sábado, 20 de febrero de 2010

"EL PERONISMO TRAIDOR,EL OPORTUNISTA Y EL KIRCHNERISMO",SEÑALO EL HISTORIADOR NORBERTO GALASSO EN UNA CHARLA EN MAR DEL PLATA

* Belen Cano
www.diarioelatlantico.com

El ensayista e historiador brindó una charla en el marco del lanzamiento de agrupación marplatense John W. Cooke. Analizó el movimiento peronista en la actualidad, el papel de Kirchner en el PJ y las contradicciones del gobierno nacional.-
Sencillo y sereno, Norberto Galasso mide todas sus palabras. En el segundo piso de la sede de Smata en la ciudad, recibió a la prensa. Asegura que el kirchnerismo es la expresión política “que más se acerca a lo que fue el peronismo histórico”, aunque reconoce falencias y contradicciones en el gobierno nacional. Sin embargo, al dar un vistazo a los personajes de la oposición como Cobos, Reuteman, Duhalde y Solá, el historiador y ensayista se aferra a las gestiones del matrimonio sureño. Y encuentra en los tres mandatos de Néstor Kirchner como gobernador de Santa Cruz, el argumento para comprender su apuesta para dirigir el Partido Justicialista: “Creo que ha tendido a armar por arriba”, apuntó.
Para el historiador, será necesario “exigir al Frente para la Victoria una profundización de todas las medidas positivas que tomaron, una eliminación de aquellos personajes que son negativos, y en el trazo largo habrá que gestar un frente nacional, cuya dirección profundice mucho más lo que se está haciendo”.
Galasso llegó a Mar del Plata para brindar una charla sobre John W. Cooke y la vigencia de sus ideas. Fue el marco que tuvo la agrupación política que lleva su nombre, para presentarse en sociedad.
Galasso llegó con gran interés a brindar la conferencia. “Me parece que una de las claves para esta época es que aparezcan agrupaciones, que se construya por abajo, que los sectores militantes se vayan nucleando, se termine con esta dispersión, que se ha producido por muchos motivos: la dictadura genocida, la traición del menemismo”. Recordó el voto bronca del 2001 y afirmó que “la ciudadanía está desconcertada frente a una dirigencia que se quería que se fueran todos, pero se quedaron casi todos y aparecieron otros peores todavía”.
“Hay que celebrar las agrupaciones que nazcan desde la militancia y más tomando el nombre de Cooke, que es toda una identificación con lo mejor del peronismo”, remarcó.
- Un hombre que anticipó los antagonismos que se daban dentro del peronismo. - Él era uno de los pocos hombres que hablaba con Perón mano a mano. En su correspondencia, que es muy rica, en un momento le dice que es el gran contenedor, aglutinador, pero cuando usted no esté, qué va a pasar con un movimiento donde hay antagonismos internos muy fuertes. En cierto sentido estaba anticipando lo que se produjo después del 20 de junio en Ezeiza. Los antagonismos no se resolvían ya con argumentos sino a balazos. Cooke insistía en esto y creo que la discusión en las cartas es muy importante. Por su ímpetu, porque venía de la Revolución Cubana, decía que había que desembarazarse de los obispos, de los generales. Perón le decía que todo lo que se eche, se va a la contra. Lo que queda flotando de esa conversación es que el frente es necesario: la cuestión es quién lo dirige. El frente es indispensable porque sino la gente que no está ahí se va al frente reaccionario. Hernández Arregui decía que la clase media era el queso del sándwich y que era media del toda: medio culta y medio ignorante, medio cobarde y media valiente. Algo de eso hay: la clase media fluctúa y los medios de comunicación y la escuela y grandes intelectuales influyen para confundirla, atraparla en el discurso de la clase dominante para que sea funcional.
- ¿Qué representa el peronismo en la actualidad?- El peronismo son dos cosas. Una, es muy respetable: el sentimiento profundo que ha quedado en la mayor parte de la clase trabajadora de un período histórico donde vivió como nunca –del 45 al 55- no sólo por las condiciones materiales sino en cuanto a la dignificación de la clase trabajadora. Esto se ha trasmitido de generación en generación y uno se encuentra con gente que con gran orgullo dice ‘soy peronista’, pero después hay que preguntarle de qué clase de peronismo es. Porque se ha producido este fenómeno que se definen como peronismo federal Reuteman o Solá, que tienen extensiones de soja y van a jugar –si pueden- para que se saquen las retenciones, por ejemplo. Y está el peronismo de Kirchner, que creo que es lo que más se acerca a lo que fue el peronismo histórico. Aquella era una época con condiciones distintas: no es lo mismo gobernar con la clase trabajadora con ocupación plena y un gran fervor, que gobernar un país con gran endeudamiento, el grado de pobreza y desocupación, gobernar casi sin equipos. Kirchner llega como un avión con aterrizaje forzoso. Está el peronismo traidor, que es el de Menem, el peronismo liberal; el peronismo oportunista y que defiende sus intereses; y el fenómeno del kirchnerismo, que es lo que se asemeja más como expresión de los sectores populares, el progreso latinoamericano.
