martes, 5 de octubre de 2010

APREMIOS

* José Luis Jacobo
www.noticiasyprotagonistas.com

En su viaje a Italia con paso por la audiencia general que concede el Papa, el intendente, cual Zelig lugareño, trasmutó a otra cualidad distinta a la de político, y felicitó a Silvia, esposa de Dardo Molina, por su enfoque sobre el drama que le toca vivir a la familia. Pulti, como si de la responsabilidad de otro se tratase, le urgió a no permitir que la situación que atraviesa sea “politizada”.Gustavo Arnaldo Pulti ya sabe que en esta seguidilla interminable de dolor puede estar el fin de su momento político. Fue este intendente, en 18 años como concejal, el que insistía en cada ocasión que la tragedia embargaba a una familia marplatense en martillar sobre caliente reclamando por una intervención muy fuerte de la comuna en materia de seguridad.
Pulti solía citar como inútiles a aquellos jefes comunales que no actuaban en la materia, y sólo se limitaban a apuntar hacia la policía y la justicia como únicos responsables. Pulti bajó los decibeles de la cobertura de su periplo italiano ante las críticas de los vecinos movilizados que le reclamaban que se hiciera presente en Luro y 190. En la reunión, los vecinos que acompañaron a Silvia Juárez demandaron que la comuna ponga a disposición de la familia asistencia legal y psicológica, así como ayuda económica para que una familia entera no caiga en mayor desesperación. Uno de los reclamos que se hizo es por la falta de tomógrafo en el Hospital Interzonal, para lo cual Pulti sólo atinó a llamar a su secretario de Salud, Alejandro Ferro, que es obvio que no tiene autoridad ni influencia sobre dicha situación. Asimismo, uno de los vecinos presentes le dijo de manera muy clara al lord mayor: “Hoy vamos a marchar, mañana vamos a ir a tu casa, después al Hermitage, y si hace falta, el 12 de octubre cortamos la ruta”. Allí el intendente intentó desactivar la tensión, armó inmediatamente una reunión con el ministro Ricardo Casal, y puso una combi a disposición de la familia sin dar parte ni a Osvaldo Castelli, jefe departamental, ni al jefe de la Distrital Norte Roberto Roldán.Debo señalar que a los jefes policiales no les cayó nada bien la decisión de Pulti. Roldán se comunicó con la concejal Vilma Baragiola para expresarle su decepción con lo que tanto para él como para Castelli es una traición: los funcionarios que le han cubierto las espaldas a Pulti con toda la historia de los fondos afectados de seguridad usados para otras cuestiones dejan entrever que el pacto de silencio está roto. Pero no es lo único que ocurre. La confusa situación ocurrida en la noche del 27 de septiembre a Pablo Adrián Tomás, propietario de “La Fonte D ´Oro”, al que levantaron en un vehículo en Santiago del Estero al 3400 para luego dejarlo en Paso y España sorprende, porque hasta ahora lo que se aseguraba es que en Mar del Plata no hay espacio para secuestros. Sumado al terrible hecho que ha llevado a la muerte a Eduardo Peralta, de 55 años; Pilar Piedrabuena, de 52, y Sergio Neiman, de 21, hijo de Pilar Piedrabuena, ocurridos el viernes 24 y descubiertos el domingo 26, constituyen un escenario escalofriante para esta comunidad. No quiero dejar fuera de este recuento el asesinato de una niña de 14 años en un hecho que cruelmente fue presentado como “ajuste de cuentas”, un crimen que aun no está esclarecido y que aconteció el pasado 12 de septiembre. Desde que inesperadamente arribó a esta ciudad Osvaldo Castelli, todo parece haberse desbordado: crímenes; policías corruptos traidores a su propia fuerza; un comisario adicto a las drogas filmado en una “fiestita” en la propia seccional, la sexta... Un combo que ignora al vecino de a pie, al ciudadano del común, el que paga impuestos, el que vota, el que trabaja día a día buscando una vida mejor que un funcionariado irresponsable le niega a diario.

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