CON POQUITO

* Jose Luis Jacobo
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Políticamente Mar del Plata es un baldío, yermo de ideas, de ambición política auténtica y de planes de gobierno. Quienes se amontonan en la imaginaria línea de largada hacia la intendencia sólo tienen una angurria individualista y pobre, que no va más allá del cartelito de intendente o de la puja como el resultado de una obligación ineludible con el partido.
En el primer escalón están todos los aspirantes del PJ, en cualquiera de sus variantes: cristinistas, sciolistas, PJ gremial, etc. Miran balconeando dirigentes con historia y peso en la jugada, como Juan Garivoto o Daniel Rodríguez, que no van a remontar ante el conjunto de electores locales pero saben largo de armar y rosquear buscando la “figura” que pueda servir de cartabón a sus propios objetivos y ambiciones.
Juega lo suyo el radicalismo, que por ahora imagina una elección o con Vilma Baragiola, o con el retornado Tato Serebrinsky. Hay delirios también: es el caso de la oferta que Néstor Mario Sagesse le hizo, en nombre del MO.RE.NA, a Blas Aurelio Primo Aprile para que torne a la lid de la política. Si es por vocación de derrota, la confesión de que no juegan a ganador se lleva las palmas.
Algo distinto -decir nuevo sería un exceso- ha ocurrido en otra fracción de la política local. Diego Garciarena, abogado, ex dirigente de la Franja Morada de Derecho, concejal por el FPV, se presentó con un lema simple: “Garciarena 2011”. Sabe a poco, casi a nada, pero ha puesto patas para arriba al patético grupo que se siente propietario de dicho espacio en MDP.
En mi casilla de emails leo: “La mesa directiva del Frente para la Victoria, luego de una reunión de la misma, ha decidido comunicar que el concejal Diego Garciarena no pertenece al FPV”. ¿La mesa directiva? ¿Quiénes son? Nadie, sólo un concepto de conjunto que esconde nombres, apellidos e intereses. Garciarena, por su parte, ha dicho lo que la política de la ciudad susurra entre bambalinas: “Hay que devolver la intendencia a Hipólito Yrigoyen y Luro, nunca más debe estar en Boulevard Marítimo y Sarmiento”. Poco, insisto, pero estalló como una bomba neutrónica dentro de estructuras que están, pero adentro, hay sólo silencio y ausencias.
En tanto la política se agita de esta ñoña manera, mirándose el ombligo, los remeros marplatenses Cristian y Gabriel Rosso pueden quedar fuera del ranking y perder su categoría internacional porque la comuna no limpia ni mantiene la Laguna de los Padres, donde está localizada la cancha de remo. Los artistas populares son expulsados de sus lugares de trabajo porque el brigantino malicioso (FAI) así lo dispone y los funcionarios acatan sumisos y prestos; una joven marplatense de 25 años es violada cruelmente en pleno casco urbano porque los baldíos que rodean el barrio en el que vive son una tapadera para violentos de tamaña laya.
Perdidos en la necesidad de pervivir en el sistema a cualquier costo, lo que falta, lo que no se hace, lo que no se resuelve es como la publicidad en la que un cliente va por una promoción y le contestan “hoy no, mañana”. Hace ya dos décadas que nos dicen “hoy no, mañana”. Es tanto el hastío general que a Garciarena le alcanzó con poquito, sólo una pegatina y un discurso que dice “2011”. ¡Lo que va a ocurrir el día que alguien arroje tres ideas!