domingo, 25 de julio de 2010

DE REGALO


* José Luis Jacobo
www.noticiasyprotagonistas.com

Así se siente Gustavo Arnaldo Pulti: hasta hoy no paga ninguna cuenta, la maquinaria de falsedades públicas funciona aceitada y está claro que la carnestolendas mediática no es exclusivo resorte de Florencio Aldrey Iglesias.Una lista que llegó a mi mesa de trabajo revela hasta qué punto se ha corroído la relación medios/política/ sociedad. El decreto 1.428, surgido del expediente 3.228 del presente año, dispuso la distribución de $150.000 del erario público municipal entre un conjunto de medios y actores de medios que debían expresar una campaña de “concientización” sobre la negatividad de estacionar en doble fila. Es sencillamente una conducta bastarda pretender que el cambio de actitud de los conductores en la ciudad va a variar porque Jorge Jaskilioff reciba $2.800 de las arcas de la comuna, o por los $1.500 que percibe Claudio Lassiar, hoy vocero de AMETAP.
A la hora de la dádiva pública, todos tropiezan: los muy progresistas de Radio Residencias se embolsaron $5.000, y los medios en manos de FAI se llevaron entre todos $14.100, en una clara demostración de que una Comuna que no arregla los baños de los centros de salud, no engranza las calles, no mantiene alumbrado público y tantas carencias que se suman a diario, no obstante tiene dinero para otras cosas a todas luces más superfluas y controvertibles. Estos recursos públicos no fueron al bolsillo de presentadores radiales o de medios para cambiar conciencia alguna: han tenido por objetivo mantener un pacto de silencio sobre el desquicio evidente que es hoy la administración pública municipal. En charlas de gente de medios, o de empresarios, es común escuchar la queja sobre las consecuencias maléficas para el interés común que representa Aldrey Iglesias. Es un dato de la realidad, no un parecer: el minúsculo brigantino hace de “escalera real” en el paño del poder en la ciudad, cuando en el juego del poder del que en verdad forma parte es apenas un par. Pero es justo decir que muchos de los que critican lo hacen por envidia, quisieran ocupar ese nefasto lugar, tomar todo lo que puedan del erario público y satisfacerse a sí mismos. Esta repartija innoble de dineros públicos en una comunidad en la que miles no tienen los recursos necesarios para lo básico, es cuanto menos procaz. No es de extrañar el silencio mediático en torno a temas centrales de la vida de la ciudad. La platita que repartió el Intendente, no suya sino nuestra, de las tasas municipales que paga la gente, no va a los barrios periféricos. No va a los hogares Gayone y Arenaza. Va a manos de los cómplices del silencio. Para completar este escenario de fraude al vecino de a pie hay que apuntar a la posible sanción de una ordenanza que intenta liberar al Intendente y a su secretario de Hacienda Mariano Pérez Rojas de las consecuencias gravosas que implica la continua burla a la ley por la utilización de recursos afectados para pagar gastos comunes. Sinceró la cuestión el concejal Leandro Laserna, quien afirmó que se debe dar al Ejecutivo una herramienta para solucionar situaciones excepcionales; tal ha sido el caso de los recursos para pagar el aguinaldo. Aclaró Laserna que será “por un breve tiempo”. ¿Cuánto será ese breve tiempo? Porque han estado tomando recursos afectados desde que llegaron a la Comuna, y no dan señales de conseguir resolver estas cuestiones de manera satisfactoria. La corrupción que implica crear campañas absurdas que disfracen la compra de medios para callar lo que ocurre en la ciudad es un instrumento de corto alcance, está probado. Era el propio GAP el que decía “el Intendente está blindado por el afecto de la gente” refiriéndose a su antecesor, y ya sabemos cómo quedó de desflecado el blindaje. Todo concluye: la rueda, inexorablemente, girará, aplastando con la contundencia de los hechos lo que con dinero mal empleado se quiere ocultar

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