miércoles, 10 de noviembre de 2010

SINDICAN AL PERIODISTA REINALDO BANDINI DE SER ENLACE ENTRE CLARIN Y EL EJERCITO EN LA CAUSA QUE INVESTIGA DELITOS DE LESA HUMANIDAD EN PAPEL PRENSA

El ex Secretario de Redacción del diario Clarín, Reinaldo Gregorio Bandini, será denunciado en las próximas horas como coautor de los delitos de lesa humanidad cometidos en el traspaso accionario de Papel Prensa, que tiene como imputado, entre otros, a Héctor Magnetto, actual CEO del holding comunicacional. La denuncia será realizada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, a cargo de Eduardo Luis Duhalde, con el patrocinio de Luis Alén, ante la fiscalía platense que lleva adelante las investigaciones.
“Esta querella (…) viene a poner en conocimiento de esta fiscalía las graves circunstancias que imputan a Reinaldo Bandini, como coautor de los ilícitos investigados, y que refuerzan la responsabilidad penal de los ya imputados”, comienza el escrito de seis carillas. En él, se pide que Bandini sea llamado a prestar declaración indagatoria por sus actividades como “enlace entre el Estado Mayor del Ejército (y el diario) cuando Clarín decidió conjuntamente con sus socios La Nación y La Razón apropiarse ilegítimamente de Papel Prensa”.
La historia de Bandini puede resumirse así. En 1964, era Jefe de la sección Economía del diario. Había llegado de la mano de su fundador, Roberto Noble, y ejercía en los hechos una suerte de comisariato político desarrollista dentro del periódico. Cinco años después, el 16 de septiembre de 1969, fue ascendido a secretario de Redacción, junto a José Tomas y el querido Osvaldo Bayer. Que quede claro: no los unía la ideología, sólo la simultaneidad del nombramiento. Porque mientras Bayer preparaba sus estudios de campo para denunciar la masacre de obreros patagónicos en el Sur argentino a manos del Ejército, Bandini se ganaba la confianza de Noble y del Estado Mayor del mismo Ejército.
El 28 de octubre de ese mismo año, Bandini fue ensalzado por Oscar Camilión, quien recordó que había sido elegido por el propio Noble e integrado al grupo de “primeras espadas” de la empresa.
Entre 1971 y 1973, Bandini pasó a desempeñarse, además, como editorialista económico con tres seudónimos o alias distintos: “Colbert”, “Colbert I” y “Colbert II”. Participó en 27 conferencias internacionales como delegado de Noble y, según revela con orgullo su propio curriculum, no se perdió ninguno de los “mitins del FMI y el Banco Mundial”. Entre 1971 y 1973, se alistó en la Escuela de Defensa Nacional. En 1975, ya consolidado como cuadro gerencial y periodístico del diario, fue nombrado profesor de Factor Económico en esa escuela militar, donde tuvo a cargo “cátedras en cursos superiores e intensivos”.
En abril de 1976, Bandini fue citado por Ernestina Herrera, viuda de Noble, quien lo atendió junto a Héctor Magnetto. Allí se le comunicó que sería incluido en una sociedad fideicomisaria constituida en el principado de Liechtenstein, que, en adelante, sería la propietaria del Grupo Clarín.
Esa sociedad, según el propio Bandini describió años después en una carta documento, se llamó FIDES (controlante de otra, llamada Scripto Establissement), y efectivamente, su composición accionaria reunía a las “espadas” de las que Noble y Camilión hablaban: Bernardo Sofovich, Magnetto, José Aranda, Octavio Frigerio, Ernestina Herrera y el propio Bandini. Es importante destacar, que dos meses antes, en febrero de 1976, Clarín y La Nación crearon FAPEL SA, la empresa pantalla que disimuló como “una venta entre privados” la apropiación ilegal de Papel Prensa por partes de los tres diarios y las tres armas. Entre los accionistas de FAPEL SA se repiten, al menos, tres de los nombres presentes en FIDES: Sofovich, Magnetto y Ernestina Herrera.
