En la última semana se acentuó la suba de precios en el mercado interno con incrementos promedio de un 25 % que afectan, fundamentalmente, a la canasta básica de consumo familiar. Alimentos panificados, pastas frescas y secas, aceites, carnes vacunas y aviares lideran las subas que se vienen produciendo a causa de los aumentos de la harina y el maíz.
Estos precios comenzaron a subir ante la perspectiva, favorable a grandes exportadores, de que el próximo gobierno pondrá fin a la regulación del tipo de cambio y levantará gran parte de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, sin aplicar medidas regulatorias en el mercado interno.
Las subas en otros alimentos de primeras marcas, como enlatados, conservas y gaseosas, no encuentran otra explicación que una actitud especulativa y de abuso de las posiciones dominantes en el mercado. Asimismo se ha denunciado una abrupta remarcación de frutas y verduras en grandes cadenas de comercialización.
A partir de los anuncios de liberalización del precio del dólar también se están produciendo aumentos injustificados de insumos de uso difundido de carácter industrial. Se redujeron drásticamente plazos de pago y en muchos casos se ha suspendido el abastecimiento, como en el sector de la metalmecánica. Estos hechos se conocen a partir de un relevamiento realizado entre empresarios Pymes en distintos rubros.
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) considera inaceptable este comportamiento especulativo de los grandes formadores de precios.
Durante los últimos meses, previamente al balotaje, la tendencia de los precios fue decreciente, según cualquier tipo de medición. Los desmesurados incrementos actuales se deben a un comportamiento de tipo “preventivo” que es habitual en nuestro país por parte de grupos oligopólicos y monopólicos.
Inversamente, nunca se ha verificado que tras posteriores disminuciones del precio del dólar o de los insumos básicos, los precios se modifiquen a la baja. Antes bien, cabe esperar nuevos aumentos si las autoridades electas acentúan la liberalización de los mercados sin tomar medidas concretas de resguardo del consumo interno y de la producción local. Las Pymes, los trabajadores y sectores medios de ingresos fijos serán los más perjudicados.
APYME llama a no convalidar el proceso de subas de precios. Existen instrumentos legales para actuar ante estas situaciones de comportamiento abusivo por parte de oligopolios y monopolios, como las leyes de regulación del consumo y la producción.
La entidad afirma que la situación actual se produce en consonancia con una actitud como mínimo irresponsable, sino cómplice, del equipo económico designado por el gobierno electo, que además de no clarificar las futuras políticas del Estado en áreas y temas sensibles, en cada declaración incentiva el comportamiento especulativo de los sectores concentrados. Este aval implícito a la aceleración del incremento de precios contribuye a instalar en la sociedad la idea de que un ajuste es inevitable y sólo debe discutirse si será en forma de shock o gradual, cuando todo indica que el shock ya se está padeciendo.
Entre las prioridades indispensables para una transición de gobierno sin sobresaltos debe incluirse la de proteger los intereses del conjunto de los argentinos, con una perspectiva de crecimiento que contemple una mayor inclusión social y mejoras para todos los sectores productivos.
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