Se eliminan aranceles que van del 5% al 10%. Dirigentes de la pesca local consideraron que la quita de las retenciones es una "buena señal". Reconocieron que mejorará las perspectivas del sector, pero advirtieron que debe haber otras decisiones.
El anuncio de la "eliminación total" de las retenciones fue recibido con entusiasmo por parte de los dirigentes de distintas entidades de la industria pesquera local, quienes ayer interpretaron a esta medida como una "muy buena señal" que genera nuevas y mejores perspectivas para que el sector recupere rentabilidad. "Se ha tomado una decisión correcta", le dijo a LA CAPITAL el presidente de la Cámara de la Industria Pesquera Argentina (Caipa), Fernando Rivera, quien señaló que de todas maneras la quita de los aranceles se trata de "una de las tantas cosas que deberían hacerse" para que la pesca nacional supere la situación de crisis económica y financiera que sufre desde hace varios años.
"Ahora habrá que ver de qué manera evoluciona el tipo de cambio y observar cómo se trabajará para mejorar los costos", explicó.
Según Rivera, aunque la quita total de las retenciones "no sea la solución definitiva" sí "indica que se está transitando por un camino más razonable" debido a que el Estado "no cometerá más el contrasentido de cobrarles impuestos a quienes exportan y generan divisas para el país".
Asimismo, el titular de Caipa destacó que dentro de la industria existen "muchas otras cosas que deben ser mejoradas" ya que a diferencia de lo que ocurría en 2010, cuando las empresas no estaban endeudadas, hoy "todas ellas sí lo están" por lo que requieren de una mejora en sus márgenes para afrontar esos pasivos, recomponer su capital de trabajo y estar nuevamente en condiciones de invertir para ser competitivas.
"Aún sin retenciones habrá muchas compañías que seguirán perdiendo plata", sentenció.
Además, señaló que el gobierno no debe dejar de considerar el efecto que ya está provocando la medida "discriminatoria" que implementó la anterior gestión, por la cual fueron restablecidos reembolsos a las exportaciones patagónicas dejando afuera de ese beneficio a la provincia de Buenos Aires. "Existen buques poteros que ya están comenzando a operar desde el sur del país y eso está afectando seriamente a Mar del Plata. Esta situación, por ejemplo, muestra que en el caso de la pesca la situación no se resuelve únicamente con el tema retenciones", señaló.
Según le explicaron a LA CAPITAL dirigentes de distintas cámaras, los aranceles que venía aportando el sector eran mucho más bajos que los que afectaban a otros productos agropecuarios, ya que oscilaban entre el 5% y el 10%.
La mayor alícuota se aplicaba sobre la mercadería sin elaboración, como por ejemplo el pescado entero congelado, mientras que el menor gravamen afectaba a los productos con mayor valor agregado, como los filetes.
Mejora financiera
Otro de los referentes del sector, Oscar Fortunato, también se expresó de manera favorable frente a la decisión de llevar a cero los aranceles, al considerar que se trata de un "alivio importante" y de una respuesta frente a un reclamo que el sector venía realizando desde el año 2008, cuando ya se avecinaba la crisis financiera internacional.
"Es una ventaja muy importante porque las empresas tenían que pagar las retenciones de manera anticipada. No tener que soportar más este problema financiero es algo que genera un escenario muy distinto", explicó.
No obstante Fortunato también advirtió que para que la industria pesquera recupere rentabilidad será necesario que se "estudien y apliquen otras medidas administrativas" y que surjan nuevas definiciones en relación al tipo de cambio. Por su parte el presidente de la Cámara de Industriales del Pescado, Alejandro Pennisi, explicó que para los asociados a la institución la eliminación de las retenciones impactará de manera favorable en las exportaciones de anchoa salada a España, Marruecos o Italia.
"Es una señal alentadora", comentó, aunque advirtió que para la industria de la conserva esta liberalización del comercio es algo que también genera inquietud.
