El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva fue elegido "hombre del año" por la redacción del diario francés Le Monde porque "a ojos de todos, encarna el renacimiento de un gigante".
"Abanderado de los países emergentes, pero también del mundo en desarrollo del que se siente solidario" el presidente brasileño, de 64 años, "ha colocado decididamente a su país en una dinámica de desarrollo", afirmó la revista de Le Monde publicada el jueves.
El presidente brasileño, que a fines de 2010 dejará la presidencia sin haber intentado modificar la Constitución para acceder a un tercer mandato, "supo seguir siendo un demócrata, luchando contra la pobreza sin ignorar los motores de un crecimiento más respetuoso de los equilibrios naturales", agrega.
"Presidente de Brasil desde el 1 de enero de 2003, al cabo de dos mandatos habrá dado una nueva imagen a América Latina", afirma la citada revista al explicar la elección de Lula como "personalidad del año 2009".
"La consagración de Lula acompaña la renovación de Brasil", dice el artículo firmado por Jean Pierre Langellier, corresponsal en Rio de Janeiro.
Carismático, de sonrisa fácil y jovial, Lula, nacido el 27 de octubre de 1945 en el estado de Pernambuco (noreste de Brasil), ex tornero y sindicalista, convirtió a "Brasil en actor esencial de la arena internacional".
"Diplomacia, comercio, energía, clima, inmigración, espacio, droga: todo le interesa y le concierne", afirma el artículo acompañado por fotos de Lula en Brasil o en el extranjero, como la que está junto al presidente estadounidense.
Lula fue el primer presidente latinoamericano al que Barack Obama recibió en la Casa Blanca.
Lider en el seno del G20, aspirante a un escaño permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y primer socio comercial de China son algunos logros de cara al exterior.
"Lejos quedó la época en la que el sindicatista Lula con gorro proletario y micrófono en mano gritaba: ´fuera el FMI´", dice el texto. "Hoy ya no es el FMI el que ayuda a Brasil, sino a la inversa", agrega.
Pero en el balance también hay una "parte oscura".
Lula redujo la pobreza y millones de brasileños pasaron a la clase media, "pero Brasil sigue siendo uno de los países más desiguales del mundo (...) dividido entre un sur rico y dinámico y un norte arcaico y desheredado".
Y entre las asignaturas pendientes figuran: una educación primaria y secundaria "mediocres", un sistema de salud "deficiente", una burocracia "pesada", una policía "ineficaz" y una justicia "perezosa".
El diario español El País declaró semanas atrás a Lula como el "personaje del año" y la revista británica The Economist dedicó un número especial a Brasil con una portada más que elocuente: el Cristo redentor, una de las imágenes emblemáticas de Rio de Janeiro.
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