jueves, 14 de agosto de 2008

FERNANDO DELGADO, JEFE DE LA CONCENTRACION NACIONAL UNIVERSITARIA DE MAR DEL PLATA Y PROFUGO DE LA JUSTICIA


Distintas expresiones vinculadas a los organismos de Derechos Humanos, en Mar del Plata, siguen esperando que los mecanismos judiciales y el ri-gor de la Policía Federal, produzcan algún indicio sobre el para-dero del ex jefe de la CNU. local Fernando Delgado. Es prófugo de la justicia desde hace un año y medio.

El citado miembro de una de las organizaciones "paramilitares" que accionó entre marzo del´76 y comienzos del´77 en Mar del Pla-ta -vínculo del Ejército y un grupo escindido de la temida CNU. Con-centración Nacional Universitaria- fue imputado por el secuestro y posterior tortura del periodista Amílcar González, el 25 de marzo del´76.

Delgado, un jefe muy temido hace treinta año, es alto, de pelo rubio y voz "de mando" y no sólo participó de "los tormentos" al se-cretario general del gremio de Prensa marplatense. También fue vinculado por distintos testigos a numerosos secuestros aconte-cidos en el terrible invierno marplatense del´76.

Los años´ 70 dejaron una secuela de tragedia que enlutó a to-do el país. La Argentina fue uno de los sitios más castigados por los enfrentamientos políticos y revolucionarios que se vivieron en toda Latinoamérica. Ninguna otra sociedad en el Cono Sur padeció un
La suma de víctimas supera los 20 mil "desaparecidos", virtual eufemismo de horribles asesinatos entre el´76 y pasado 1980, des-pués de la llamada "contraofensiva" de la organización Montoneros. La cifra es equivalente a las conocidas en los distintos países de América del Sur, sumado todos los demás.

Las víctimas de otras dictaduras (Brasil, Chile, Uruguay, Para-guay, Perú y Bolivia) en todo el período que transcurrió entre regí-menes militares y la lucha armada cumplida en aras de la libera-ción, es equivalente a la suma de secuestros y asesinatos regis-trados en la Argentina.

Con la derogación por parte del gobierno de Néstor Kirchner de las leyes de "Punto Final" y "Obediencia debida" en pleno a-pogeo de Raúl Alfonsín, los centenares de virtuales edecanes del "crimen organizado" hace algo más de treinta años, perdieron la impunidad.

La ley del gobierno alfonsinista, la 23.492 sancionada el 23 de diciembre de 1986 otorgó "amparo" a numerosos criminales, ahora acusados de "crímenes de lesa humanidad". Entre los cuáles se en-cuentra Fernando Delgado, ahora con algo más de 60 años de vida y bajo otro aspecto físico.

El periodista Amílcar González murió enfermo de cáncer el 2 de junio de 2004, sin saber siquiera que las leyes "de la protección" a sus captores y "verdugos" serían derogadas por el gobierno de Kirchner. El titular del Sindicato de Prensa local era miembro de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y estuvo preso "sin causa ni proceso"

González fue requerido por distintos organismos internacio-nales mientras permanecía como "preso político" en la Unidad Pe-nal 9, de Olmos, a once kilómetros de La Plata. Había sido acusado de "militante montonero" lo cuál -según un informe del entonces general Horacio Liendo- nunca se probó.

La decisiva intervención de la Democracia Cristiana italiana y la CLAT. Central Latinoamericana de Trabajadores, con asiento en Caracas, Venezuela, apoyada por la Fundación alemana "·Konrad Adenanuer" le permitió salir -a Amílcar- del país en julio del´78, unos días después que la Argentina ganara el Mundial de fútbol.

Autor/Fuente Jose Luis Ponsico (TELAM-Diario El Atlantico de Mar del Plata)

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