lunes, 27 de julio de 2009

EL MINISTRO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION CARLOS FAYT SE SUMO A LAS CRITICAS AL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA Y PIDIO CAMBIOS

El juez de la Corte Suprema de Justicia Carlos Fayt consideró ayer que el Consejo de la Magistratura "debe modificarse" y sumó argumentos a la polémica por el funcionamiento del organismo que se desató a la espera de que el máximo tribunal se expida sobre el tema.Interrogado por la prensa en la puerta de su domicilio en Barrio Norte, Fayt estimó que "los resultados del Consejo en este momento son negativos", y de esta manera manifestó su disconformidad con el organismo encargado de designar y remover a los jueces."Algunos consideran que fue un error ponerlo, otros que no, que fue positivo. Lo concreto es que el resultado ha sido negativo", planteó el juez, en plena discusión entre la Justicia, la oposición y el Gobierno por la composición del cuerpo.El magistrado se pronunció así en el arranque de una semana en la que el máximo tribunal de Justicia podría comenzar a discutir sobre el cuestionado organismo y elaborar un documento crítico sobre su funcionamiento.Los cuestionamientos se deslizarían en una acordada o en un informe de superintendencia sobre la situación de los tribunales inferiores, y no en un dictamen sobre algún expediente judicial contra la constitucionalidad de la reforma llevada a cabo hace tres años por el kirchnerismo, según trascendió.De todas formas, Fayt fue cauto respecto de la posibilidad de que la Corte Suprema intervenga formalmente en la modificación del Consejo, al señalar que esa no es "potestad" del máximo tribunal."No se puede modificar porque sí. Supónganse que el Consejo no haya trabajado bien, ¿Quién es el encargado de modificarlo?", preguntó a los periodistas que lo rodeaban. Y enseguida, contestó: "Nosotros no tenemos poder legislativo. No es potestad nuestra modificar la ley y menos la Constitución, que fue la que fijó el Consejo".Dirigentes opositores y varios jueces vienen cuestionando en las últimas semanas al Consejo de la Magistratura porque, según afirman, sirve como un "instrumento de presión" del Gobierno sobre la Justicia. La crítica apunta particularmente a la reforma del Consejo introducida en 2006, que permitió reducir de 20 a 13 el número de miembros y que le otorgó al oficialismo "poder de veto" en lo que atañe a designaciones y sanciones a jueces por mal desempeño.El debate por el organismo cobró nuevo impulso luego de la derrota del kirchnerismo en la últimas elecciones legislativas, que melló el poder del Gobierno y lo llevó a convocar al diálogo con las fuerzas políticas de la oposición, envalentonadas por el futuro escenario parlamentario. Fayt apuntó, al cuestionar la labor de ese cuerpo, que "hay 200 vacantes de jueces, hay subrogantes en lugar de jueces naturales", aunque, al ser repreguntado sobre la presencia del poder político, remarcó que "hay representantes del Poder Ejecutivo, hay de los partidos políticos" y planteó: "¿Se puede prestar servicios en dos poderes al mismo tiempo?". "Sí, tiene que modificarse", respondió Fayt, aunque observó que "la Corte va a tratar el tema en su momento", por lo que si diera su "opinión" ahora "estaría prejuzgando".Por su parte, el Consejo de la Magistratura en pleno tendrá el próximo jueves una reunión "reservada" para analizar los pasos a seguir en el organismo, en medio de los cuestionamientos lanzados por jueces de la Corte Suprema, la Asociación de Magistrados y dirigentes de la oposición.Según confirmaron fuentes del organismo, el encuentro entre los trece consejeros fue convocado a las 10 por el presidente del cuerpo, Mariano Candioti, y será "a puertas cerradas". La idea es analizar allí las críticas que pesan sobre el organismo, especialmente las vertidas por el juez de la Corte Carlos Fayt y el presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo por el funcionamiento del cuerpo, y lograr un "posicionamiento funcional y orgánico".

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