El ex Secretario de Agricultura, Ganaderia y Pesca -cuya gestion se caracterizo por la depredacion de los frutos de mar y negociados con los permisos de pesca durante la gestion menemista--y ex gobernador bonaerense Felipe Sola aseguró que hubo imprevisión en el gobierno provincial ante la falta de fondos, y dijo que el gobernador "conoce la situación desde el día que jura". "El único camino es seguir en este modelo nacional y popular", aseveró
Crédito foto: NA
De ida y vuelta. Así parece ser la relación de Felipe Solá con el kirchenrismo. Gobernador de la provincia de Buenos Aires durante la presidencia de Néstor Kirchner, fue electo diputado nacional por el Frente para la Victoria en 2007, pero el conflicto con el campo, del que por estos días se cumplieron cuatro años, lo puso en la vereda de enfrente.
Su perfil opositor se afianzó en 2009, cuando en alianza con Francisco de Narváez y Mauricio Macri, le propinaron la única derrota electoral al kirchnerismo. Sin embargo, la muerte de Kirchner y el posterior devenir de la alianza opositora, lo volvieron a poner en sintonía con el oficialismo, aunque suena difícil que sea aceptado nuevamente en las huestes kirchneristas.
De todas formas, Solá parece dispuesto a profundizar su acercamiento al Gobierno (al menos desde lo ideológico), y hasta dispara duras críticas hacia su sucesor en la Provincia, Daniel Scioli, con quien mantenía hasta hace muy poco un diálogo fluido.
"En Buenos Aires la situación es muy mala. Desde ya que la población no fue advertida de lo que iba a pasar, no se la preparó, no hubo anticipo de lo que podía pasar. Hubo un dejarse estar del gobierno de Daniel Scioli pensando que la Nación iba a aportar los fondos", aseguró Solá en una entrevista con el diario Página 12.
El diputado culpó de "imprevisión" a Scioli, al afirmar que durante su gestión al frente de la Provincia "buscaba la solución con seis o siete meses de anticipación", aunque también aseguró que el enfrentamiento "tendrá costos políticos para la Presidente".
"De tanto ir a pedirle a la Casa Rosada, de tanta concentración en los recursos, se empieza a ver que si no hay clases, si hay problemas de inseguridad, existe responsabilidad nacional y no la responsabilidad de quien verdaderamente la tiene, que es el gobernador de cada provincia", afirmó Solá.
Desde lo político, Solá fue más duro aún con Scioli: "El mensaje es que este hombre que no puede pagar los aguinaldos, que endeuda la provincia, que hace un acuerdo por los bingos para pagar gastos corrientes; este hombre ¿quiere ser presidente? ¿Y además necesita que lo salve Cristina? Ese es el mensaje", sostuvo.
Con respecto al futuro, Solá fue enfático al señalar que no hay otro modelo que el trazado en los últimos años. "Soy un convencido de que no hay otra forma que seguir con el camino que venimos andando: un modelo nacional, popular, orientado hacia el mercado interno. No hay otra forma. Y tenemos mucho por recorrer".
Y por si fuera poco, se hizo eco del rechazo que sectores ultrakirchneristas manifiestas sobre la posibilidad de que sea el actual gobernador bonaerense el candidato oficialista en 2015. "Es vox populi que Scioli no es un candidato querido como continuador de Cristina", aseguró.
Su perfil opositor se afianzó en 2009, cuando en alianza con Francisco de Narváez y Mauricio Macri, le propinaron la única derrota electoral al kirchnerismo. Sin embargo, la muerte de Kirchner y el posterior devenir de la alianza opositora, lo volvieron a poner en sintonía con el oficialismo, aunque suena difícil que sea aceptado nuevamente en las huestes kirchneristas.
De todas formas, Solá parece dispuesto a profundizar su acercamiento al Gobierno (al menos desde lo ideológico), y hasta dispara duras críticas hacia su sucesor en la Provincia, Daniel Scioli, con quien mantenía hasta hace muy poco un diálogo fluido.
"En Buenos Aires la situación es muy mala. Desde ya que la población no fue advertida de lo que iba a pasar, no se la preparó, no hubo anticipo de lo que podía pasar. Hubo un dejarse estar del gobierno de Daniel Scioli pensando que la Nación iba a aportar los fondos", aseguró Solá en una entrevista con el diario Página 12.
El diputado culpó de "imprevisión" a Scioli, al afirmar que durante su gestión al frente de la Provincia "buscaba la solución con seis o siete meses de anticipación", aunque también aseguró que el enfrentamiento "tendrá costos políticos para la Presidente".
"De tanto ir a pedirle a la Casa Rosada, de tanta concentración en los recursos, se empieza a ver que si no hay clases, si hay problemas de inseguridad, existe responsabilidad nacional y no la responsabilidad de quien verdaderamente la tiene, que es el gobernador de cada provincia", afirmó Solá.
Desde lo político, Solá fue más duro aún con Scioli: "El mensaje es que este hombre que no puede pagar los aguinaldos, que endeuda la provincia, que hace un acuerdo por los bingos para pagar gastos corrientes; este hombre ¿quiere ser presidente? ¿Y además necesita que lo salve Cristina? Ese es el mensaje", sostuvo.
Con respecto al futuro, Solá fue enfático al señalar que no hay otro modelo que el trazado en los últimos años. "Soy un convencido de que no hay otra forma que seguir con el camino que venimos andando: un modelo nacional, popular, orientado hacia el mercado interno. No hay otra forma. Y tenemos mucho por recorrer".
Y por si fuera poco, se hizo eco del rechazo que sectores ultrakirchneristas manifiestas sobre la posibilidad de que sea el actual gobernador bonaerense el candidato oficialista en 2015. "Es vox populi que Scioli no es un candidato querido como continuador de Cristina", aseguró.
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