En sintonía con Ricardo Alfonsín, su adversario en la interna radical, el mendocino reconoció el crecimiento sostenido de la economía. Dijo que la Asignación Universal por Hijo es “la mejor medida que se tomó en años”.
Ante unas 300 personas reunidas en el céntrico Hotel Colón, el vicepresidente Julio Cobos –uno de los precandidatos presidenciales del radicalismo– presentó anoche los lineamientos básicos de su propuesta de gobierno para 2011, y sorprendió al reconocer “el crecimiento sostenido de la economía” y rescatar la Asignación Universal por Hijo como “la mejor medida que se tomó en años”. Durante el discurso, que duró más de una hora, analizó también la situación del sistema educativo, el rol de las fuerzas de seguridad y de la Unasur.
Rodeado de colaboradores y de los integrantes de sus equipos técnicos, el vicepresidente cerró así su año político, ya que recién en marzo o abril proclamará su candidatura y decidirá si se toma licencia para enfrentar en la interna al diputado Ricardo Alfonsín –quien se lanzó hace diez días con un acto en la Avenida de Mayo– y al senador Ernesto Sanz, quien también coquetea con la posibilidad.
El dirigente radical Rodolfo Terragno, los intendentes Gustavo Posse y Mario Meoni, los diputados Mario Barbieri, Daniel Katz y Cynthia Hotton, y los senadores Nito Artaza y Oscar Castillo fueron algunos de los dirigentes que lo acompañaron.
Durante la presentación, Cobos se mostró relajado y usó un tono más enérgico que el usual para explicar el programa. La audiencia se sorprendió: si bien no hizo referencia a la fórmula que presentará la UCR en 2011, se lo notó compenetrado con el rol de candidato y se permitió varios chistes. “Espero que algún día un ingeniero llegue a la presidencia”, observó con picardía en un tramo de su exposición dedicada al sistema universitario. Hizo una breve referencia a su rol en el gobierno: “Estoy honrado y agradecido de ser vicepresidente, a pesar de las condiciones que todos conocen.”
Esta vez, el mendocino evitó hacer críticas directas al gobierno y prefirió un discurso propositivo. Destacó esta tarde la necesidad de “solucionar los problemas estructurales” del país, y se expresó a favor de generar “propuestas concretas que permitan acuerdos” con otros sectores de la sociedad. En sintonía con el discurso de Alfonsín, aceptó el crecimiento de la economía es sostenido, pero consideró que es necesario acompañarlo de más desarrollo social. Además, celebró el nuevo índice de precios en el que trabaja el Indec junto al FMI y consideró que la Asignación Universal por Hijo es “la mejor medida que se tomó en años”. Después, se refirió a los incidentes del Parque Indoamericano: “Es un problema estructural. No es culpa de un gobierno, sino de una sucesión de gobiernos y es responsabilidad de todos. Es sencillo resolver el tema de viviendas, pero hay que hacer la inversión necesaria. Gracias a Dios se pusieron de acuerdo, pero se podrían haber evitado muchos dolores de cabeza.”
Definió a la inseguridad como “el principal problema que afecta a la sociedad”, y opinó que debe haber más efectivos para tener “una buena y preparada policía”. “Sólo en el DF, en México, hay 80 mil policías”, ejemplificó, aunque quiso aclarar que el suyo “no es un discurso de mano dura”. “Querer que funcione la ley no implica oponerse a los Derechos Humanos”, manifestó.
Al final, levantó una copa para brindar con el público. “Por el país que queremos construir”, aclamó.
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