LA MAR DEL PLATA QUE NOS DUELE ESTA AHI...

* Miguel Avellaneda
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La Mar del Plata que hoy nos está doliendo está ahí. La que pocos se animan a mostrar no está muy lejos. A solo 15 minutos del Centro, y conocerla “in situ” provoca un sabor amargo que se nos mete por la boca y el estómago se endurece. Allí hoy no están ellos: los niños. Los que deberían ser los privilegiados , y que por cuestiones burocráticas o “de caja”, son impulsados a correr detrás de un camión con desechos alimenticios de los mercados marplatenses, en pos de un poco de comida.
Algo que se podría evitar solamente cumpliendo con los subsidios o ayudas existentes, pero que vaya uno a saber por qué razón no se efectivizan en tiempo y forma tal cual lo establece, en este caso, el Decreto respectivo.Y allí estábamos. A solo 15 minutos del Centro, con solo dos “caritas sucias” ( de un total que oscila las 45) que se habían salvado de ir al Predio de Disposición Final en pos del alimento que le falta, porque mamá aún tiene dignidad.Por estas horas claman que desde la Comuna se les cumpla lo reglamentado por el propio Concejo , y que el hoy Intendente no ha podido ( o no ha querido) cumplir. Ellos no saben las causales de este “decisión política” . Nosotros tampoco, aunque intuímos que la Caja de Pulti no alcanza…Lo cierto es que desde diciembre del año pasado ni siquiera reciben la copa de leche. Ni que hablar de alimentos no perecederos. Quizás el inicio de clases sirva para que alguien se le ablande el corazón, y la tan esperado ayuda vea la luz.Los dos pequeños se turnan para entretenerse con los juegos de un celular. A escasos 1500 metros de allí, bajo el sol del mediodía, mas de 40 niños como ellos, seguramente estarían corriendo por el mismísimo Basural, junto a otra treintena de pequeños, detrás de los pesados camiones que llegan desde los Mercados con comida de desecho, y que serán su plato del día.La carga de esos vehículos les pertenece a ellos. Ningún “grande” se prenderá en la corrida. Les dejan el lugar, como quien cede una trinchera en este combate por vivir que realizan diariamente. Códigos no escritos que son respetados a rajatabla.Esos cuarenta deberían estar ahí. Jugando a otra cosa. Dibujando, leyendo, pero en el Comedor Comunitario. Contenidos y protegidos de la potencial violencia.Seguramente no pasará mucho tiempo y el dinero de ese comedor en el Monte Terrabusi aparecerá. Volverá la paz en remiendos. La pobreza estructural seguirá existiendo. Aparecerán , no dudamos, las aclaraciones de los gobernantes de turno, que digno es reconocerlo no son los culpables de esta situación, pero sí que tienen gran parte de la responsabilidad que esto se suceda hoy.Tampoco tenemos la más mínima duda que esa Mar del Plata que nos está doliendo, no nos abandonará.