domingo, 31 de julio de 2011

UN JUEZ DENUNCIO EN MAR DEL PLATA A POLICIAS POR EL ARMADO DE CAUSAS

Informe Diario
La Capital MDP

Dos agentes de la comisaría cuarta de esta ciudad fueron denunciados por un juez de garantías de engañar a la Justicia local con el armado de causas. Todo surgió cuando en un juzgado reconocieron la repetición de testigos. Las acusaciones son gravísimas y hasta se habla de grupos "parapoliciales", ya que con el engaño se allanaban domicilios señalados por personas vinculadas a foros de seguridad.
El juez de garantías Juan Tapia denunció en las últimas horas a dos policías de esta ciudad de organizar a testigos falsos y armar causas para poder allanar domicilios y de esa manera incrementar a favor las estadísticas policiales de la comisaría cuarta.
"Se trata de un hecho de tal gravedad institucional que puede significar un antes y un después en la relación entre la fuerza policial y la Justicia marplatense", dijo una altísima fuente del Departamento Judicial Mar del Plata.
Tapia descubrió en al menos seis causas que los dos policías cuestionados siempre utilizaban a las mismas personas como víctimas de hechos inexistentes o como testigos. De esa manera engañaban a los fiscales de turno y a los jueces de garantías, quienes autorizaban allanamientos en domicilios en donde nunca se secuestraban elementos vinculados con los delitos que se denunciaban. Eso sí, debido a que las casas allanadas pertenecían a personas que realizaban actividades ilícitas siempre se lograba hallar armas o drogas, con lo cual "justificaban" esos operativos.
Tan grave como esto es que uno de los falsos testigos (en ocasiones, falsa víctima) sería una persona activista en foros de seguridad. "Acá estamos hablando de un cuasi grupo mixto, parapolicial, que se encarga de señalar a personas que cometen delitos y les inventan causas para poder meterlos presos", dijo la fuente judicial consultada.
Debido a la gravedad de los hechos que se denuncian, mañana habrá una reunión en la que el fiscal general Fabián Fernández Garello resolverá la competencia de la causa que por ahora cayó en la órbita del fiscal Juan Pablo Lódola. Este fiscal es uno de los engañados, junto a Mariano Moyano, Daniela Ledesma y Andrea Gómez, por lo tanto Fernández Garello revisará las actuaciones para fijar competencia.
En tanto, desde la policía no se emitieron comunicados oficiales al respecto (ver aparte). Por averiguaciones efectuadas por LA CAPITAL al cierre de esta edición, los dos efectivos policiales con rango de capitán y subteniente serían apartados de sus funciones en las próximas horas, dependiendo estos de la resolución de Asuntos Internos de la institución.
Los cargos que podrían imputarse a los dos policías y a los testigos recurrentes serían diversos, y van desde estafa procesal, falso testimonio, falsa denuncia y hasta asociación ilícita, además de los que les cabe a los funcionarios por sus deberes públicos.
Las causas
En el transcurso de esta semana, el juez Tapia recibió en su juzgado una causa tramitada en la fiscalía de Daniela Ledesma y en la que se solicitaba órdenes de allanamiento para tres domicilios.
En esos operativos se buscaba secuestrar un vehículo Fiat Duna celeste desarmado, autopartes y una camioneta Ford F-100, todo esto en el marco de un presunto robo automotor.
Lo primero que llamó la atención del juez fue que nunca se había denunciado el robo de vehículo alguno y que la investigación la había iniciado un efectivo policial de la comisaría cuarta, aunque el supuesto delito se cometía en la otra punta de la ciudad, en jurisdicción de la comisaría quinta.
Lo otro que sorprendió al juez Tapia fue la identidad de los dos testigos presentados en este caso, nombrados en este artículo para mayor comprensión de la compleja trama como Testigo 1 y Testigo 2.
