El ex ministro de Salud afirma que el gobierno de Mauricio Macri "dejó al Estado sin un ministerio y a una Nación sin una política sanitaria". Evitó confirmar si Alberto Fernández le propuso asumir al frente del área pero reconoció que "sería muy difícil no aceptar" el cargo.
Ginés González García, mano a mano con LA CAPITAL.
por Gonzalo Gobbi
Ginés González García trabaja en el sistema de salud pública desde 1970. Con definiciones contundentes sobre cada tema consultado en una entrevista mano a mano con LA CAPITAL, afirma estar “horrorizado” por el presente sanitario de la Argentina y responsabiliza al gobierno de Mauricio Macri: “Dejó al Estado sin un ministerio, pero peor aún, dejó a la Nación sin política de Salud”.
El ex ministro de Salud y Ambiente de la Nación durante los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner evita referirse a las fuertes posibilidades de volver a cumplir ese rol en el próximo gobierno, si Alberto Fernández gana la elección, aunque admite, con gesto risueño, que le “sería muy difícil no aceptar” si se lo proponen.
El cirujano y también ex ministro de Salud bonaerense viene recorriendo el país plenamente integrado al Frente de Todos. Advierte que las dificultades para acceder a los medicamentos y la caída de las prestaciones atraviesan a toda la Argentina y generan enfermedades de salud mental en los sectores más vulnerables de la población. Y en ese sentido señala la “urgencia” de aplicar grandes reformas en la salud pública, los medicamentos, PAMI e Incluir Salud.
– ¿Qué diagnóstico sanitario encuentra al recorrer el país?
– El sector de servicios de salud está muy mal. Los servicios públicos están con un déficit tremendo. Hay carencia de insumos esenciales y los hospitales tienen el recurso humano, pero sin materiales o medicamentos terminan sin cumplir su función. En el sector privado hay una caída brutal con la situación del IOMA y las dificultades de pago del PAMI. Y por tercer año consecutivo cayó la venta de medicamentos bajo recetas. Se están interrumpiendo tratamientos y eso es gravísimo. Que te prescriban un medicamento y no poder acceder genera un daño en la salud mental: el que va a una farmacia y no puede acceder al medicamento tiene una desesperanza, un dolor, una depresión. Cuando cae así la atención, lo primero que se manifiestan son las enfermedades de salud mental.
– ¿Cuál es el trasfondo de esa radiografía?
– En salud, el mercado no puede ser el eje de la política. El mercado es un sistema de precios, no de valores. Los precios están por las nubes y la gente no accede. Faltan vacunas y me da vergüenza eso como argentino. Sentir este desastre… cuesta saber si es por inútiles o con intención. El Gobierno lo degradó hasta con el ministerio y en la provincia con el presupuesto más bajo en la historia para la salud. Este gobierno no solo dejó al Estado sin un ministerio sino que dejó a una Nación sin una política de salud. Esto es lo que hay que recomponer. Este proyecto que va a gobernar la Argentina (por el Frente de Todos) ya tiene alineada la Nación y la Provincia y sería una pena que no estuviera Mar del Plata en esa línea. Fernanda (Raverta) conoce bien el tema. En la ciudad el abandono es enorme, sobre todo en la atención primaria, el escalón más cerca de la gente. Hay una altísima demanda insatisfecha.
– ¿Cuál es la estrategia para recomponer esta situación?
– La salud no es sólo un derecho humano básico. Hay una necesidad de proteger a los más débiles. Aquel que no tiene capital ni una educación formal importante, el único activo para integrarse es su capacidad física para trabajar. Si una persona se enferma, pierde lo último que le quedaba para trabajar y llevar un peso a su casa. Todas las enfermedades son más comunes en la pobreza que en la riqueza. Hay que trabajar por los más débiles. Es una obligación.
– Hace tiempo abundan las quejas por el funcionamiento de Incluir Salud.
– Dejaron de pagar. Y la opción al prestador es terrible: o quiebra o deja de prestar el servicio. Hay una cesación de pago gravísima. Hablamos de un sector muy vulnerable de la población que no puede acceder a la salud. Es terrible. Hay que hacer importantes reformas en este sentido.
– ¿Y con los jubilados? Alberto Fernández habló de ampliar la gratuidad de los medicamentos.
– Estamos trabajando fuertemente en que un grupo de medicamentos tenga mejorado el acceso para los beneficiarios de PAMI. Más de la mitad del consumo de medicamentos en Argentina es de los jubilados. Hay que recomponer el acceso. PAMI viene siendo maltratado hace muchos años. Cada administración deja una capa geológica de su gente y eso es una vergüenza. PAMI no es un botín político, es de los jubilados y de su gente.
– En los últimos tiempos se disparó el precio de los medicamentos.
– Argentina es un gran productor de medicamentos. Pero a nivel internacional hay una nueva generación de medicamentos que bajo las patentes tienen precios extorsivos, son una extorsión a los gobiernos. Un solo medicamento puede valer un millón de dólares. Hay embargos en torno a obras sociales. Pero hay que tener una política decidida. Ahí debe estar firme la política.
– ¿Ya lo llamó Alberto Fernández para ser su ministro de Salud?
– No…
– Pero se hablan.
– Hablo con él, sí. Estuvimos hace unos días en Córdoba.
– ¿Le gustaría?
– ¿A mí?
– Sí…
– Yo soy un hombre de la salud. Yo voy a estar en el próximo gobierno, no importa si adentro o afuera.
– ¿Si lo convocan aceptaría?
– Nunca hablamos de cargos. Creo que más allá del quién, lo importante es cómo lo vamos a hacer todos juntos.
– No me respondió.
– Siendo un hombre de la salud y del peronismo me resultaría muy difícil no aceptar.
Aborto: “Sin duda hay que despenalizarlo”
– ¿Cuál es su posición con respecto al aborto?
– Si el aborto fuese cosa masculina ya estaría resuelto hace mucho tiempo. No se puede seguir mirando para otro lado cuando muere una chiquita por un aborto clandestino. Que mantengamos la situación como está no sirve más que para que se produzcan más muertes innecesarias. Hay que encarar con mucha fuerza la educación sexual, la prevención y recuperar el programa de salud reproductiva.
– ¿Si volviese a estar en el gobierno, trabajaría para despenalizarlo?
– Sin duda hay que despenalizarlo. Lo que se generó con tantas pibas jóvenes me pareció una de las cosas más saludables y distintas de los últimos años en Argentina. Lamentablemente al debate lo convirtieron en un combate por razones religiosas y políticas. La Argentina necesita estar unida, no buscar ejes de disidencia. Hay que resolver el tema del aborto, pero no sé si metería ese tema en discusión desde el primer día. Es un tema de salud pública y una injusticia para con las mujeres. Tarde o temprano la Argentina lo va a tener.
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