sábado, 13 de junio de 2009

"POR LA CANTIDAD DE INDECISOS ES MUY DIFICIL HACER UN PRONOSTICO PARA EL 28." AFIRMO MANUEL MORA Y ARAUJO

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El sociologo y analista politico, Manuel Mora y Araujo, afirmo ayer que el
kirchnerismo está ganando en la provincia de Buenos Aires "por 7 u 8 puntos". Pero anticipó que por la cantidad de indecisos es muy difícil hacer un pronóstico para el 28.
En una entrevista exclusiva, el director de la consultora Ipsos Mora y Araujo aseguró que la elección en Buenos Aires ya está polarizada. "Si hay alguien que puede ganarle al oficialismo, es Unión Pro", dijo. Además sostuvo que la citación judicial está beneficiando a Francisco De Narváez. "A la gente le cae mal que se hagan este tipo de cosas", argumentó.
Mora y Araujo dio ayer en la ciudad una charla para más de 75 empresas asociadas a la Fundación Global. El tema fue "La Argentina después del 29 de junio". El consultor aseguró que los empresarios nacionales están preocupados por la falta de previsibilidad del gobierno. Y sostuvo que se vienen dos años difíciles para el país. Después, mano a mano con LA CAPITAL habló de todo:
- ¿Cómo ve el escenario político a dos semanas de las elecciones?
- En términos generales, el Frente para la Victoria no va a ser una elección muy buena. Pero la gran pregunta es la provincia de Buenos Aires. Y hasta ahora las encuestas que manejamos le están dando una ventaja. Con un notoria cantidad de personas no definidas y una volatilidad que se detecta, que hace difícil dar un pronóstico. En otros distritos, varía muchísimo.
- ¿Cuánta es la ventaja que saca el kirchnerismo en Buenos Aires según sus encuestas?
- Alrededor de 7 u 8 puntos según la última medición.
- ¿Y en el resto del país?
- En la ciudad de Buenos Aires, muy mal. En Córdoba, todavía el resultado es un poco incierto entre Juez y el radicalismo. El oficialismo está muy mal en Córdoba y Santa Fe. Y aparentemente también están perdiendo en Mendoza.
- Son varios los analistas que sostienen que el kirchnerismo no va a tener quórum propio a partir del 29. ¿Usted piensa lo mismo?
- Es posible. Si hacemos una proyección de lo que estoy diciendo, no debería tener quórum propio.
- ¿La elección ya está polarizada en Buenos Aires?
- Sí, claramente está polarizada. Si hay una posibilidad de que pierda el kirchnerismo es por Unión Pro. La Coalición Cívica y la UCR están más atrás.
- Algunos encuestadores afirman que le está jugando a favor a De Narváez el llamado de la Justicia para que declare. ¿Usted también ve en las encuestas que esa situación lo favorece?
- Sí. Hay indicios de que lo favorece. La gente no cree y le cae mal que se hagan este tipo de cosas. A De Narváez no lo perjudica y lo terminaron de instalar como el adversario. Entonces, eso favoreció la polarización y además lo puso en el rol de víctima.
- ¿El kirchnerismo influyó en que De Narváez haya crecido tanto en las últimas semanas?
- El kirchnerismo influyó en general en inventar las figuras que hoy tienen más relieve en la opinión pública. Julio Cobos no existía y en segundo lugar De Narváez.
- El interrogante es si Cobos va a llegar con fuerza al 2011 o si ya está perdiendo fuerza después de la resolución 125. ¿Qué cree que pasará?
- Si va a llegar no lo sé. Eso no se puede medir porque es futuro. Creo que perdió un poco de imagen, pero es esperable porque no es candidato. En medio de una contienda electoral, el que no es candidato pierde.
Reutemann hasta el 2003 era uno de los políticos más populares de la Argentina, pero después desapareció y recién ahora está remontando. O sea que sostener las imágenes en política es como sostenerlas en la televisión: hay que estar en la pantalla, sino el rating te mata. Pero eso no me dice nada sobre cómo sigue la historia de Cobos.
- Da la sensación de que la sociedad no castiga a Cobos por postularse para el 2011 como candidato de la oposición, pero si lo hace con las candidaturas testimoniales. ¿Por qué se da esta situación si los dos casos dañan las instituciones?
- Cuando a la gente se le saca el tema de las candidaturas testimoniales, dice que no le gusta. Pero no las puede definir bien. No están dentro de las críticas que se le hacen al Gobierno. Es un tema muy instalado, como una rasgo más de lo que no le gusta del gobierno. Pero la verdad es que casi todo el mundo vota testimonialmente.
- O sea: hay una condena social que no se trasluce en el voto.
-Exactamente. El voto en Argentina para elegir legisladores es hace muchos años simbólico. Ahora esto cae mal. Si en una encuesta uno pregunta si está bien o mal que el intendente o el gobernador sea candidato si no va a asumir, a la mayoría le parece mal.
- ¿Y la situación de Cobos?
- La medición sobre eso da más o menos las adhesiones y los rechazos a Kirchner. La gente que está a favor del Gobierno dice que está mal y los que están en contra dicen que está bien. No es un tema que tampoco incide. Cobos haciendo eso, se convirtió en un personaje de la política, que no lo era. Además logró un buen posicionamiento para él: se lo ve como una persona que no es confrontativa, que está, según la calle, siguiendo sus convicciones. No busca poder y no pelea contra todos.
- Ahora cuando Kirchner da un discurso lo hace con un tono evidentemente más bajo, menos confrontativo. ¿Tiene que ver con esto que recién decía de Cobos?
- Sí, totalmente. Es notorio que hace varias semanas, Kirchner bajó muchísimo los decibeles y eso lo ayuda.
- La madre de todas las batallas se está dando en el segundo y tercer cordón del conurbano. ¿Ahí Kirchner saca ventaja?
-En el primer cordón tiene votos, pero no va a ganar. En el segundo y tercero gana ampliamente. Y en el interior pierde en el conjunto y en algunos sectores sociales, no tanto. En localidades chicas es menos mala la elección que en localidades intermedias.
- Da la sensación de que el Acuerdo Cívico y Social no logra avanzar, ¿el efecto Alfonsín ya pasó?
- Mejoró un poquito a la UCR porque sola no iba a ningún lado. El fenómeno Alfonsín ayudó. Creo que Ricardo se manejó bien la circunstancia de la muerte de su padre. No se si podría estar mejor o peor, pero lo cierto es que ese efecto en parte se diluyó porque pasó y en parte porque era bastante obvio que en una elección convertida prácticamente en un plebiscito tendría que tender a polarizar. De Narváez largó en punta, lo hizo bien y se instaló antes.
- Para derrotar a Menem, Duhalde decidió jugar por afuera de la estructura del Pj y así evitar las internas. Desde ahí, la situación se repite. ¿Cree que el peronismo seguirá definiendo sus internas en las elecciones nacionales o que en 2011 cambiará el escenario?
- No sé cómo va a seguir. Están las dos tendencias. Muchos líderes justicialistas hace dos o tres años que están diciendo que tiene que haber internas. La tendencia en el peronismo es que quiere que haya internas. Pero no sé qué pasará.
- ¿Si el kirchnerismo pierde, estará en juego la estabilidad del país?
- No tener quórum no sería nada dramático. La oposición todavía sigue fragmentada y le cuesta encontrar vasos conductores para unirse.

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