domingo, 24 de enero de 2010

LA NORMANDINA, ENTRE LA POLITICA Y LOS NEGOCIOS

*Miguel Avellaneda
http://www.elretratodehoy.com.ar/



La irascibilidad política que se está viviendo en los más alto s niveles del país, comienza a trasladarse en una especie de efecto dominó a otros sectores y Mar del Plata no está ajena a estos hechos. Si bien se podría decir que estamos en un inicio (demasiado anticipado para algunos) de las campañas políticas del 2011, algunos se han animado y no tienen pudor en expresar sus “sentimientos” y trabajan en pos de ese objetivo. Pero también están los que esconden sus verdaderas intenciones, pero no hay dudas que también están lanzados midiendo sus fuerzas.
Y asó es como comienzan a sucederse “cosas” que marcan las verdaderas intenciones de muchos , y que se entremezclan con las apetencias económicas de otros que ven el terreno propicio para avanzar con sus “negocios particulares”.Fue en este marco cuando a principios de semana se dio un hecho, minimizado por muchos, pero que muestran intenciones que comienzan a perfilar un camino que seguramente se pondrá más áspero con el correr del tiempo.Así fue como ellos (léase Joven Federación) tenía todo preparado para la presentación en un coqueto lugar de la costa marplatense, el lanzamiento de la campaña del duhaldismo en la Costa Atlántica y la presentación del colectivo en el que ya recorren Mar del Plata y la zona. Todo iba de acuerdo a lo planeado hasta que un sorpresivo , y sugestivo, corte de luz impidió que el acto se cumpliera en el salón del primer piso de La Normandina, por lo que tanto el sonido, como las cámaras y las proyecciones no pudieron concretarse tal cual lo programado.La experiencia y la rapidez en los reflejos de algunos, hizo que el evento se trasladara al playón y a los pies mismos del Duhaldemóvil, pudiendo salvarse la situación con holgura, y hasta superando ampliamente los proyectado.Lo que llamó poderosamente la atención que el lugar no tuviese un servicio energértico de emergencia, desnudando de esta manera la precariedad con que brinda sus servicios a los cientos de turistas y marplatenses. Resulta increíble que un Complejo de esa categoría no contase con un grupo electrógeno propio ( no se debe olvidar que ese salón es uno de los mas caros a la hora de los eventos en Mar del Plata, y que en la planta baja funcionan negocios gastronómicos de alto nivel).¿ Que hubiese pasado si el “corte” sucedía en plena noche y con La Normandina repleta de gente….?Pero ¿que tiene que ver esto con lo que decíamos al principio sobre el inicio de la campaña política y los negocios?. Muy simple. Los actuales permisionarios de La Normandina vienen haciendo “gestiones” desde hace tiempo por el espacio que ocupa el Balneario de la Unidad Turistica Fsiscal N°8, hoy en conflicto con la Municipalidad y con una orden de desalojo que se cumplimentaría el próximo 15 de febrero. Algunos entendieron que el corte de la energía eléctrica tuvo mucho que ver con alguna señal de “buena fé empresarial” para con las autoridades municipales (hoy encolumnadas monetariamente tras los designios del Gobierno Nacional) y dieron una clara muestra de los “buenos” que serían ellos de contar con ese espacio de playa anexado al mencionado Complejo.De esta manera habrían “matado dos pájaros de un solo tiro”: quedaron mas que bien con el Intendente Pulti, y este , elípticamente, le mostró al propio Kirchner que un “soldado” respetuoso de la verticalidad, y que los duhaldistas no se la iban a llevar tan de arriba en un terreno dominado por el kirchnerismo.Seguramente en corto tiempo la gente de La Normandina contará con su ansiada playa propia; Pulti seguirá recibiendo aportes para cambiar la ciudad, y quienes se atrevan a “enfrentar” el vertical poder político del kirchnerismo deberán extremar recaudos, y si contratan los salones del lujoso complejo de Playa Grande, ir con un grupo electrógeno propio.Aún así, los duhaldistas ya desembarcaron en las playas marplatenses , y paradójicamente en La Normandina, igual que los aliados cuando le dieron el golpe mortal a Adolf Hitler.

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