia de la entidad monetaria. No obstante, en el mismo acto, ratificó que usará fondos del BCRA para cancelar esos pasivos.
Lo hizo después de atacar directamente a la oposición por haber "judicializado" aquella crisis con sus planteos en contra del DNU.
"He derogado el decreto 2010 del Fondo del Bicentenario porque el grado de judicializacion alcanzado había desnaturalizado absolutamente facultades que son propias de los poderes Legislativo y Ejecutivo", exclamó la Presidenta. El auditorio estalló en un aplauso.
No obstante, enseguida, anunció la firma de un nuevo decreto, no de necesidad y urgencia sino simple, por el que se tomarán reservas para cancelar la deuda que vence este año y se creará una comisión legislativa de control. "También hemos afectado 4187 millones de dólares de las reservas, conformando una comisión bicameral integrada por ocho senadores y ocho dipiputados, para que sigan, vigilen y controlen cada uno de los pagos que se efectivizan con esas reservas", explicó.
Un peso menos
La decisión comunicada por la Presidenta ante la Asamblea Legislativa libró a la Casa Rosada de un importante dolor de cabeza. En contra de lo que se esperaba, y que habían hecho trascender voceros oficiales, no hubo alusiones a la posibilidad de que el pago de la deuda con reservas se resuelva a través de una ley.
Con la derogación del DNU, el Gobierno se ahorró una casi segura derrota en el Congreso donde, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, el kirchnerismo estaba numéricamente complicado para lograr la ratificación del decreto.
Antes, Cristina Kirchner había sido aún más directa en sus críticas a la oposición. "Nunca que perdí una votación fui a ver a un juez o a demandar a la Justicia para que me diera los votos que no pude conseguir en este recinto. Creo en serio en la división de poderes", lanzó.
Antes de la alusión al controvertido DNU 2010/09, la Presidenta había hecho una enérgica defensa del uso de reservas del BCRA para pagar deuda, en medio de nuevas críticas a los sectores enfrentados con el Gobierno. "Desde el anuncio del Fondo del Bicentenario redujimos el riesgo país. Estábamos en camino de perforar los 500 [puntos básicos] cuando se produjo la judicialización de la política, algo que debe ser definitivamente evitado", afirmó.
Dos países. La distinción entre "el país real" y el "país virtual y mediático" fue el leit motiv del discurso de Cristina Kirchner ante la Asamblea Legislativa con el que dejó abierto el 128º período de sesiones ordinarias del Congreso.
A partir de esa dicotomía, la Presidenta criticó reiteradamente a los medios, cuestionó a la oposición, pidió jueces independientes y reforzó el reclamo por las Islas Malvinas.
Además, destacó la gestión de su gobierno para enfrentar la crisis económca global, la marcha de la economía en general y las políticas en materia social, educativa, energética, de subsidios, ciencia y salud.
La economía ocupó buena parte del inicio del discurso. Además de aludir en detalle a las medidas que, según ella, le permitieron a la Argentina sortear la debacle internacional, defendió la intervención del Estado en la economía: "Eso nos permitió sobrevivir a 2009 y enfrentar con muy buenas expectativas este 2010", aseguró.
Es la primera vez que Cristina Kirchner inaugura las sesiones ordinarias ante un Congreso en el que el oficialismo no es mayoría.
"Quiero aclararles que voy a hablar del país real, del país que me toca administrar. En los ultimos tiempos han surgido dos países: un país real que ha permitido que se batan récords como hacía años no ocurría, y otro pais, que deonomino virtual o mediático, en el cual suceden cosas horribles, donde todo esta mal", comenzó la jefa del Estado.
Poco después, se dirigió, aunque elípticamente, a la oposición. Fue después de que sus palabras fueran interrumpidas por primera vez con un aplauso. "No necesito aplausos. Necesito cooperación. La Patria, no Cristina, como acostumbran a llamarme los diarios, necesita que todos los homrbes nos despojemos por un minuto de nuestras ambiciones", aseguró.
Y continuó: "Esas ambiciones son legítimas. Todos los que están sentados acá quieren ser todo, pero por un momento, despojarnos de esas ambiciones para ver el pais real", pidió.
Cuando promediaba su mensaje, volvió sobre el reclamo de soberanía de las Islas Malvinas. "Vamos a seguir en la línea de la diplomacia, en la de seguir condenando la rémora colonial que significa que Gran Bretaña quiera tener soberanía a 14.000 kilómetros de distancia. No les da ni por la geografía ni por la historia, ni por el derecho", exclamó en obvia alusión a la extracción de petróleo que el Reino Unido decidió de manera unilateral y ya inició en las aguas que circundan las islas.
En otro tramo del discurso, arremetió contra el campo en medio de elogios al funcionamiento de la Oficina de Control Comercial Agropecuario (Oncca), uno de los ejes de los reclamos del sector.
"La Argentina virtual dijo que íbamos a tener que importar carne y trigo", lazó, una vez más apelando a la figura que continuamente contrapuso a la de "Argentina real".
Apretón y nervios. Cristina Kirchner llegó al Congreso a las 11.10 junto al ex presidente y diputado nacional Néstor Kirchner. Después de saludar a los militantes que se manifiestan frente al Palacio desde la explanada, ingresó en el edificio, donde fue recibida por el vicepresidente y titular del Senado, Julio Cobos. Se saludaron con un tibio apretón de manos, algo distante. Cobos sonrió nervioso.
Cuando ingresó en el recinto, Cristina Kirchner fue sorprendida por una copiosa lluvia de papelitos, que caían desde los palcos. En el mismo momento, los militantes allí apostados comenzaron a entonar la marcha peronista. Sólo cuando terminaron, la Presidenta empezó su discurso.
La ceremonia, que presidió Cobos, había comenzado unos minutos antes con un minuto de silencio por las víctimas del terremoto que azotó a Chile el sábado pasado.
Luego, el mensaje de Cristina Kirchner comenzó con el anunció de que el Gobierno enviará ayuda a Chile en las próximas horas . La Presidenta dijo que se harán llegar al país vecino "alimentos, agua y energía".
Durante el discurso, en la Plaza del Congreso se manifestaron militantes convocados por la Central de Movimientos Populares (CMP), que encabeza el piquetero oficialista Luis D´Elía, y el movimiento Frente Transversal, que dirige el ex diputado kirchnerista Edgardo Depetri.
Los alrededores del Congreso permanecen vallados y el tránsito está restringido en el cruce de las calles Bartolomé Mitre y Riobamba y Bartolomé Mitre y Rodríguez Peña y en la esquina de Rivadavia y Callao.
En el recinto estuvo el gabinete nacional en pleno y los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli, y de Santa Fe, Hermes Binner, entre otros. En los palcos se vio a la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y a la de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Ausentes. Tal como había anunciado hasta ayer, la diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió no participa de la ceremonia. "Es un error avalar la inauguración de sesiones que después [Néstor] Kirchner va a boicotear", había planteado. La misma postura adoptó la senadora por la CC María Eugenia Estenssoro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario