*Eduardo Cao
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Todo tiene que ver con todo, dicen los que saben. Nosotros, lejos de ser sabihondos y tampoco suicidas pero sí algo desconfiados, desmenuzamos el todo para saber si tienen razón los que saben. Y sí, desde el punto de vista de las reacciones humanas, mucho hay de verdad. Por ejemplo, en la repetición histórica de momentos, circunstancias y pensamientos. Cualquiera sea el origen, incluso el de las estadísticas y encuestas.
“… es un mundo de pesadilla en el que el jefe, o la camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también el pasado. Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido, pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco. Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas…” (George Orwell, 1903/1950, en “Mi Guerra Civil Española”)Don Eric Arthur Blair, el verdadero nombre del creador del “Gran Hermano” en su obra cumbre “1984”, escribió la frase desde su militancia activa en las filas republicanas durante la sangrienta contienda civil en España. Aseguraba en el mismo párrafo que no se trataba de “una conjetura hecha a tontas y a locas”. Y vaya que no resultó una conjetura: aún hoy, con la globalización impensada hace setenta y pico de años, existen los poderes que pretenden controlar, en base a ficciones, la realidad de lo que fue y de lo que vendrá. Poseen el poder, con el que desafían hasta las matemáticas, y un aliado pasivo: la carencia de una memoria colectiva que sea eso, memoria colectiva, y no un simple repaso de títulos mediáticos o, en el peor de los casos (para nosotros, los ciudadanos, porque para los “Gran Hermano”, es la mejor de las situaciones), aceptar que alguien posee la verdad absoluta.Por estas tierras australes tuvimos y tenemos ejemplos variopintos.Uno de ellos, el primero que se me viene a la mente, es el de las estadísticas, esas que a Doris Band, guionista de la película argentina “Ritmo, amor y juventud” (1966) y al técnico del fútbol noruego Ebbe Skovdahl (confieso, no sé quien la dijo primero, pero sospecho que fue la cineasta hace 44 años), les producían “la misma impresión que las minifaldas: muestran lo atractivo, ocultan lo vital”. Y que lo digan los argentinos, en los últimos tiempos acostumbrados a las barrabasadas estadísticas del INDEC. Sí, el mismo para el que nada aumenta –ni siquiera se transforma, como en la naturaleza – y todo, en materia de supervivencia diaria, nos alcanza y sobra. El hoy que se nos pinta desde el organismo, alimenta el peculiar sentido de desenfreno consumista de una parte de nuestra sociedad. Sólo de una parte, porque a la otra, la gran mayoría, las cuentas no le dan. Como tampoco puede explicarse que los índices de pobreza, indigencia, marginación y trabajo informal (negro que le dicen) que cada día suma decenas de componentes en la tierra del “sálvese quien pueda”. El “déme dos” de los años de plomo y la denostada década de los ´90, vuelve con la misma fuerza de entonces, al tiempo que crece el humillante “ni medio” casi como una plegaria. ¿Bastará con la reestructuración del bastardeado INDEC, como pretende la oposición desde el Congreso? Al menos esta batalla que libra el antikirchnerismo y que ya cuenta con media sanción legislativa, servirá para la transparencia y para que sepamos dónde estamos parados los argentinos no sólo en el presente sino para proyectar nuestro futuro. Se sabe que la palabra transparencia se menea desde el Gobierno y también desde la política en general, pero produce escozor en quienes, desde el mismo poder, pretenden constituirse en los “Gran Hermano” (no el de la TV, sino el de Orwell)DE ENCUESTAS Y MEMORIALos sondeos de opinión pública intentan ser parte de las estadísticas.Parafraseando al analista Giovanni Berti en un artículo publicado en el periódico digital “El Faro” de El Salvador a propósito de las elecciones en ese país, “no se trata de creer o no en las encuestas; se trata más bien de entender mejor lo que las encuestas no dicen, porque puede ser que ahí esté la clave del triunfo”.Hoy por hoy, las que abundan en los medios argentinos, y también en los sectores interesados en sus resultados –incluido el propio Gobierno- señalan parciales índices de aceptación y rechazo a determinados dirigentes políticos. A los Kirchner y a algunas figuras de la oposición, les entusiasman esos números y se desviven por incrementarlos. A ellos les recuerdo que falta un año para las todavía inciertas –en cuanto a la normativa final que las regirá - internas abiertas y más de 17 meses para las presidenciales; demasiado tiempo para un país que hace un culto del aquí y ahora. Con la misma humildad y respeto, apelo a la memoria: hasta dos o tres semanas antes de las elecciones de junio de 2009, Néstor Kirchner, Daniel Scioli y sus “listas espejo” eran señalados como seguros ganadores, incluso para quienes los rechazaban de plano. Todo cambió a las puertas de la votación en la que vencieron De Narváez- Solá. Para la supuesta percepción general eran unos y para la realidad de la gente, fueron otros. Lo que las “encuestas no dicen” habrá que entenderlo mejor, como pregonaba Berti en otro país y en otro contexto. O quizá no, si al final de cuentas, los humores del ser humano también podrían haberse “globalizado”.SUMAR DE A POCONo todo está perdido, como se pretende desde ciertos análisis, en el campo opositor al matrimonio de Olivos. Pueden favorecer o no las apresuradas encuestas; hay discusiones, discrepancias y hasta “fugas” de protagonistas en el espectro antikirchnerista; existen luchas intestinas por personalismos y ambiciones. Todo es cierto y comprobable. Pero también es cierto que por un lado está el peronismo del que su fundador dijo, con vigencia en toda su historia de poder y resistencia, "los peronistas somos como los gatos: cuando parece que nos estamos peleando es que nos estamos reproduciendo". La pelea de gatos, en este caso, excluye de plano en el Peronismo Federal, un acuerdo con el sector dominado por NK y sus transversales.Duhalde, Solá, Das Neves y Alberto Rodríguez Sáa conforman, por el momento, el cuarteto de precandidatos para la futura interna abierta en ese espacio. La lista no es definitiva ni inamovible, factores que dependen de ciertos matices como, por ejemplo, la expresada reticencia del chubutense a “ir por afuera” de la estructura del PJ.Con respecto a Carlos Reutemann y su publicitado paso al costado en la carrera presidencial, hay dos versiones: la de sus seguidores, que mantienen esperanzas que en marzo de 2011 de marcha atrás en su decisión, y la de la corrillos de Peronismo Federal, que, aseguran, el santafesino ya está trabajando para recuperar la gobernación de su provincia no sólo derrotando al socialista Hermes Binner, sino –y esta es su meta principal- ratificando que en Santa Fe, los K sufren un categórico rechazo.De esto se habló a puertas cerradas en la última reunión convocada por el gastronómico Luis Barrionuevo y Gerónimo Venegas, el líder de las 62 Organizaciones, y realizada en un local porteño de la avenida Independencia. Sellado el acuerdo entre los sindicalistas –que no eran sólo los dos mencionados, pues hubo al menos una docena que prefirieron mantenerse en el anonimato- para enfrentar a Hugo Moyano, se habló de política y de nombres propios en presencia y con participación activa de los precandidatos y de un nutrido grupo de políticos del conurbano y del país, dispuestos para cuando llegue el momento, a enfrentar las intenciones de Néstor Kirchner, calificadas de “extorsión, con premios y castigos en el manejo del dinero del Estado” . En ese discurrir, aparecieron apellidos como los de Lavagna, (el salteño Juan Carlos) Romero, (el entrerriano Jorge) Busti y (el misionero Ramón) Puertas, éste ratificado como vocero del sector que también integra, aún con contradicciones y diferencias, el hoy candidato a gobernador Francisco De Narváez.Diciembre es la fecha, dicen los que saben de las movidas en el PF. En ese mes estarán instaladas las precandidaturas para las internas, con plan de gobierno y probables alianzas incluidas. Así lo hablaron y decidieron. Para diciembre también falta, pero ¿alcanzarán cuatro meses?RESTAR DE GOLPEY al final Edi Zunino tenía razón: la “Lilipación” explotó. El chispeante columnista y profundo observador de la realidad política en el diario “Perfil” bautizó así las constantes muestras de crispación de Elisa Carrió. Lo hizo hace dos o tres semanas, como antes había escrito sobre “Cris-pación” en obvia alusión a las rabietas presidenciales, nacidas como consecuencia, siempre, de “los otros”, los que la critican, a ella y a su marido.Lo de Lilita Carrió, al dar un portazo en el Acuerdo Cívico y Social, no fue una rabieta circunstancial, sino un final anunciado de ácidas y estentóreas críticas a sus propios socios y ex correligionarios, los radicales Julio Cobos (permanente blanco de sus dardos discursivos) y Ricardo alfonsin, y a otros socios, ahora ex, como el socialista Hermes Binner y Margarita Stolbizer, del GEN. Ni hablar de las que recibieron casi todos los que motorizan el Peronismo Federal.Con esta renuncia, fogoneada también desde la dirigencia de la Coalición Cívica que veía recortado su protagonismo, ¿logrará Carrió imponer su propio espacio en la consideración de la gente? Al escribirse estas líneas, los sondeos entre sus lectores de uno de los principales diarios de tirada nacional indicaban que un 43 por ciento desaprobaba la actitud y un 29% coincidía con la dirigente. Sondeos, encuestas, estadísticas, todo relativo, es cierto. Vaya a saber uno qué papel le asignará la sociedad, si le asigna alguno, a Lilita dentro de un año.No esperarán tanto ni los radicales, ni los socialistas, ni el GEN: la idea es que para diciembre esté todo definido. La misma fecha se puso como tope el Peronismo Federal para comenzar la campaña “pre primarias. ¿Simples coincidencias o el Pacto de la Moncloa, versión argentina de Terragno y Duhalde, saldrá al ruedo para ese entonces?LO DICHO, DICHO ESTÁ“Estoy segura de que si se cumplieran las leyes que están vigentes y los Códigos Penal y de Procedimientos, bastaría para tener una sociedad más segura” (Cristina Fernández de Kirchner al clausurar la Jornada de la Justicia en el Bicentenario)“No hay sociedad que pueda subsistir a una Justicia permeable y que al que delinque lo devuelve a la calle. La política de seguridad debe estar acompañada por una Justicia que proceda como corresponde. Esto no significa quitarle garantías a nadie, sino darle a la sociedad la seguridad de los que delinquen van a la cárcel” (Néstor Kirchner durante un acto partidario en Merlo)“Si hay jueces que son permisivos en ese marco, nosotros debiéramos ajustar las clavijas para no dar oportunidad a que un preso tenga posibilidad de salir con tanta facilidad” (Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández)“Es imperioso destacar que resulta ajeno a las facultades de los magistrados todo lo relativo a la prevención del delito, y que aquéllas (las facultades) se limitan a la aplicación –para el juzgamiento de los crímenes ya cometidos- de leyes dictadas por el Poder Legislativo en el marco reglamentado por el Ejecutivo… (las) cuestiones relativas a la falta de seguridad respecto de la persona y bienes de los ciudadanos, (es) tópico que resulta de exclusiva incumbencia del Poder Ejecutivo ” (Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional en un documento que rechaza las acusaciones de la Presidente y de su esposo)"En el gobierno se quieren hacer los distraídos y patean la pelota para otro lado y dicen ahora que la culpa la tienen los jueces y demás… tanto la Presidenta y el gobernador (Scioli) tienen la responsabilidad de llamarnos y vamos a ir en el momento en que se nos convoque…en la provincia hay 38 mil personas en conflicto con la ley que tienen prisión domiciliaria y no tienen ningún tipo de control" (Francisco De Narváez)"Cuando se gobierna hay que hacer lo que más necesita la gente y hoy es la seguridad. Si hoy salimos a la calle y preguntamos qué es lo que necesita la gente, dirán seguridad… los que cometen delitos de sangre no pueden estar sueltos en la calle cuando cumplen el 20 por ciento de su condena por buena conducta. No hay lugar en las carceles, hacen falta entre 9 y 10 mil celdas. Hay que hacer prevención. Este Gobierno abandona la niñez, y esto es un progresismo de opereta” (Eduardo Duhalde, al anunciar un proyecto para prevenir y combatir el delito)
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