* Jose Luis Ponsico
Después de varias idas y vueltas, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner está haciendo una fuerte apuesta al peronismo. Incluye distintos componentes poco imaginables hace seis años. Desde la franja setentista a Hugo Moyano, dejando de lado primeros aliados como Miguel Bonasso, Claudio Lozano, Aníbal Ibarra y Martín Sabbatella, entre otros.
Hace veinte años Carlos Menem también estableció un "corte transversal" en aquel momento con signo opuesto al actual: Economía de mercado, achicamiento del Estado, la paridad cambiaria, el dólar uno a uno y desde lo ideológico una alianza con la Ucedé.
Hoy, el transversalismo que intentó Néstor Kirchner en su mandato ya no es tal. Aquel dejaba en parte de "lado" al viejo peronismo e incluía a los referentes de la izquier-da "moderna" citados en el otro párrafo, además del banquero Carlos Heller -ligado al universo del cooperativismo- y partidos tradicionales.
Naturalmente, buena parte del movimiento "piquetero" con origen en los ´90 y promovido por el dirigente salteño Juan Carlos Alderete de la Corriente Clasista y Combativa, del sesentista Partido Comunista Maoista, también fue incluído en un transversalismo, "práctico" y por izquierda.
El "piqueterismo" nació como fenómeno "cultural" de movilización popular entre desocupados y desempleados por el achicamiento de la Economía de los años ´90 -un tercio de los habitantes estaba afuera- a cargo del eje Carlos Menem-Domingo Cavallo. Uno de los inspiradores fue Alderete con reclamos hasta en Cutral Có.
La relación con Luis D´Elía, con origen en la Democracia Cristiana, tiene que ver con La Matanza y la vecindad entre San Justo y Laferrere. Alderete, a diferencia del ex aliado al FrePaSo nunca se vinculó al gobierno de turno. Los dos saben que los votos peronistas del territorio bonaerense son decisivos.
Es el cálculo de los principales asesores al posible candidato a Presidente de la Nación y ex mandatario, Néstor Kirchner. Uno de ellos, Juan Carlos Mazzón, men-docino, alguna vez asesor del joven diputado nacional José Luis Manzano (1983/91) repite su consigna: "Es con el peronismo; no sin él", dice.
Por el lado de la oposición, en la Legislatura porteña recién se votará el juicio político de Mauricio Macri el venidero 12 de agosto. Hijo de Franco, empresario kirchnerista, el actual jefe de gobierno metropolitano pretende ser "víctima" de los embates del gobierno nacional.
Objetivo posible del macrismo sin fuerte inserción nacional: ser líder de la oposición. En el Interior es más conocido por su paso como presidente de Boca.
Molesto con su padre -Franco prioriza negocios en China; no el futuro político de su hijo- Mauricio quiere ubicarse como Julio Cobos entre fines de julio y mediados de agosto 2008, cuando el mendocino no bajaba de 60 puntos de "imagen positiva".
Los sondeos de opinión están al orden del día. La consultora CEOP Centro de Estudios de Opinión Pública del sociólogo Roberto Bacman, que antes hacía relevamientos para el Grupo "Clarín" produjo un informe basado en 1.500 encuestados en todo el país.
Hoy, Néstor Kirchner alcanzaría el 34% en primera vuelta. Julio Cobos 16,5% y Macri 13,7%.
Creció la imagen de Ricardo Alfonsín aventajando a Elisa Carrió y al propio Vicepresidente de la Nación, Cobos, en 15 puntos en "imagen positiva". Carrió expresó su enojo por el "acompañamiento" del hijo de Raúl Alfonsín, a la Presidenta, Cristina, durante un acto en Chasco-mús.
La obra pública beneficiará a 44 mil habitantes y se trata de la ampliación de la planta de tratamiento de líquidos cloacales de la ciudad célebre por su inmensa Laguna. Carrió aludió a metáfora de gusto no muy re-finado: "Es como si yo me abrazara con el "Gordo" Valor", disparó.
Se refería al abrazo de Cristina Fernández de Kirchner con Ricardo Alfonsín en medio de aplausos de la concu-rrencia. Antes, el dirigente radical había estado en Mon-tevideo, invitado especialmente por el recuerdo de su padre, en un acto por los 25 años del regreso de la democracia.
"El sentido último de la ética consiste en la corrección del egoismo" (Juan Perón, 1949, Congreso de Filosofía) El fundador del justicialismo era admirador de Aristóteles, entre otros.
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