Italo Grassi el pintor que había nacido en Mar del Plata hace 94 años atrás, hijo de inmigrantes y de campesinos muy pobres, murió ayer a la tarde en ésta, su querida ciudad. Fue un luchador incansable y un artista cabal, íntegro, audaz y talentoso.
Italo Grassi conoció la calle de muy pibe: ya a los diez años tuvo que salir a trabajar y lo hizo como mandadero, lavaplatos, carpintero, chofer de taxi y empleado. Recién a los 14, pudo comenzar a dedicarse a lo que dictaba su vocación: comenzó a estudiar dibujo con Edgardo Arata. Y prosiguió luego sus estudios con Alfredo Simonazzi y con Juan Carlos Castagnino, completándolos a la postre con el maestro Urruchúa. Con todos ellos el joven Italo no sólo aprendió pintura y dibujo, sino ética profesional, dedicación y pasión por el arte.Hace pocos meses, Grassi participó de una muestra en un importante hotel de Mar del Plata. Fue su última presentación en público. Su corazón ya estaba cansado y ayer le dijo basta.Llegó a cumplir ochenta años con la pintura y deja una obra inolvidable. Fue, también, maestro de maestros. Por su taller pasaron entre otros Villar Errecart, José Solla, Aurora Simonazzi, Marta Porreta, María Rosa Tola, Eduardo Martín y Claudio Acuña entre muchos otros.En su vida hizo muchas cosas relacionadas con el arte. Como escribir libros por ejemplo. "La muerte de la pintura", "Historia del arte en América" y "La imaginación creadora en el arte", son algunos de ellos.También fue un incansable viajero. Recorrió Italia, Bulgaria, Hungría, Rumania, Checoslovaquia, Polonia, Bélgica, Francia, Inglaterra y España, inquieto por conocer la realidad plástica del momento y del pasado. En la ex-Rusia trabajó durante seis meses en dos grandes murales.En Mar del Plata, trabajó muchísimo más con sus murales. Aunque algunos, ya se perdieron... quién puede olvidar el de avenida Independencia entre Belgrano y Rivadavia, realizado en 1981 y demolido en 1995. "Mar del Plata, suma de esfuerzos a través del tiempo", fue un mural que inspiró a -otro grande- Julio Alfonso, para proponer desde estas mismas páginas que "cuando pasemos por donde vivía el mural, ahí pegadito al banco, no dejemos de contemplarlo. Juntos podemos formar una multitud de miradas para devolverle aquellas imágenes que aun están en nuestras retinas, imágenes que no morirán porque fueron creadas en la vía pública, en el pizarrón del pueblo, lugar donde de pronto aparece una declaración de amor, un reclamo laboral, un acontecimiento artístico o la prolija razón de la cal. Debajo de ésta, sueñan con el regreso aquellos prohombres para fundarnos otra vez...".Italo Grassi tenía una hija -también artista plástica-, Marta Nélida Grassi y dos nietos, Horacio y Damián. A los 85 años se había casado en segundas nupcias con Rosa. Deja también una legión de amigos. Sus restos serán trasladados hoy al mediodía al cementerio Los Robles, desde la casa mortuoria de avenida Jacinto Peralta Ramos 475.
Fuente: Diario La Capital de Mar del Plata
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