SIN NOVEDADES AL FRENTE

* Matias Frati para el Semanario
Noticias y Protagonistas

Sigue demorándose la posibilidad de que el frigorífico Sadowa cuente con una salida clara a su situación de quiebra. Ni la subasta de sus activos, ni la expropiación de los bienes. Por el momento, todo es incertidumbre. Y esa es la peor combinación posible.
Tal como lo anticipáramos oportunamente, el miércoles pasado se realizaron los dos llamados a remate por los activos del frigorífico Sadowa, pero no hubo oferentes.
La subasta se concretó en horas de la mañana en el Colegio de Martilleros, donde hubo representantes de, por lo menos, dos grupos que mostraron interés en adquirir los bienes. Sin embargo, no se concretó ninguna de las propuestas que se especulaban.
En el primer llamado del miércoles, los activos de Sadowa fueron ofertados en $ 15 millones, y en el segundo caso en $ 10 millones. La martillera Silvia Moreti confirmó que la subasta mínima estaba por debajo de la valuación fiscal de $ 11 millones. Antes, en el primer y segundo llamado, los activos del frigorífico fueron propuestos por $ 31 millones y $ 21 millones, respectivamente.

Sin oferentes

Como desde hace tres meses, no hay oferentes que se presenten para comprar los activos de Sadowa. Aun cuando existen datos concretos de que hay dos grupos empresariales motivados para pujar por el establecimiento local.
Para Moreti, a cargo de la subasta del frigorífico Sadowa, fue sorpresiva la falta de oferentes: “nos llamó la atención que no haya habido ofertas, porque nos habían llamado interesados a quienes les presentamos la filmación y los planos del frigorífico".
La profesional explicó que "incluso vinieron a la subasta pero no hicieron oferta, a pesar que la base para el remate de 10 millones de pesos es casi como la valuación fiscal de 11 millones de pesos”.
¿Qué puede pasar ahora? Que en las próximas horas el juez Alberto Vidal ponga fecha para una nueva subasta pública, con una nueva base. También se maneja la posibilidad de que ya se esté esperando que salga a remate sin piso.

¿Ordenanza distorsiva?

Hace varias semanas, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza a pedido del grupo de trabajadores que se organizaron mediante una cooperativa de trabajo, para facilitar los caminos a la expropiación de los activos. El texto promulgado generaba ruido en los supuestos interesados, lo que motivó una aclaración de los concejales: la ordenanza no interfiere en el procedimiento judicial, sino que tendría razón de ser luego de que se agotaran las instancias legales para la subasta.
Así lo entiende también la martillera Moreti, quien negó que dicha norma haya tenido que ver con la falta de interesados: "no tiene nada que ver. Por eso hoy salió la subasta como estaba programada. De otra manera, se hubiera suspendido. La subasta se realizó en forma normal pero no hubo oferentes”, indicó.
Los trabajadores están claramente divididos: el sindicato de la carne desea que se concrete el remate para que puedan cobrar los cesanteados, mientras que una cooperativa que pretende recuperar el frigorífico espera que se agoten las instancias judiciales para pedir la expropiación y reclamar el manejo del establecimiento.
Pero un problema crucial al que se enfrentan los trabajadores es que todavía no hay claridad sobre el destino de Sadowa.
Da la impresión de que, a esta altura de las cosas, cualquiera de las dos opciones, subasta con empresarios privados y expropiación por parte del Estado, podrían ser congruentes en la solución de un problema que ya data de varios años.
Luego habrá que discutir si una alternativa es mejor que la otra. Si es preferible la gestión empresarial o la gestión de la economía social a manos de quienes llevaron adelante el emprendimiento desde el trabajo.
Pero a pesar de todo eso, lo fundamental es que el frigorifico Sadowa tenga carne para cortar. Esto es, que obtenga cuota Hilton y que pueda comercializar al exterior los cortes sin hueso y al mercado interno los cortes populares. Si no se da esta síntesis, cualquiera de las dos formas de gestión será de corto plazo.