sábado, 29 de enero de 2011

"NO HAY UNA MIRADA NEGATIVA DEL GOBIERNO PERO SERIA BUENO QUE UNA FUERZA POLITICA DISTINTA SE HAGA CARGO DE LOS FUTUROS AÑOS DE GESTION"

por Juan Pablo Fioriti para el
Diario La Capital de Mar del Plata


¿Un Alfonsín puede frenar la inflación? A Ricardo Alfonsín se le transforma la cara cuando escucha la consulta de LA CAPITAL. Y se muestra sorprendido. Aunque no hace falta recordarle los dolores de cabeza que tuvo su padre con la suba de precios para explicarle el motivo de la pregunta. El precandidato presidencial de la UCR frunce las cejas, gesticula con las manos como si estuviera en un acto de campaña y se toma unos segundos para responder: "Yo no soy Raúl", aclara. Y jura tener la receta para detener los aumentos: "Voy a impulsar un acuerdo de precios y terminar con el mamarracho del Indec".
De campaña en Mar del Plata, Alfonsín dice que el Gobierno niega la inflación y "engaña a la gente". Además, asegura que las encuestas lo ubican segundo en la carrera presidencial, detrás de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y pronostica un escenario de segunda vuelta para las elecciones de octubre.
El diputado toma distancia de algunos radicales que pusieron en duda la postulación de Julio Cobos y considera que finalmente el vicepresidente decidirá lanzarse a la pelea por la Casa Rosada. "Creo que se va a presentar. Pero prefiere ir a la interna en agosto", sostiene.
La UCR formalizó esta semana el llamado a elecciones internas para el 30 de abril con Sanz y Alfonsín como protagonistas, ya que Cobos explicó que no formará parte porque considera "ilegal" la instancia radical. "Respeto su decisión, pero no la comparto", opina el hijo del ex presidente.
Los radicales elegirán en abril sólo el candidato a presidente, pero la selección del postulante a la vicepresidencia sigue siendo uno de los temas centrales en el debate partidario, sobre todo ligado a la figura del socialista Hermes Binner, que se lo disputan desde varios sectores.
Alfonsín encabezó anoche un acto en la peatonal San Martín y San Luis, pleno centro de la ciudad, el mismo lugar donde su padre Raúl Alfonsín realizó un acto antes de los elecciones presidenciales de 1983. Lo hizo acompañado por el nuevo titular del Comité Nacional de la UCR, Angel Rozas; el senador Gerardo Morales; el diputado Gustavo Serebrinsky; el jefe del radicalismo bonaerense, Miguel Bazze; el titular porteño del partido, Carlos Más Vélez; y el presidente del bloque de diputados, Ricardo Gil Lavedra, entre otros.
Antes del acto, el precandidato estuvo a solas con LA CAPITAL. Y habló de todo: desde una posible alianza con el socialista Hermes Binner hasta sus diferencias con el Gobierno.
- ¿Se ve con chances de llegar a la presidencia?
- Me veo con serias chances porque hay una fuerte demanda de cambio. La sociedad no tiene una mirada exclusivamente negativa del Gobierno, pero considera que sería bueno que una fuerza política distinta, con más respeto por las instituciones, mayor vocación para el diálogo y una visión más estratégica, se haga cargo de los futuros años de gestión.
- ¿Está lejos de Cristina en las encuestas?
- Según la información que tenemos, va a haber segunda vuelta. Cristina tiene 31% de intención de voto y yo estoy segundo con 19%, con una tendencia creciente y un elevado porcentaje de indecisos.
- ¿Cuál sería la primera medida que tomaría si fuera presidente?
- Tomaría muchísimas. Pero lo primero que haría sería recuperar la ejemplaridad. Conmigo se van a acabar los superpoderes, el Consejo de la Magistratura, los decretos de necesidad y urgencia y la falta de transparencia en el Estado. En definitiva, mi objetivo es respetar las instituciones y recuperar la confianza de la sociedad. Además, convocaría a la oposición para acordar políticas de estado, detener la inflación y definir un proyecto educativo y de seguridad.
