domingo, 1 de agosto de 2010

MALICIOSA REALIDAD

* José Luis Jacobo
www.noticiasyprotagonistas.com

El anuncio de entregar a Emprendimientos Terminal SA el carácter de iniciador privado para construir un espacio público en la vieja terminal expuso ante toda la comunidad una maliciosa realidad.Existe en Mar del Plata un acto de traición que se repite desde la llegada de Blas Aurelio Primo Aprile a la Intendencia de General Pueyrredon: cederle el poder que otorgan los votos a Florencio Aldrey Iglesias. Esta traición a la voluntad popular está hoy patentizada en el discurso pronunciado por Gustavo Arnaldo Pulti en conferencia de prensa, donde buscó justificar desde la palabra la entrega de un bien público de manera innoble e indebida.
No van a poder ocultar en este momento la entrega del patrimonio democrático (los votos) a un factor extra poder que vulnera la esencia misma de la vida republicana, la independencia de los poderes públicos, sólo sometidos a la voluntad del soberano, ese sujeto ignorado por estos dirigentes, hoy Pulti, Artime y su séquito, que actúan de sirvientes de Aldrey Iglesias.Maniobras de toda clase empujaron a catorce entidades participantes del llamado Consejo para las inversiones a votar por dejarle las manos libres a GAP, sin ofrecer resistencia alguna ante la consumación de una decisión de bajo vuelo que pretende esconder un negociado repugnante. Desde el mismo día en que se efectuó en el Hotel Costa Galana la presentación del proyecto de César Pelli, señalé en este espacio que sólo una consulta popular podría romper este cerco infame de complicidad, negociados, y bajeza republicana que embarga los asuntos públicos de la ciudad. Reiteré mi convicción el día en que Pelli estuvo en la ciudad, precedido por una reunión con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.La estafa es de tal magnitud que se da cuenta hasta el que no está notificado. En la mañana del 28 de julio y durante el desarrollo del programa “Nada es perfecto”, conducido por Kelo Arenz en la 99.9, los marplatenses saturaron las líneas. Se escucharon al aire más de mil mensajes airados hacia Pulti, Iglesias y el resto de esta banda inescrupulosa que hace de apropiarse de bienes públicos una costumbre perniciosa. Se pronunciaron frases del estilo “hay que incendiar la Municipalidad”, “hay que correrlo al gallego de mierda de Mar del Plata” y tantas expresiones de malestar más fuertes incluso. Pero no, no es la violencia el camino: hay que imponer mediante el voto, esa revolucionaria arma política, un castigo ejemplar que haga tronar el escarmiento echándolos de la política para siempre. A veintiséis años de renacida la democracia, esta sociedad debe sacudirse la anomia y comprometerse definidamente con su suerte. Votar a sujetos como Pulti, Artime, Porrúa -negociador del acercamiento con uno de los grupos que hoy mantienen posiciones en Playa Grande, un próximo escándalo si no hay una acción importante de la oposición- desembocará siempre en la próxima componenda.Como en cualquier historia, en esta también hay gente honorable: cuando menos dos concejales no jugaron a hacer como que estaban en una posición y por detrás se sometían a Aldrey Iglesias. Uno es Guillermo Schütrumpf, quien presentó el proyecto para someter la decisión a consulta popular; el otro es Carlos Katz, que bien señaló que no avala nada de aquello que tenga que ver con entregar este patrimonio a semejante conjunción de gárrulos llenos de ínfulas y propósitos aviesos.Como una cita para ver de qué se trata lo que se viene, alcanza con visitar el Paseo Hermitage, que es algo así como una Salada en pequeño: horrible, berreta, casi un anticipo perfecto de lo que estos dos y sus asociados pueden hacer. Marplatenses, por nacimiento o decisión: no es momento de quejarse. No se puede llorar como niña en falta lo que no se defiende con convicción. En Mar del Plata hay una mafia, y a la mafia se la enfrenta o se perece. Esa es hoy nuestra realidad.

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