Lo cierto es que el Testigo 1 manifestó que el 25 de julio de 2011 caminaba por la calle Galicia hacia Fortunato de la Plaza a la 1.30 de la mañana cuando reconoció a un hombre a bordo de una camioneta Ford F-100, camioneta que remolcaba un Fiat Duna semidesarmado. El Testigo 1 dijo que conocía a dos de los hombres que hacían la maniobra al punto que declaró detalles sobre las actividades que realizaban.
Al juez Tapia le pareció extraño que el Testigo 1, con domicilio en otro sector de la ciudad, caminara a esa hora por allí, como también que no precisara cómo conocía las actividades que ambos hombres cometían.
Luego, en la misma causa, el Testigo 2 dijo que al pasar "circunstancialmente" por la calle Arana y Goiri, frente a un galpón o taller grande, reconoció a uno de los hombres que el Testigo 1 había dicho que iba en la camioneta. Que ese hombre estaba bajando un motor y que era una "acción sospechosa". Que luego de eso se lo comentó a un policía de la comisaría cuarta, ubicada en la otra punta de la ciudad. Esto al juez lo terminó por convencer de que alguna irregularidad había y tomó nota de los dos policías que intervinieron, ambos de la comisaría cuarta.
Ayudado por su equipo de trabajo, el juez Tapia comenzó a revisar en causas anteriores y confirmó sus sospechas.
Conexiones
El 2 de mayo el Testigo 1 había denunciado haber sido víctima de un robo cometido por cuatro hombres a bordo de dos motocicletas. Esto sucedió cuando esperaba el colectivo en la parada de Beruti y Juncal, hecho al cabo del cual los delincuentes le sustrajeron una billetera con setenta pesos, documentos y un reloj.
El Testigo 1 dijo ante el fiscal Juan Pablo Lódola conocer a los autores, aportando tres apodos y un apellido, asegurando saber quiénes son porque "estos sujetos están azotando a todo su barrio, siempre se encuentran armados e intimidan a sus víctimas y vecinos para que nadie los denuncie? lo sabe todo el mundo, pero como siempre se encuentran armados, todo el barrio les tiene miedo? el accionar de estas personas es de lunes a lunes y desde horas tempranas".
Este individuo, el Testigo 1, aportó información sobre los 8 domicilios donde residían circunstancialmente estos delincuentes.
Pero además, el testigo del robo y que declarara como tal resultó ser... Testigo 2. Este hombre dijo haber visto cuando "le estaban robando a un muchacho en la parada de colectivo". También declaró un Testigo 3, quien dijo ser remisero "trucho" y que esa madrugada llevó a delincuentes por distintos domicilios.
El fiscal Lódola pidió al juez Tapia los allanamientos, los cuales fueron librados ante la contundencia de las pruebas. Pero en los allanamientos no se recuperaron elementos robados a Testigo 1, aunque sí armas y proyectiles.
Esos procedimientos fueron realizados por los dos policías de la comisaría cuarta cuestionados, incluso uno de ellos fue quien recibió la denuncia de Testigo 1.
Más casos
Cuando el juez Tapia descubrió esto en el transcurso de esta semana pidió a su equipo de colaboradores que buscaran causas en donde los policías intervinientes fueran los dos de la comisaría cuarta y que aparecieran como testigos o víctimas Testigo 1 y Testigo 2. La sorpresa fue mayúscula.
El 30 de mayo pasado, en una causa que recayó en el turno del fiscal Mariano Moyano, Testigo 2 denunció haber sido víctima de un robo... cuando esperaba el colectivo en una parada de Beruti y 228. Que cuatro jóvenes lo asaltaron y escaparon en dos motocicletas y que después de ser despojado de sus bienes (billetera, teléfono, ropa, etc.) fue ayudado por un hombre.
La denuncia la tomó uno de los mismos policías en la comisaría cuarta y el hombre que se había acercado a socorrer a Testigo 2 era... Testigo 1, quien volvió a aportar datos de 10 domicilios porque conocía a los delincuentes.
