domingo, 14 de marzo de 2010

CONSTERNACION EN MAR DEL PLATA POR EL CRIMEN DE UN JOVEN.EL AUTOR PENSO QUE EL GRUPO QUE ESTABA CON LA VICTIMA HABIA FALTADO EL RESPETO A SU HIJA

Un chico de 16 años fue asesinado en Mar del Plata de un balazo en el cuello cuando junto a un grupo de amigos iba a la Plaza del Agua para celebrar la fiesta de San Patricio.La víctima fue identificada como Franco Castro López, un adolescente de 16 años que estudiaba en el colegio IDRA, jugaba al básquet en las inferiores de Peñarol y es hijo de los dueños de las reconocidas "Farmacias López".El homicidio supuestamente se desencadenó porque el asesino creyó que los chicos le habían faltado el respeto a su hija en la calle y quiso vengarse a los tiros. Los investigadores ya descartaron la posibilidad de que el grupo se cruzara con una chica después de tomarle declaración a los jóvenes. Es más: por ahora no hay certezas sobre la chica porque no estuvo en el momento del asesinato. Ahora, por el crimen, la policía busca a dos hombres de entre 30 y 40 años, que podrían ser de la zona donde ocurrió el caso, pero las fuentes consultadas no lo confirmaron ya que mantenían la investigación bajo un fuerte hermetismo.El hecho ocurrió ayer pasadas las doce y media de la noche cuando Franco, junto a seis amigos, salió de su casa ubicada en Alvear al 4500 para ir a la fiesta de San Patricio que se estaba realizando en la Plaza del Agua. El grupo de amigos caminaba por Alvear entre Vieytes y Juan José Paso cuando vieron pasar varias veces a alta velocidad a un Citroën C3 gris con vidrios polarizados. De golpe, el auto frenó y el acompañante con el torso desnudo y una campera apoyada en sus hombros bajó y les dijo: "Quien mierda le tocó el culo a mi hija". Los jóvenes no podían creer lo que escuchaban. Pero el hombre les seguía preguntando, cada vez eran más los insultos hasta que llegó a sacar un arma. Por el susto, algunos de los chicos salieron corriendo, otros se alejaron unos metros, pero a Franco el miedo lo paralizó. El asesino lo fusiló con un tiro en la cabeza. Enseguida se subió al auto y escapó junto a su cómplice.Desesperados, sus amigos llamaron a la ambulancia, pero Franco no resistió: murió apenas llegó al hospital.La investigaciónUn patrullero que estaba sólo a dos cuadras del lugar llegó rápido a la escena del crimen e intentó ayudar a Franco, pero la herida era de extrema gravedad.Una vez trasladado el joven en ambulancia, efectivos de la comisaria novena, peritos de la Policía Científica e investigadores de la DDI trabajaron sobre la escena del crimen y recolectaron diferentes tipos de huellas. Además tomó intervención en el caso el fiscal Juan Pablo Lódola, quien ordenó diferentes medidas para conseguir pistas firmes sobre el asesino.Según las fuentes consultadas, la escena era conmovedora: los amigos de Franco no podían cree lo que había pasado. "Los chicos contaron que fue todo una locura. Ellos no tenían nada que ver con los que les decía el asesino, sólo iban caminando hasta la Plaza del Agua. Lo mató por error o porque tenía ganas de matar", confió una fuente extraoficial.Los chicos que iban junto a Castro pudieron dar características físicas precisas sobre el asesino. La policía ya tenía ayer confeccionado un identikit pero los investigadores no dieron a conocer los datos físicos del homicida para no entorpecer la investigación.Pese al hermetismo con que se está manejando la causa desde la Justicia y la policía pudo confirmar que el móvil de robo quedó descartado y que los investigadores se centraban cerca de la escena del crimen para conseguir pistas sobre el asesino. El que haya matado con el torso descubierto y pasado varias veces por el mismo lugar antes de frenar y desatar la tragedia hace suponer que vivía cerca del lugar y que salió rápido de alguna casa al escuchar las supuestas palabras de su hija.Por otra parte, aún no se precisó con qué arma fue que asesinó a Castro porque se estaban esperando los resultados de las pericias, aunque se confirmó que recibió un solo tiro a la altura del cuello.El sepelioLa autopsia a Franco Castro fue realizada ayer a las nueve de la mañana y después el cuerpo del chico le fue entregado a sus padres. Destrozada, la familia realizó un breve velatorio y cerca de las tres de la tarde trasladó el cuerpo del joven hasta el cementerio para darle cristiana sepultura.Fueron cientos, los amigos, vecinos y compañeros que se acercaron a despedir a Franco Castro.

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