miércoles, 24 de marzo de 2010

EL EJERCITO ARGENTINO Y LA PESADA MOCHILA DE LOS 70

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*Mayor Ejercito Argentino (R) Pedro Rafael Mercado

En todas las agrupaciones politicas, especialmente en las que se consideran moderadas o de centro, se escuchan argumentos tales como: "Hay que terminar con la humillacion de las fuerzas armadas; tenemos que entender que las fuerzas armadas del presente no son las de la dictadura; las nuevas generaciones no tienen que llevar el estigma de las fuerzas de los 70, etc, etc". Por supuesto, todas estas voces, politicamente correctas, terminan aclarando que los juicios por violaciones a los derechos humanos tienen que continuar, con la finalidad de separar la paja del trigo, liberando de esta forma a los jovenes militares de un pasado atroz.Dejando de lado el analisis respecto a la validez o no de esta separacion historica entre militares de la dictadura y militares de la democracia, vamos a centrar nuestro estudio en determinar si resulta posible liberar a las jovenes generaciones de la pesada mochila de los 70, mientras se mantiene la premisa de continuar los juicios a todos los que participaron en la guerra contra el terrorismo en aquella epoca.Analicemos algunos hechos concretos. Nos encontramos en Haiti en el ano 2005, donde un contingente de argentinos forma parte de las fuerzas de paz que operan en aquel pais sacudido por la violencia. En un operativo de rutina, las fuerzas argentinas reciben fuego de un grupo que opera en la localidad de Gonaives. Un cuadro del Ejercito Argentino se encuentra en posicion inmejorable para batir a los atacantes y salvar la vida de sus companeros de armas. El fusil apunta con decision al blanco, pero el disparo no se produce. Su inconciente no le permitio oprimir la cola del disparador.Superado el combate, un analisis de lo ocurrido permite llegar a una categorica reflexion. El combatiente argentino no abrio el fuego por miedo a las consecuencias de su accion. Si el mataba al enemigo, Quien se haria cargo de aquella muerte? En aquellas horas, se comentaba en voz baja que el contingente brasileno habia producido mas de 80 bajas a distintos grupos insurgentes haitianos. Los argentinos pensaban en su interior que de haber actuado como nuestros vecinos, seguramente hubieran perdido sus carreras y habrian tenido que afrontar la accion de la justicia.En junio del ano 2007 una noticia estremecio los cuarteles. En Campo de Mayo, tres delincuentes roban armamento de un puesto de guardia. Las autoridades castrenses no comprendian, o no querian comprender, el porque de la inaccion de los soldados argentinos. Un prestigioso general, hablando con sus hombres arengaba: "No tengan miedo a utilizar sus armas. Yo personalmente me hare responsable de las consecuencias de su uso. No podemos permitir que esto vuelva a ocurrir".No hubo lugar a preguntas. Sin embargo, al salir de aquella reunion, el comentario generalizado era el siguiente: "si, el general se va a hacer responsable, pero, quien aceptara las responsabilidades del general? Si producimos un muerto o un herido, el general y todos nosotros vamos a terminar presos. si no miremos lo que les paso en los 70". Voces mas agudas corregian: "a lo mejor hasta el general se salva, pero a nosotros no nos salva nadie. Si los subtenientes de los 70 son juzgados con mas severidad que los generales".Las dos situaciones ponen de manifiesto un signo muy preocupante para quienes estan realmente interesados en mejorar la situacion de las fuerzas armadas del presente. Los juicios indiscriminados y generalizados, sin distincion entre quienes impartieron y cumplimentaron ordenes, estan generando un clima de escepticismo e indisciplina en las generaciones jovenes que no favorece a ningun actor de la defensa nacional.El terremoto en Chile puso de manifiesto la necesidad de que las Fuerzas Armadas del pais trasandino salieran a la calle a mantener el orden. No habia tiempo de pensar si eran fuerzas de la democracia o de la dictadura. Su presencia era necesaria dejando de lado los prejuicios ideologicos. Que hubiera pasado en Argentina? Hubieran salido nuestros soldados a imponer el orden ante una situacion de emergencia nacional? O el inconciente colectivo de las nuevas generaciones los llevaria a mirar a otro lado, como sucede muchas veces con las fuerzas policiales, cansadas de ser hostigadas por el garantismo ideologico?Si la nueva dirigencia politica quiere alivianar a las nuevas generaciones de la mochila del pasado, debe comprender la naturaleza de lo castrense, teniendo claro que en una situacion de guerra o de emergencia nacional, el superior se hace cargo de las consecuencias de las ordenes que imparte. De lo contrario, el politico que necesite el accionar de sus fuerzas armadas, las encontrara como en el presente: atomizadas, desmotivadas y sin confianza en sus mandos. Con la logica y natural ineficiencia que esto implica. Y naturalmente, fuerzas armadas de estas caracteristicas no le sirven a nadie, cualquiera sea la concepcion ideologica de los gobernantes de turno.

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