"Si esto viene acompañado por una apertura indiscriminada de las importaciones vamos a tener serios problemas. Por eso esperamos poder dialogar con las nuevas autoridades para plantearles cuáles son las necesidades de nuestro sector. No pretendemos ningún privilegio, pero sí una protección razonable para las 5 empresas de Mar del Plata dedicadas a la conserva que se verían muy afectadas si existiera una apertura indiscriminada para el ingreso de latas de Ecuador o Tahilandia", advirtió.
Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata
Mejoran las perspectivas del sector pesquero.
"Ahora habrá que ver de qué manera evoluciona el tipo de cambio y observar cómo se trabajará para mejorar los costos", explicó.
Según Rivera, aunque la quita total de las retenciones "no sea la solución definitiva" sí "indica que se está transitando por un camino más razonable" debido a que el Estado "no cometerá más el contrasentido de cobrarles impuestos a quienes exportan y generan divisas para el país".
Asimismo, el titular de Caipa destacó que dentro de la industria existen "muchas otras cosas que deben ser mejoradas" ya que a diferencia de lo que ocurría en 2010, cuando las empresas no estaban endeudadas, hoy "todas ellas sí lo están" por lo que requieren de una mejora en sus márgenes para afrontar esos pasivos, recomponer su capital de trabajo y estar nuevamente en condiciones de invertir para ser competitivas.
"Aún sin retenciones habrá muchas compañías que seguirán perdiendo plata", sentenció.
Además, señaló que el gobierno no debe dejar de considerar el efecto que ya está provocando la medida "discriminatoria" que implementó la anterior gestión, por la cual fueron restablecidos reembolsos a las exportaciones patagónicas dejando afuera de ese beneficio a la provincia de Buenos Aires. "Existen buques poteros que ya están comenzando a operar desde el sur del país y eso está afectando seriamente a Mar del Plata. Esta situación, por ejemplo, muestra que en el caso de la pesca la situación no se resuelve únicamente con el tema retenciones", señaló.
Según le explicaron a LA CAPITAL dirigentes de distintas cámaras, los aranceles que venía aportando el sector eran mucho más bajos que los que afectaban a otros productos agropecuarios, ya que oscilaban entre el 5% y el 10%.
La mayor alícuota se aplicaba sobre la mercadería sin elaboración, como por ejemplo el pescado entero congelado, mientras que el menor gravamen afectaba a los productos con mayor valor agregado, como los filetes.
Mejora financiera
Otro de los referentes del sector, Oscar Fortunato, también se expresó de manera favorable frente a la decisión de llevar a cero los aranceles, al considerar que se trata de un "alivio importante" y de una respuesta frente a un reclamo que el sector venía realizando desde el año 2008, cuando ya se avecinaba la crisis financiera internacional.
"Es una ventaja muy importante porque las empresas tenían que pagar las retenciones de manera anticipada. No tener que soportar más este problema financiero es algo que genera un escenario muy distinto", explicó.
No obstante Fortunato también advirtió que para que la industria pesquera recupere rentabilidad será necesario que se "estudien y apliquen otras medidas administrativas" y que surjan nuevas definiciones en relación al tipo de cambio. Por su parte el presidente de la Cámara de Industriales del Pescado, Alejandro Pennisi, explicó que para los asociados a la institución la eliminación de las retenciones impactará de manera favorable en las exportaciones de anchoa salada a España, Marruecos o Italia.
"Es una señal alentadora", comentó, aunque advirtió que para la industria de la conserva esta liberalización del comercio es algo que también genera inquietud.
"Si esto viene acompañado por una apertura indiscriminada de las importaciones vamos a tener serios problemas. Por eso esperamos poder dialogar con las nuevas autoridades para plantearles cuáles son las necesidades de nuestro sector. No pretendemos ningún privilegio, pero sí una protección razonable para las 5 empresas de Mar del Plata dedicadas a la conserva que se verían muy afectadas si existiera una apertura indiscriminada para el ingreso de latas de Ecuador o Tahilandia", advirtió.
Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata
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