- ¿Cree que fue un paso acertado de Kirchner recostarse sobre la estructura del PJ?- Ese es un tema muy difícil, muy complicado. Tendríamos que haber vivido en Santa Cruz y haber hecho política durante mucho tiempo, para pensar cómo surge Kirchner como político. Fue tres veces gobernador: allá no se puede hacer política de masas porque la densidad poblacional no da. El gobernador en Santa Cruz tiene que comunicarse por teléfono, hablar con otro gobernador, contactarse con un intendente. Arma, por arriba. Kirchner creo que ha tendido a armar por arriba, es decir, controlar el PJ porque sino se lo iba a tomar Duhalde y hacer acuerdos con los intendentes. Es algo que a veces hay que hacerlo porque es una forma de tener fuerza. Yo pienso que no se le puede a Kirchner lo que hubiera en su lugar, a lo mejor, Evo Morales, que hubiera movilizado al pueblo movilizado al pueblo desde abajo, habría acompañado todas las medidas con una gran movilización popular. Pero cada uno, es cada uno. Dentro de lo que podía dar la dirigencia peronista, en aquellos momentos en los que Duhalde después de la muerte de Kosteki y Santillán, quiere dejar el gobierno pero seguir controlándolo a través de Reuteman o De la Sota, aparece Kirchner que es lo mejor que nos pudo suceder, no teníamos otra alternativa. Muerto Perón, no sería fácil que surja otro Perón. ¿Quién podía contener esos antagonismos que contenía Perón? Era muy difícil. Kirchner, a su modo, intenta la trasversalidad y no le sale bien. Era un intento de buscar una base social.
- ¿Por qué cree que falla en ese intento?- Quizás porque la sociedad tampoco estaba para eso. No se puede cargar toda la responsabilidad al dirigente. Se advierte ahora que la CGT, con todas las limitaciones que puedan tener algunos dirigentes, y los movimientos sociales importantes como los de D’Elía o Depetris, son columnas importantes del gobierno. Tuvo que hacer acuerdo con algunos sectores empresarios y algunos le han pagado mal, la unión industrial por ejemplo, o los dueños del campo. Al hecho de apoyarse en compañeros como Moyano o D’Elía fue un factor que puso a la clase media muy crispada. La clase media no resiste que, lo que ellos llaman los ‘negros’, ocupen un lugar. Se provocó una especie de reverdecimiento del gorilismo. En Buenos Aires es terrible: fui a cobrar la jubilación y a la señora que estaba delante mío, la cajera le dice ‘cobra la jubilación, el aguinaldo y 350 pesos extra que le dio el Gobierno’. la señora le dijo: ‘hacen beneficencia ahora’. Es lo que expresa el diario Clarín o La Nación: todo está mal. Si uno lee las primeras 20 páginas de Clarín tiene que suicidarse y yo para colmo soy de San Lorenzo así que hasta la parte deportiva me sale mal.
- ¿Cómo observa las contradicciones que se dan dentro del kirchnerismo?- Hay muchas contradicciones. Cuando designaron a Redrado, se querían matar porque conocían quién era Redrado, cuando en su lugar iba a ir Blejer, también. Ahora se dio una buena elección con Marcó del Pont. Las falencias existen y no son fácilmente resueltas. Pero la cuestión es esta: acá hay un país que se parte, en dos mitades. Los que insisten en las críticas pero no están diciendo que van a hacer todo lo hizo Kirchner y vamos a superarlo. Están queriendo liberar a los generales represores y genocidas, lo que quieren es volver hacia atrás. Algunos no sé si lo hacen inocentemente, como puede ser el caso de Pino Solanas, pero evidentemente el gobierno algunas cosas no tiene fuerzas para hacerlas. Son muy fáciles las posiciones testimoniales. Hay que jugar políticamente. Hay una cosa muy importante, hablando de Cooke, que le decía a Hernández Arregui: ‘Usted como intelectual puede hablar del trazo largo de la historia, pero yo quiero ser político y tengo que definirme todos los días, en medio del conflicto tal cual se da. Y no me puedo dar soluciones maravillosas que son las que yo aspiro, sino soluciones transitorias que van empujando en ese terreno de lo que yo aspiro, aunque parezcan que no son todo lo radicalizadas que tienen que ser’.
- ¿Cree que puede haber una alternativa, por fuera del kirchnerismo pero dentro de la centro izquierda?- En las elecciones del 2011, incluso dentro del Frente para la Victoria, no hay otros candidatos que él o ella. No hay. Porque la realidad llegó hasta allí. Frente a eso va a aparece Cobos, Solá, Reuteman, que son expresión de la derecho.
- ¿Cómo tomó las declaraciones de la diputada del FpV Diana Conti, quien dijo que para hacer política era necesario ‘tener la vida hecha’ y ‘un patrimonio muy grande’?- Esa es la forma en la que se ha profesionalizado la política, que sigue la mayor parte de los dirigentes políticos actuales, imaginamos la cantidad de cientos de millones de pesos que tiene De Narváez. Pero esa es una forma. Yo vengo de aprender de Jauretche o de Scalabrini Ortiz. En la historia política argentina el gran protagonista es el pueblo, no son políticos millonarios. Ahí creo que se equivoca Conti en ese planteo. Lo que hay que tener es conducta y hay que construir, por abajo, apuntando a la cantidad enorme de los argentinos que quieren un país distinto y que hoy están separados, algunos escépticos. Esa es la tarea.

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