A CARA DESCUBIERTA

* Luis Tino Sicilia
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Finalmente se cayeron todas las caretas y quedó al desnudo el rostro del verdadero padrino de la política criolla: Héctor Magnetto, CEO de Clarín, apenas una caricatura de la Ndrangheta siciliana pero igualmente peligroso a la hora de conspirar contra el sistema democrático, apelando a cualquier recurso.

¿Por qué ahora?. Los últimos sondeos –incluido el que bajo cuerda realiza la iglesia a través de sus parroquias -señalan que el 47% de los consultados opina que en 2011 ganará el oficialismo, en tanto que sólo el 31% considera que podría ganar un candidato opositor.

El segundo dato relevante de la encuesta es el que ayuda a entender el papel de Magnetto como “organizador de la resistencia al kirchnerismo”: el 57% cree que a la oposición le falta capacidad de liderazgo. Según los datos aportados por Zuleta Puceiro un tercio de la opinión pública no identifica a ningún dirigente como líder de la oposición y los dos tercios restantes dividen sus adhesiones de manera extremadamente pareja. En otras palabras, cualquier candidato del oficialismo –Cristina o Néstor Kirchner— podría ganar en primera vuelta y, en caso de no lograrlo, podría hacerlo en el ballotage.
Qué desvencijada estará la dirigencia política conservadora para que un gerente de Clarín asuma la batuta de mando, reúna en su casa a cinco precandidatos del espacio PJ Federal--Unión PRO, y les baje línea. Mauricio Macri, Carlos Reutemann, Eduardo Duhalde, Francisco de Narváez y Felipe Solá fueron los escuchas obedientes del mandamás de Clarín, un triste papel para quienes aspiran a gobernar el país.

Si bien no trascendieron detalles del encuentro algunas filtraciones –siempre las hay—indican que el reto que les propinó Magnetto apuntó a condenar las crecientes desavenencias que afectan a la oposición, “trabada por un internismo que sólo favorece al matrimonio”, les habría dicho, sin abandonar el medio tono que lo caracteriza. En un punto de su filípica Magnetto utilizó datos que le habría suministrado el obispo Jorge Casaretto, para demostrar que “una cosa es la información de los medios y otra es la que se teje por abajo, sobre todo en el conurbano”.

Para el jefe del bloque del Frente para la Victoria en diputados, Agustín Rossi, pareciera ser que el peronismo disidente ha decidido ser “la pata peronista” de las corporaciones. En este contexto, que si algo hay que agradecerle al dúo Magnetto—Biolcati es haber contribuido a clarificar el escenario político: ya se conoce quien maneja los hilos de lo que los grandes medios llaman “la oposición”.
No hace muchos años reuniones como las comentadas eran consideradas “fragoteras”, es decir, encuentros de los factores de poder destinados a golpear la puerta de los cuarteles. Hoy no hay tanques dispuestos a ganar la calle, pero las corporaciones buscan de cualquier forma impedir que “los Kirchner sigan en el poder”, aunque el electorado opine lo contrario.

Por ahora se limitan a enrarecer el clima político, en generar situaciones desestabilizantes, que desgasten al gobierno, utilizando el poder de los medios de prensa que controlan. En la comida organizada por Magnetto, Eduardo Duhalde propuso “salvar a Macri de los ataques Kirchneristas” a cambio de que el ex presidente de Boca renuncie a postularse como candidato presidencial del conglomerado opositor.

La dirigencia del Peronismo conservador –al que Duhalde llama Federal--- considera que el PJ no puede llevar como candidato a un dirigente que es cualquier cosa menos peronista. En realidad quiere ser él ese candidato o, en caso contrario, Felipe Solá.

El jefe del gobierno porteño especula con la pobre imagen que están dando sus compañeros del PJ federal -tienen una muy pobre intención de voto, -dice—y tendrán que respaldar mi candidatura, favorecería al kirchnerismo, dividiendo el voto opositor. Duhalde piensa otra cosa, cree que Macri debe esperar “su turno” en silencio, trabajar en su distrito—superado los encontronazos que tiene con el electorado capitalino, y aclarar su litigio con la Justicia -- sin aspirar a la Casa Rosada.

Sin embargo parece que esta vez la suerte no estaría de su lado porque a Magnetto no le desagrada que Macri encabece la fórmula electoral que buscará derrotar al Kirchnerisno.