* Adrian Freijo
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Muchos oyentes me han llamado o me han escrito pidiendo mi opinión acerca de los que está pasando alrededor de PAPEL PRENSA. La verdad es que hoy es uno de esos días en que más extra;o la radio y el contacto con ustedes.
Pero bueno, si sirve de algo acá les dejo mi pensamiento.
Es muy triste que esto esté pasando cuando llevamos caminado más de un cuaro de siglo en democracia.
Por un lado queda en evidencia la endeblez de nuestras instituciones y la actitud irresponsable y corrupta de nuestra dirigencia. En la Argentina, mal que nos pese, la política es esto: negocios, autoritarismo, y búsqueda permanente de la opinión única como forma de controlar al ciudadano.
Porque con formas menos salvajes de las utilizadas por el matrimonio presidencial, en turnos anteriores TAMBIEN se hizo muy difícil opinar en libertad sin sufrir las consecuencias.
Y si mirando hacia atrás advertimos la mimetización de los argentinos con las diferentes características del gobierno de turno, veremos que la coptación de la opinión pública en muchos casos estuvo a tiro de piedra.
¡O no eramos todos vehementes defensores de los derechos humanos con Alfonsín?. ¿ Y no nos convertimos en una sociedad ligeramente frívola durante el gobierno de Menem y una convertibilidad que nos permitía viajar por el mundo y consumir importado mientras el país se caía a pedazos y la gente se quedaba sin trabajo?
Reconozcamos sin desesperación la cuota parte de responsabilidad que nos cabe en esto que nos está pasando. Y sigo sin desesperación porque no somos ni la primera ni la última sociedad que se equivoca y termina saliendo adelante con el simple expediente de aprender sobre los errores cometidos.
Pero la verdad es que hoy -27 años después del sueño democrático en marcha- estamos en el peor momento de la república.
No creamos sin embargo que este gobierno enfrenta a inocentes agentes sociales que pugnan por esclarecer a la gente. Los medios en general, y alguno de los grupos afectados en particular, SOMOS FUERTEMENTE RESPONSABLES DE ESTE ESTADO DE COSAS.
Con el pretexto del miedo dejado por la dictadura o la posibilidad de perder nuestro trabajo, los periodistas argentinos hemos sido cobardes, hemos silenciado la verdad y nos hemos convertido más de una vez en cómplices del autoritarismo y la corrupción.
Al hacerlo hemos abjurado de la esencia misma de nuestra profesión y hemos sido serviles al poder empresario y al poder político.
Poder empresario que allá por los 90 participó de la fiesta del n uevo monopolio privado en materia de telecomunicaciones, sin que por entonces le importase nada ni el pluralismo ni el derecho de la gente a elegir.
Parece absurdo que ahora, ante los embates autoritarios del gobierno, los argentinos tengamos que defendernos acompañando a quienes mucho se han abusado de nosotros.
¿Entonces?.....entonces los principios.
Principios que tienen jerarquias constitucionales pero mucho más jerarquias morales.
Principios que "los contendientes de hoy" han avasallado ayer mismo pero que no nos pueden hacer olvidar QUE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN supone, como pocos, la esencia misma de la vida humana.
Será importante entonces que nos pongamos en esta ocasión del lado de los medios atacados. PERO NO LO SERÁ MENOS QUE LES HAGAMOS SENTIR A ESTOS QUE NUESTRO ACOMPAÑAMIENTO TIENE QUE VER CON LA NECESIDAD QUE TENEMOS LOS ARGENTINOS DE CONSTRUÍR UNA REPÚBLICA VERDADERAMENTE DEMOCRÁTICA Y NO CON NINGUNA ADHESIÓN A SU COMPORTAMIENTO PASADO O PRESENTE.
Acá en Mar del Plata, en materia de televisión por cable, el mismo grupo que denuncia al gobierno por querer constuír un monopolio...TIENE UN MONOPOLIO ABSOLUTO.
No nos confundamos entonces; peleamos por la libertad de opinión, contra el autoritarismo y el pensamiento único, contra el deseo de eternizarse en el poder a cualquier precio, contra la corrupción y el delito como forma de gobierno; CONTRA ESTOS DICTADORES DE CUARTA CATEGORÍA QUE SIGUEN CREYENDO EN LA SUPREMACÍA DE LOS ESCLAVOS.
Pero n o peleamos por Clarín o La Nación. Ni por sus políticas ni por sus negocios.
Y cuando esta historia termine y logremos sacarnos de encima a los autoritarios, deberemos recordarle A LAS EMPRESAS PERIODISTICAS Y A LOS PERIODISTAS TODOS que la sociedad reclama fuertemente el respeto a la verdad y a la gente.
No luchamos por interés alguno....luchamos por los principios de la república que en definitiva son nuestros propios principios.
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