- ¿Por qué el Gobierno no puede frenar la suba de precios?
- En primer lugar hay que reconocer la inflación, no como hace el Gobierno que la niega. Encima el Indec engaña a la gente en lugar de decirle la verdad. Voy a demostrarle a la sociedad que tengo intención de detener la suba de precios. También implementaría políticas monetarias, fiscales y cambiarias para acompañar el consumo con inversión. Otra de las medidas que impulsaría sería un acuerdo de precios y salarios entre los trabajadores y las empresas.
- ¿Cobos es de centroizquierda?
- Según Kirchner, sí. Cobos es un hombre progresista. El propio ex presidente lo decía.
- ¿Y Sanz?
- Es un hombre del radicalismo, más allá de que siempre hay corrientes, puntos de vista y matices diferentes en nuestro partido.
- ¿Binner lo va a acompañar en la fórmula presidencial?
- En primer lugar, a mí me gustaría combinar una fórmula con el socialismo. En segundo término, si dijera públicamente que me gusta determinado dirigente sería una falta de respeto para ese político y para la fuerza que integra. Y en tercer lugar hay que discutir cómo se ocuparán los dos términos de la fórmula.
- ¿Pero hay conversaciones en marcha con Binner?
- No, no hemos conversado acerca de las candidaturas. Tenemos una muy buena relación y venimos trabajando junto a los equipos del socialismo y de Margarita Stolbizer en la elaboración de propuestas.
- Su padre dijo una vez que los radicales sufren el poder y los peronistas lo gozan. ¿Coincide con esa apreciación?
- Depende del sentido que se le dé. Para quien es consciente de la responsabilidad que representa ocupar un cargo público, el poder nunca puede ser vivido con placer. Los que no tienen mucha conciencia de las consecuencias que acarrea tomar una decisión equivocada, conciben el poder de una manera frívola. Nosotros, en cambio, en algún sentido tenemos una concepción dramática del poder.
- Después de la experiencia de su padre y de la Alianza, ¿cree que sólo el peronismo puede gobernar en la Argentina?
- Es una pregunta con mucha superficialidad. El radicalismo no es un cuerpo orgánico que tenga un ADN que lo condicione, sino un conjunto de ideas, principios y valores. El partido se va renovando y los hombres de hoy no son los mismos de hace 20 ó 30 años. También gobernamos con Alvear, Illia e Yrigoyen y han sido gestiones extraordinarias que son valoradas por todos a lo largo de la historia. Vamos a demostrar que no sólo podemos crecer en la Argentina, sino transformar ese crecimiento en bienestar general, algo que le falta a este gobierno.
- ¿Qué opina de la gestión de Cristina?
- Veo algunas cosas positivas y otras negativas. No hemos aprovechado una oportunidad extraordinaria como lo podríamos haber hecho. Desde 1810, ningún Gobierno tuvo un contexto internacional tan favorable como el de Néstor Kirchner. Hemos estado creciendo a tasas chinas. Sin embargo, la salud pública, la seguridad, la educación y la pobreza están igual o peor. El crecimiento solo no alcanza, eso es lo que no entiende el Gobierno.
- ¿Lo decepcionó el kirchnerismo?
- Nunca me ilusioné demasiado. Cómo me voy a ilusionar con un partido que lo primero que hizo cuando llegó al poder fue destruir al adversario. Se pelea con la prensa, la Justicia, la oposición... En definitiva, confronta con toda institución con la que tiene discrepancia.
- ¿Cuál es su mayor preocupación?
- La inseguridad es uno de los problemas que más me preocupan. Hay una porción de la policía, la Justicia y el sistema carcelario que están en connivencia con el delito.
- ¿Coincide con que su lugar en la política está relacionado al espacio que ocupó su padre en la historia?
- No. De todos modos, sé que me ayudó mucho.

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