miércoles, 15 de diciembre de 2010

"NO CREO QUE LOS TIMORATOS Y PRUDENTES SEAN LOS QUE CAMBIAN LA HISTORIA DE LOS PUEBLOS SINO LOS QUE VIVEN CON INTENSIDAD Y VIVEN PARA SU COMUNIDAD"

Nunca antes como en su discurso de esta tarde en Santa Clara del Mar la presidenta Cristina Fernández había mencionado con tanta insistencia a su fallecido esposo, Néstor Kirchner, ni tampoco había ingresado de tal forma en el terreno de la confidencia. "Yo le decía: tenés que parar un poco, tenés que descansar, pero el mostraba tanta fuerza que finalmente me convencía de que estaba bien", aseguró.
Aún vestida de luto, la presidenta mantuvo un delicado equilibrio entre la emotividad y la simpatía. Estuvo varias veces al borde del llanto al recordar a su esposo, cruzó breves y chispeantes diálogos con el público, bromeó con los funcionarios y narró anécdotas. El nuevo estilo de la presidenta -despojado del severo rictus que había adoptado como carta de presentación- se mostró ayer en su expresión más dinámica.
La primera mandataria indicó que asistir a la inauguración era una suerte de compromiso de honor; y tomando la imagen de una publicidad de tostadas, comparó la actitud de Kirchner con la del pájaro carpintero que machacaba: "hay que ir a Santa Clara, hay que ir a Santa Clara".
En ese orden, manifestó que estar allí le producía "alegría y tristeza", ya que a él, por Kirchner, "le hubiera encantado estar aquí en esta autovía. Es la primera vez que viene un presidente en 125 años".
"¡Está acá, Cristina!", gritó alguien del público, y si bien la presidenta admitió "sí, está acá", una ligera expresión volvió a ensombrecerla.
Varias veces su discurso se vio interrumpido por aplausos y cantos del público, que desplegó carteles y pancartas con la imagen del ex presidente. En medio de esa algarabía alguien gritó: "lo que cuesta vale", en clara referencia a la muerte del Kirchner. Cristina respondió rápidamente: "Sí, pero a veces cuesta demasiado. Entonces uno se pregunta por qué algunos quieren que a los argentinos nos vaya mal".
"Son aquellos que entienden que la única manera de llegar es tumbando y nosotros veíamos que llegar es romperse más el alma y romperse más que otros, nunca poniendo zancadillas a otros, sino tratando de hacer cosas mejores", señaló, en alusión a la oposición y a algún dirigente del PJ disidente.
En otro momento, cuando recordó la aprobación del Matrimonio Igualitario, un joven gritó desde el público: "¡Gracias a vos me pude casar"!, a lo que la presidenta respondió con una sonrisa: "Felicidades"!
Finalmente bromeó con el intendente de Mar Chiquita, Jorge Paredi, y recordó: "Me dijo Florencio Randazzo que en una oportunidad vino a la inauguración de una pileta y que te tiraste al agua, con traje y con zapatos. Me encanta.
Y que no te digan loco.Algunos le decían 'el loco' (a Kirchner) y no creo que los timoratos y prudentes sean los que cambian la historia de los pueblos sino los que viven con intensidad y viven para su comunidad".-

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