martes, 16 de agosto de 2011

REVERTIR LA DERROTA APABULLANTE, UNA CICLOPEA TAREA DE LA OPOSICION

Por Eduardo Cao
para El Retrato de Hoy

Cualquier explicación es válida. Cualquier argumento tiene sentido. Pero ambos, explicaciones y argumentos por más variados que sean, naufragan en la contundencia de los números, aunque en política, lo sabemos, dos más dos no necesariamente suman cuatro. El triunfo amplio, cómodo, de Cristina Fernández de Kirchner en las primeras internas abiertas y simultáneas de la historia argentina, le asigna a la Jefa de Estado el papel de protagonista excluyente para las presidenciales de octubre.A escasos 70 días, todo parecería indicar que el antepenúltimo mes del año tendrá sólo una fecha de compulsa popular: el día 23. Aciertos del oficialismo, errores de la oposición y cierto apego social al “status quo”, hicieron lo suyo para que CFK arrasara con el 50 por ciento de los votos, dejando a casi 38 puntos a Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde y a cerca del 40% al socialista Hermes Binner.
Pensar que puede revertirse la tendencia, pareciera ingresar más en el terreno de la utopía que de las probabilidades. Las razones son varias: la primera y principal es que, así como el domingo 14, los electores no hallaron una opción clara a la oferta antikirchnerista, es difícil, sino imposible, que masivamente, la descubran de aquí hasta el 23 de octubre.
Recuerdo que en 1995 se calificó a los sufragios que dieron a Carlos Menem la segunda Presidencia en plena convertibilidad, como “voto-cuota”, esto es que el “factor bolsillo” jugó un papel preponderante. Así nos fue en el festival consumista.
Tal vez –no soy economista para fundamentarlo- aquella situación se haya repetido en esta oportunidad. Hay dinero circulante, existe una sensación de bienestar económico en algunos sectores de la sociedad, por el momento no existen coletazos de la crisis internacional que castiga a estadounidenses y europeos y los precios de nuestros productos primarios en los mercados internacionales no cesan de subir.
También es cierto que hay muchos argentinos que apenas sobreviven en la pobreza más absoluta. Esto es así. Como también es una realidad que recursos del Estado (de todos los argentinos) son desviados hacia amigos y socios del poder.
No importó: los votos, fueron para el triunfo abrumador del cristinismo, sin ninguna discusión e inapelables en su aspecto fundamental como lo es la expresión democrática del pueblo.
Y aquí un punto y seguido, con reflexión incluida: la agenda de prioridades de un pueblo, no siempre coincide con las expectativas planteadas por comunicadores y analistas políticos. A veces, se da de narices con la opinión popular generalizada y expresada.

POCO, PERO TIEMPO AL FIN

El gran interrogante, ante la contundencia de los resultados de las primarias, es qué camino elegirán transitar los opositores hasta el 23 de octubre.
Lograr neutralizar y atraer a cuatro millones de votos que el domingo 14 decidieron apoyar a Cristina, aparece como una tarea ciclópea para Eduardo Duhalde, Ricardo Alfonsín y Hermes Binner. Alberto Rodríguez Sáa, más lejos de ese terceto, puede exhibir su gran logro: el “modelo” San Luis fue el único distrito provincial que postergó al “modelo” nacional y se alzó con una clara victoria.
Claro que tanto el ex mandatario cuanto el hijo del ex Presidente se encuentran con dificultades legales y fácticas para construir una única opción en los venideros setenta días. Como por ley no se pueden modificar las listas, si uno de ellos se baja de la candidatura para apoyar al otro, dejaría huérfanos a los demás integrantes de sus nóminas. Además, tendrán que evaluar minuciosamente el grado de pertenencia a sus figuras de las adhesión que recibieron el 14/8, por aquellos de que “los votos no tienen dueño”.
Por su parte, Binner se despegó de cualquier acuerdo con fuerzas que no sean absolutamente afines con el Frente Amplio Progresista. No lo dijo, pero quizá aceptaría a la devaluada Carrió, si es que Lilita depone actitudes que, sin duda, la llevaron a menos del 4% de adhesión electoral. Pero la dirigente de la Coalición Cívica también enfrentará el dilema de la orfandad en que dejaría a sus compañeros de lista.
Mientras, Cristina Fernández se dio el lujo de mostrarse en un rol que no había desempeñado en los dos últimos años: el de componedora. Fue durante una conferencia de prensa posprimarias, acotada a cinco preguntas en total, en la que se cuidó de no criticar a sus oponentes, a destacar que la Argentina está muy firme pese a la crisis internacional, a remitir el diálogo político con las fuerzas de la oposición, al ámbito del Congreso Nacional, y a rechazar la posiblidad de que se implemente la boleta única por categorías para el 23 de octubre.
Apareció la Presidenta como muy segura de que poco es lo que tendrá que mostrar en este mes y pico para imponerse en primera vuelta.
A menos que se cumpla el vaticinio del contertulio del café en la columna de hace unas semanas, luego de las elecciones santafesinas: “Imbatibles, imbatibles, son sólo los personajes de las historietas”. ¿Recuerdan?: “… entre agosto y octubre hay casi 70 días y en ese lapso ningún intendente, sobre todo del conurbano bonaerense de los que siguen enrolados a regañadientes en el llamado “modelo”, hipotecará su liderazgo ni cerrará las puertas a los dineros que le envía Cristina. Harán los deberes que les impone la Rosada. Pero en octubre será otro cantar: cuando se cuenten los votos el 23 a la noche, la situación será irreversible. Si hay continuismo, ellos “caerán parados” y si no, también, incluso ante la posibilidad de una segunda vuelta”.
Hoy son más especulaciones y deseos que lo que marca la realidad. Veremos.

caoelretrato@live.com.ar

No hay comentarios: