La Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires advirtió a su país que el pedido de detención contra el ex presidente Carlos Menem y el ex juez Juan José Galeano por desviar la llamada pista siria en el caso AMIA fue, en realidad, una maniobra del gobierno de Cristina Fernández y el fiscal Alberto Nisman para frenar la imagen negativa de la Casa Rosada.
Así se desprende de un cable firmado el 22 de mayo del 2008 por el ex embajador Earl Anthony Wayne, que fue difundido por el sitio WikiLeaks y dado a conocer hoy a través del diario español El País.
En sus conclusiones, Wayne advirtió que "probablemente" Nisman "uso políticamente" los tiempos del anuncio del caso para favorecer el gobierno de Cristina Kirchner, pero entendió que si la orden de detención de Menem fue un plan para frenar el efecto del paro del campo en la tapa de los diarios, el plan "fracasó miserablemente".
De acuerdo a esa advertencia, Nisman, fiscal de la Unidad Especial AMIA, había solicitado la detención de un grupo de personas, encabezadas por Menem, para -supuestamente- congraciarse con la presidenta Fernández de Kirchner, "mediante la persecución de sus enemigos políticos", ya que en ese momento la primera dama enfrentaba una caída en la opinión publica debido a las protestas del campo.
Los informantes norteamericanos también citaban a dirigentes de la DAIA que indicaban que el pedido de arresto contra Menem obedecía "a la desesperación del gobierno por cambiar los titulares, diariamente referidos a la huelga agrícola y la inflación".
"Contactos en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) sospechan que el momento elegido para el anuncio de Nismam (las órdenes de detención) se debió más a una motivación política local que al desarrollo del caso", plantea el cable.
En ese escenario, dicen los cables de WikiLeaks, "la Casa Rosada ordenó a Nismam ir adelante con los cargos contra Menem para cambiar el foco negativo de la prensa sobre CFK".
Los reportes de la embajada americana aluden también a Nisman como un hombre que aspiraba a convertirse en juez federal.
Wayne reporta además a la Casa Blanca las palabras sobre el fiscal de la causa AMIA dichas por "un contacto colocado en la Dirección de la Secretaría de Relaciones Exteriores", que trabajó en la preparación del informe del 2007 para una reunión con la Interpol.
Según ese contacto, Nisman "está totalmente comprometido, en sus informes, con Alberto Fernández (entonces jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner), y le obedece sin chistar".
Esa fuente norteamericana también dijo que "Menem no pudo haber sido tan estúpido" como para ocultar pruebas, dice el reporte.
Este nuevo capítulo en los cables de WikiLeaks afectan ahora la credibilidad del gobierno argentino sobre una supuesta manipulación en la causa por el atentado a la mutual judía, que el 18 de julio de 1994 mató a 85 personas en las puertas de Pasteur 633.
Desde su llegada al poder, el gobierno de los Kirchner impulsó aquella investigación, ante un proceso que estuvo plagado de irregularidades judiciales, que quedaron al descubierto en el juicio oral en el que fueron absueltos todos los imputados de la llamada conexión local.
A la espera de poder capturar a los iraníes prófugos de la conexión internacional por haber sido los autores materiales de la masacre, la Justicia argentina avanzó sobre los sospechosos de haber cometido graves delitos durante la tramitación de la causa.
Así las cosas, el ex juez del caso, Juan José Galeano, fue destituido y espera juicio oral junto a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia; el ex jefe de la SIDE en la era menemista, Hugo Anzorreguy; y el ex titular de la DAIA Rubén Beraja, entre otros, por haber -por ejemplo- pagado 400 mil dólares a un detenido para que prestara una indagatoria.
No obstante, el 22 de mayo del 2008, el fiscal Nisman -a cargo de la investigación- apuntó sobre otra vertiente de la causa: sorpresivamente pidió la detención del ex presidente Menem, de su hermano Munir, del ex jefe de la SIDE Anzorreguy y del ex juez Galeano, a quienes acusó de frenar en 1994 una pista que apuntaba al ciudadano de origen sirio Alberto Jacinto Kanoore Edul.
Según esa acusación, cuando se estaba por hacer un allanamiento en la casa de Kanoore Edul hubo un llamado a la Secretaría de Audiencias de la Presidencia, tras lo cual se logró frenar el procedimiento.
Entonces, Menem dijo que "el gobierno del matrimonio Kirchner usa sistemática y vilmente el caso AMIA con fines facciosos y de encubrimiento de sus maniobras; lo vuelve a hacer ahora, cuando lanza a los diarios, con la firma de un fiscal adicto, una imputación absurda y arbitraria contra mí".
Hoy, en día, esa causa esta a punto de ser elevada a juicio oral.
En el reporte que hechos en el 2008 en los cables difundidos ahora por WikiLeaks, el ex embajador Wayne opinaba ante la Casa Blanca que las pruebas del fiscal eran "débiles" y que "los detalles de los cargos criminales contra Menem y los otros sospechosos tomaron a esta embajada por sorpresa porque hasta entonces había tenido (la embajada) una excelente y fluida relación con Nismam".
También dijo que horas después de pedir la detención de Menem, Nisman se comunicó con la Embajada para pedir disculpas por no haber avisado antes que iba a hacer esta solicitud.
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