La pregunta es qué hacía Bandini figurando en papeles empresarios tan relevantes. La respuesta, por ahora, es otra pregunta: ¿acaso figuraba como garante de algún acuerdo superior? En el escrito de la Secretaría de Derechos Humanos hay una pista: ahora se sabe que Bandini fue la fuente principal del libro Noble Imperio Corrupto, editado por el inclasificable Guillermo Patricio Kelly, en 1993. En sus páginas se reproduce una extensa carta documento que Bandini le envió a Ernestina Herrera de Noble siete años antes. Allí, la ex “espada” se mostraba ofendida por el destrato de la primera dama del diario. Al parecer, le habrían dejado de pagar los aguinaldos acordados, y Bandini desglosa, párrafo a párrafo, su íntima relación con la empresa y las operaciones realizadas mientras trabajó en Clarín, entre ellas, el enjuague ginebrino de FIDES (Scripto Establissement), y alguna más: “Deberé mencionar, además, que por expresa decisión, mi número dentro del mencionado Consejo de Administración era el uno, y que además se ponía a mi cargo la custodia, administración de bienes y educación de sus hijos. Será necesario recordarle que en dicha oportunidad, cumplí su decisión otorgando mandato al señor Magnetto, para que asumiera mi representación en dicho Consejo de Administración Societaria. Será pues necesario recordarle mi gestión ante el Estado Mayor del Ejército, cuando en el año 1976 Clarín decidió comprar parte de Papel Prensa…”
Dice la Secretaría de Derechos Humanos en su presentación: “Estimamos entonces que dicha admisión de las gestiones de unos de los principales directivos del diario Clarín, de estrecha vinculación con su directora, de haber efectuado gestiones ante el Estado mayor Conjunto para la compra de Papel Prensa, constituye una prueba más de la asociación del diario y la dictadura (…). Máxime cuando quien admite haber sido el gestor era un profesor de la Escuela de Defensa Nacional, que era convocado por la dictadura para dar sus ‘clases de formación’ a los cuadros del Terrorismo de Estado.”
Por supuesto, habla de Bandini, que era profesor de dicha escuela desde 1975.
Pero eso no es todo. Tiempo reproduce los facsímiles de una de las clases magistrales que Bandini, como representante del diario Clarín ante el Ejército, ofreció el 7 septiembre de 1978, ante los represores del temible D2 (Departamento de Inteligencia de la Policía de Córdoba) y a un grupo de civiles asociados a la dictadura genocida que usurpaban los poderes del Estado.
En esa conferencia, que duró desde las 16 a las 19:30 horas, Bandini habló sobre los retos futuros del país, sin olvidarse del auditorio: “De algo nos debe servir, después de 50 años de fracasos, la lucha contra la subversión a la que hemos aplastado.”
Bandini trabajó dentro de Clarín tres años más después de aquella conferencia. En 1981 fue desplazado por una nueva camada, liderada casi exclusivamente por Magnetto. En 1987, le envió la carta documento a Ernestina Herrera de Noble. Desde entonces, mantuvo silencio. Ahora, quizá, lo rompa para dar a conocer una verdad dolorosa pero indispensable.
En la carilla final de su presentación, la Secretaría de Derechos Humanos informa a los fiscales:
1)“Que Reinaldo Bandini, en 1976, era un directivo clave de Clarín.”
2)“Que estaba institucionalmente ligado a la dictadura cívico militar, dictando cursos y haciendo apología de su acción terrorista.”
3)“Que fue enlace entre el Estado Mayor del Ejército cuando Clarín decidió apropiarse de Papel Prensa.”
4) “Que participó en la constitución de Scripto Establissement, una sociedad fideicomisaria administrada en Ginebra y que tenía su sede en Lieschtenstein, como dueña de Clarín para eludir las normas jurídicas y de control financiero de la República Argentina.”
5) “Que le caben a Bandini las mismas imputaciones de delitos que se formularan al resto de los querellados.”
Consultado por Tiempo Argentino, Bandini se excusó, por ahora, de hacer comentarios.
Investigación: Manuel Alfieri y Federico Trofelli

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