Escribe Lic. Abel Cacho Ayala
Cuando estuvo el Arquitecto Pelli en Mar del Plata escribí unas líneas con criterio coloquial donde decía: “Para que el Arq. Pelli nos entienda”, cuando el expresaba no entender el porqué de la demora de la toma de decisión sobre la obra de la ex Terminal. En ese momento yo le contestaba textualmente que: “me gustaría poder decirle que cuando la mayoría de nuestra dirigencia local ve la excelencia a futuro y no el negocio del tome y traiga, se encarga de boicotear lo más ideal y su lóbulos cerebrales se transforman en un bolsillo”. Así parecería que va a ocurrir.
Bajo el argumento de privilegiar lo local, nos intentan poner ante un blanco o negro engañoso justo en este tema. Una de las pocas veces que podemos optar entre el ideal para el futuro de nuestros descendientes o la localía, extrañamente optamos por esta última cuando nunca lo hemos hecho, si no es así, que nuestra memoria recuerde que pasó con Piazzolla, Nacha Guevara, Osvaldo Soriano, Lanata, Slavín, Manolo Rego y muchos más.
Seguramente ahora me dirán que al aeropuerto se lo bautizó con el nombre de Piazzolla, y yo me pregunto, como no va a ser así si ahora ese nombre es un buen negocio marketinero.
No dudo Arquitecto Pelli que desgraciadamente por la inexorabilidad de la biología que ya le otorgó 84 años, su muerte dentro de no muchos años hará que Ud. pase a figurar quizás entre el exponente máximo que haya tenido la arquitectura argentina por su trascendencia. Cuando esto ocurra, sin ninguna duda, le tendremos que contar a nuestra descendencia porque no podemos lucir una obra suya en nuestra ciudad cuando Ud. la ofreció, y va a ser difícil explicarlo, desde ya olvidándonos de quien era la empresa capitalista que la fianciaba la obra. Máxime que para no otorgarla se esgrime el cumplimiento de una norma que se justifica porque una oferta llegó cuatro horas antes, en un país donde ya no queda norma por violar y donde seis tipos tomados de la mano se dan el lujo de cortar el tránsito de la calle y no hay autoridad que lo impida Y esto no es porque la memoria del Arq. Carlos Mariani sea menospreciada y menos desde su condición profesional, pero la realidad histórica es una sola e incontrastable. Así como un Favaloro nos llevará mucho tiempo volver a tener, seguramente con el Arq. Pelli ocurrirá lo mismo. Lo que si le puedo casi garantizar, es que el día que Ud. no este en la tierra, algún oportunista le pondrá su nombre a alguna calle de nuestra ciudad.
Es impensable que al final de su carrera un Gaudí o un Le Corbusier hubiese sido rechazado por alguien en cualquier lugar de la tierra, pero aquí si ocurrió con un argentino.
Permítame arquitecto tucumano, que en nombre de más habitantes marplatenses de los que Ud. pueda creer le pedimos perdón por haberle rechazado una obra que hubiera resultado atractivo turístico, solo por contar con el sello de un profesional como Ud, tal como ocurre en otros lugares del mundo con aquellos que tienen el privilegio de los elegidos.
Por último debo decirle que me entristece que se cumpliera lo que le predije como posible en aquella nota anterior, pero desde hace un decenio estos fenómenos se agudizan en nuestra ciudad.
Que el bolsillo sea una de las vísceras mas importante para el hombre, como suele decirse, puede ser, pero por más llenas que estas vísceras estén, hay una sola cosa que en la vida no tiene precio ni se puede comprar, que se llama dignidad.
Es de esperar que esta sea la última muestra de mediocridad usurera que la dirigencia y algunos marplatenses o no, nos trasladen al resto de los marplatenses nativos y no nativos.
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