*José Luis Ponsico
Si el debate es el pago de la deuda externa o los compromisos inmediatos que tiene el gobierno nacional, un prólogo debería incluir una cita del Papa Juan Pablo II. Hace 12 años, el sacerdote polaco Karol Josef Wojtyla-fallecido en 2005, a los 84 años- refirió a los injusticias del mundo. "La deuda externa es inmoral", disparo el Sumo Pontifice.Otra: mucho antes, un legendario Alejandro Olmos, intelectual de origen nacionalista, nacido en Tucumán y contemporáneo al Papa citado, había iniciado en la Argentina una "cruzada" desde el peronismo contra la política de "extranjerización" de José Alfredo Martínez de Hoz. Olmos fue lejos: el 4 de abril del´82 le inició un juicio al ex ministro.En 1976 era asesor de Roberto Ares, ministro del Interior del gobierno de Isabel Perón, luego de haber participado activamente en el primer peronismo de 1947 al´52. Olmos discípulo del notable pensador tucumano José Luis Torres, ex forjista y autor de la célebre expresión la "Década infame" por los gobiernos conservadores del´30.Un primera conclusión: desde los distintos matices del campo nacional y popular, la deuda externa argentina fue incrementada por el gobierno militar -la dictadura de Jorge Videla y Martínez de Hoz- y resistida por el pensamiento nacional. Hoy, la discusión se hace controvertida. Se mezclaron los actores ideológicos.En el gobierno nacional, Cristina Fernández de Kirchner, invoca la impronta peronista y alude a la necesidad "de pagar parte de la deuda para no caer de nuevo en default" con los costos conocidos en diciembre 2001. Del otro lado, la o-posición -como si fuera una "cruzada patriótica"- defiende las reservas. Todos dicen proteger intereses de la Nación.En el medio quedó el "affaire" Martín Redrado y otra encrucijada de signo ideológico. Por ejemplo, el gobierno nacional visualiza un fuerte conglomerado de todo el arco opositor, donde participa la "centroderecha" del PRO. de Mauricio Macri, pero también otras expresiones cercanas a la Embajada de EE.UU. Aluden a Elisa Carrió y Joaquín Morales Solá.El embate de la nueva mayoría parlamentaria sobre la designación de Mercedes Marcó del Pont, curiosamente con origen "desarrollista-frigerista" (enraizado en todo caso en la vida política del "Grupo Clarín", por sesgo de Rogelio Frigerio luego de deceso del fundador Roberto Noble) deja más dudas que certezas.Una observación: Marcó del Pont remite al gobierno na-cional y a "su pasado familiar ligado al pensamiento desarrollista" se piensa. Cristina, por su parte, hizo férrea defensa de la funcionaria. Ella, ahora, como parte de la decisión de pagar parte de la deuda con las reservas del Tesoro.Antes, Redrado, de cuño liberal, también había llegado al Banco Central por avales del justicialismo y con distintos matices ideológicos (Carlos Menem, Eduardo Duhalde y el propio Néstor Kirchner. "Ser o no ser" en el drama de Hamlet, según "Shakespeare apasionado" en la versión norteamericana del británico John Philip Madden.La cita cinematográfica refiere al gran realizador Juan José Campanella y su filme "El secreto de sus ojos", candidata al "Oscar" por "Mejor película extranjera" y considerada por la crítica generalizada como uno de los mejores filmes en décadas. En tiempos de Raúl Alfon-sín, la Argentina ganó el "Oscar" en el rubro con "La historia oficial". El filme de Luis Puenzo.El fuerte discurso de Cristina en la Asamblea Legislativa de apertura de Ordinarias, estableció -se dice- un "antes" y "después" con buena parte de la "familia ju-dicial". Las estadísticas de Inseguridad -los vaivenes criminales en el Gran Buenos Aires- llevaron críticas de la Presidenta por crecientes excarcelaciones y eximi-ciones de prisión.Un dicho clásico: "Los delincuentes ingresan por una puerta y salen por otra", fue la expresión de Cristina. Y no era la primera vez. El fiscal Federal, Federico Del-gado, de oficio, inició una acción en el Juzgado de la Dra. Servini de Cubría. Antes, el gobierno nacional también había reprochado a los jueces intervinientes en demandas opositoras.Por momentos la vida cotidiana ofrece señales con-tradictorias. La temporada que finaliza dejó un saldo-sólo en la Costa Atlántica- de más de 4 millones de veraneantes. Una "clase media" aparentemente "recuperada" de los sobresaltos de la crisis financierainternacional a partir de octubre 2008. Con una ola de depósitos en el extranjero.Mar del Plata, dicho por el propio jefe Comunal, Gustavo Pulti -entrevista del autor de éstas líneas y el Director del "El Atlántico", Oscar Ortiz, hace una semana- "tuvo la mejor temporada veraniega en una década". Y añadió: "Más de 3 millones de turistas pasaron por el Partido de General Pueyrredón según el ENTUR".El jueves último: el que escribe no llegaba a tiempo para ver River-San Lorenzo en el Monumental Hace un alto en zona de Belgrano. Buscá una confitería con tevé para ver el clásico, algo devaluado, por la tele. Casi imposible. Todos los lugares repletos y el cruce de Cabildo y Juramento -corazón de Belgrano- parecía el Obelisco en un festejo.Comentario de un señor octogenario, al lado del dicente, cuando el 0 a 0 parecía cantado y pasadas las 21. "¿ No estaremos mejor de lo que dicen algunos diarios importantes casi a diario ?", interrogó el ocasional acompañante, sorprendido al rato por el gol del joven entrerriano de apellido Affranchino.Había algunos datos para pasarle, pero el partido seguía y el resultado estaba abierto. Van algunos. En ventas de autos nacionales la Argentina tuvo el mejor mes de febrero de la década -como la temporada marplatense- y se triplicó la producción y ventas. El rubro creció 170 por ciento. Y la cifra alcanzó a 40.106 autos.Las ventas de fábricas a concesionarios llegaron a 49.384, lo que supone un 49,2% más que el año anterior. Los contrasentidos de la Política: la mayoría de los espe-cialistas asignan al gobierno mayor caudal de votos en la "clase baja"; donde se hace sentir el rigor -buenas y malas- del conurbano bonaerense.Al mismo tiempo, se dice que la "clase media" vive con disgusto "el estilo de hacer Política" refiriéndose primero a Néstor Kirchner y luego a Cristina Fernández. Los números establecen otros datos de una misma realidad.Con la vuelta a la institucionalización de los partidos políticos luego de la "Revolución Libertadora" por los triunfantes -también calificada de "fusiladora", desde junio del 56- la revista "Qué" fundada por Raúl Scalabrini Ortiz era los cimientos de otro intento, donde el peronismo proscripto apoyaría a Arturo Frondizi.Hoy, eso sería imposible si se piensa en el debate por los fondos de reservas del Tesoro, los apotegmas sobre el "Bicentenario", las relaciones de unos y otros con la Embajada de EE.UU. y un país con 39 millones de habitantes y dos generaciones que desde cierta "desideologización" apostó (a veces lo reitera) al que "se vayan todos".En el´59 se hablaba de dos partidos "populares" y se discutía sobre acero, carbón, petroquímica, fabricación de maquinarias, tecnificación agraria, transportes y comunicaciones.La vuelta de tuerca y la impronta de Cristina sobre "un pais real y otro,virtual".- .
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