* Carlos Tórtora
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El invierno neoyorquino fue el escenario elegido días atrás por Carlos Reutemann y Alberto Fernández para conversar largamente sobre el futuro político. Ambos conservan una buena relación de cuando el primero era Jefe de Gabinete. Alberto F. fue uno de los pocos en el gobierno que, cuando se inició la crisis del campo, bregó para que Reutemann no terminara enfrentado con el gobierno, lo que fatalmente terminó ocurriendo. El hermético santafesino, por su parte, acaba de renovar sus aspiraciones presidenciales y, a su manera, va tejiendo alianzas en la más estricta reserva.
La conversación en Nueva York trascendió en el círculo íntimo de Reutemann. Ambos habrían coincidido en que debe existir una sola prioridad y es desalojar al kirchnerismo de la Casa Rosada en las próximas elecciones.
Fernández viene ensayando un proyecto poskirchnerista que tendría al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey como abanderado. Ahora estaría dispuesto a plegarse a Reutemann 2011, funcionando como puente de plata para que gobernadores, legisladores e intendentes kirchneristas se reciclen cambiando de bando. El vaciamiento del kirchnerismo sería una operación clave para definir la relación de fuerzas en la interna abierta, obligatoria y simultánea que le espera al PJ. Para el ex Jefe de Gabinete, los que pueden volcar la balanza para derrotar a Kirchner son algunos gobernadores que se despegarían a último momento para evitar el peso de las represalias. Urtubey encabeza esa lista y el sanjuanino José Luis Gioja sería otro de los conversables.
Más variantes de fórmulas
Aunque el tema no habría formado parte de la conversación, cerca de Reutemann se especula con que Fernández puede intentar colocar a Urtubey como candidato a vicepresidente. Para ese lugar se perfila, por el momento, Francisco de Narváez, con obstáculos judiciales. Más lejos, por ahora, también se sabe que Mario Das Neves se conformaría con la vicepresidencia, pero no cuenta con las simpatías de Reutemann, que es muy selectivo a la hora de elegir socios. Se especula también con que De Narváez cada vez estará más presionado para que acepte disputar la gobernación de Buenos Aires. El argumento es simple: él ya le ganó a Kirchner en ese terreno. Y en la próxima, el candidato a gobernador K será probablemente Daniel Scioli, si no el propio Kirchner, que estaría estudiando un enroque con aquél. Contra estas figuras, el único que tiene puntaje suficiente en la provincia es De Narváez, porque a Graciela Camaño y Chiche Duhalde no les darían los números y sólo quedaría por verse la alternativa de Sergio Massa.
Volviendo a la reunión, Fernández habría tomado en la misma algunos compromisos. Por ejemplo, sondear la predisposición del establishment empresarial ligado al gobierno para empezar a apostar a Reutemann.
Parafraseando a José Mujica, el ex piloto les prometería que no los va a expropiar. Pero también les facilitaría la difícil tarea de alejarse del Titanic antes de que el agua llegue a la cubierta.
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