sábado, 15 de mayo de 2010

IMPUDICIA

*Jose Luis Jacobo
www.noticiasyprotagonistas.com


Nadie aprende, todos se repiten. Gustavo Arnaldo Pulti repite los errores de Aurelio Blas Primo Aprile y Víctor Daniel Katz Jora; se encierra en un pequeño mundillo de alcahuetes que le asisten con el “sí, sí, cómo no, tenés razón”, y todo encuentra su curso. Porque de qué otro modo puede explicarse la respuesta cínica brindada al diario El Atlántico cuando, requerido al respecto de si se habían usado fondos afectados para pagar salarios, el Intendente respondió: “sí, por supuesto que he pagado salarios con la sobretasa”. Esos recursos se corresponden con la sobretasa de salud que pagamos todos los vecinos y que debería tener el fin solidario de acondicionar, potenciar y proveer mejores servicios a los desposeídos de los barrios de la ciudad.
En el debate para dar curso a esta nueva gabela que cae sobre todos nosotros, GAP usa términos como solidaridad, nueva política en salud, imperiosa necesidad de terminar con el pasado, etc., que no representan nada nuevo, sino más gasto ocioso, improductivo, más corrupción administrativa de la que ya había. A la denuncia de los jueces de faltas sobre manipulación del sistema informático de la comuna para cambiar los montos de las multas que aplican, le siguió un nuevo episodio que involucra a agentes municipales en el tema de la entrega de carnet de conductor. En referencia a la funcionaria cuestionada, Susana Alegre, afiliada radical, a diario escucho frases como “pero es buena mina”, o “le hicieron la cama porque es radical”. Bueno, hay que enterarse: en la comuna hay corrupción estructural y trasciende las administraciones. Para quien descrea, vaya de muestra la designación de quien reemplaza a Alegre en el cargo, Juan Carlos Belmonte, que cuenta con una condena por acciones corruptas en la comuna que le fuera canjeada por una probation consistente en tareas comunitarias en la sociedad de fomento San Antonio, a cuya dirección pertenece. Claro que Belmonte es un protegido del Intendente: le hizo de guardaespaldas en momentos fuertes de la vida pública comunal. A tanto llega la desidia y la falta de pudor de esta gestión, que el paro de camioneros que afectó a la ciudad completa por cuatro días pareció no importarle a nadie. Incluida la comunidad. El silencio es explicable en algunos casos: nadie espera que el diario La Capital publique una línea; en tanto el director de la empresa Transportes 9 de Julio, Daniel Cura, siga pagando por protección, allí no se encontrará una palabra sobre un servicio calamitoso proporcionado por una empresa vaciada patrimonialmente. El martes 11 llamé al 0-800 de Transportes 9 de Julio: una sola línea, un solo operador, atienden de 8 a 15. Quien me atendió admitió que hay muchas llamadas -no quiso cuantificar-, reconoció que la gente llama, llama y llama, y pretendió atribuirlo a la hojarasca que invade la ciudad, y en menor medida a la basura acumulada en todas partes. Notable. Será un dato de alta ciencia advertir que al verano le sucede el otoño, que caen las hojas y que hay que recogerlas. ¿Será tan complicado resolver una circunstancia como esa?En esta semana padres y concejales han solicitado respuestas inmediatas ante desatinos varios que ocurren en los establecimientos escolares. La encuesta realizada por el curul Maximiliano Abad revela un damero de basurales clandestinos que colocan a Mar del Plata en un escenario de peligro terminal en materia de salud pública. Pero Pulti dice, y parece creer, que todo está bien, con impúdica indiferencia

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