La investigación fue desarrollada por los policías cuestionados del Gabinete de Prevención de la Comisaría Cuarta.
En esa causa, volvió a declarar Testigo 3, con un testimonio similar al del caso anterior.
El juez de garantías no fue Tapia, sino Roberto Errandonea, quien negó los allanamientos al no estar certificado policialmente que esos domicilios fueran de los delincuentes acusados del robo. Pero los dos efectivos policiales cuestionados se encargaron ellos mismos, junto a Testigo 1, 2 y 3 de ratificar los domicilios.
Luego se agregó el testimonio de un "amigo" de la víctima del robo, quien aseguró que Testigo 2 había regresado a su casa sin zapatillas y sin otras pertenencias producto del robo.
Finalmente el juez de garantías autorizó sólo cuatro allanamientos, arrojando resultados negativos respecto a los supuestos objetos robados. Pero sí se hallaron armas.
En otra causa del 21 de marzo fue el Testigo 3 el que denunció haber sido víctima de un robo en Libertad y Juncal, cometido por dos hombres y dos mujeres.
Testigo 3 lo denunció en la comisaría cuarta y el primer testigo resultó ser... Testigo 1. El caso sucedió en otra parada de colectivo y Testigo 1 volvió a "reconocer" a los ladrones.
El segundo testigo fue... Testigo 3.
La investigación fue encabezada por uno de los policías de siempre y el fiscal Lódola pidió allanamientos que el juez Tapia autorizó en su momento. Obviamente, el resultado respecto al hecho investigado fue negativo, pero se secuestraron armas y drogas.
Por último -tras la primera tarea investigativa del juez Tapia iniciada entre semana- se descubrió otra causa radicada el 22 de enero de este año y que fuera iniciada por una denuncia de Testigo 1.
Este hombre, que está vinculado a foros de seguridad ciudadana de la jurisdicción de la comisaría cuarta, denunció que en Ayacucho al 500 fue interceptado por un hombre que le robó sus pertenencias.
También, como en otras causas, aportó datos del domicilio del ladrón, a quien volvió a ver cuarenta y cinco minutos más tarde. La denuncia se la "entregó" a los dos policías cuestionados y uno los testigos fue Testigo 2. La fiscal Andrea Gómez pidió el allanamiento del domicilio, el cual fue otorgado por el juez de garantías Daniel De Marco. El resultado fue negativo.
Resolución
Ante las evidentes irregularidades, el juez Tapia realizó la denuncia en la que marcó que "estas actuaciones han tenido por objeto lograr un considerable número de registros de domicilio, accediendo a un ámbito tutelado por la Constitución Nacional en base a datos falsos, logrando inducir a engaño a los fiscales que requirieron esas medidas y a los jueces que habilitaron esos allanamientos, procedimientos en los que han participado los funcionarios policiales investigados, que como era de esperar en ningún caso arrojaron resultados positivos respecto a los presuntos delitos de acción pública denunciados, pero que permitieron servir de expediciones de pesca para el hallazgo de otros elementos de cargo para formular imputaciones penales y que han servido para la producción de estadística policial de presunta eficacia en el control de la criminalidad".
Por todo esto, se inició la investigación penal y el juez Tapia dio intervención al Ministerio de Justicia y Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, con el objeto de llevar adelante las actuaciones administrativas de rigor y notificar también al jefe departamental de Mar del Plata.
También el juez decidió enviar copia al presidente de la Cámara Penal y Garantías de Mar del Plata, al fiscal general departamental, a la defensora general departamental, así como a los fiscales y jueces de garantías que intervinieron en las investigaciones mencionadas. Finalmente, en función de la gravedad de los hechos denunciados, se libró copia de lo actuado a la Secretaría de Derechos Humanos de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires y a la Comisión Provincial por la Memoria, Comité contra la Tortura.

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