domingo, 8 de mayo de 2011

LIBERTAD AL MERCADO, MUERTE A LOS ENEMIGOS

Escribe Florencia Peña para el
Diario Tiempo Argentino


El avance que se ha hecho en los últimos años en políticas de Derechos Humanos en la Argentina es un ejemplo para muchos países en los que todavía ‘de eso no se habla’.

“Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.”
Benjamin Franklin

“Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad que soportar el peso de la tiranía.”
Simón Bolívar

En estos momentos me encuentro en Chile. Estamos haciendo una gira con Un dios salvaje, la obra de Jazmina Reza que me tuvo como protagonista este último año y medio junto a grandes actores como “el Puma” Goity, Fernán Mirás y María Onetto. Hacer gira, como decimos nosotros, implica no sólo viajar presentando la obra por el interior de nuestro país, sino también la posibilidad de ir por otros pagos. Así es que hoy nos encontramos en Santiago. Una ciudad hermosa, hace poco devastada por un terremoto, que no llegó a tener la fuerza del de Japón, pero que ocasionó grandes pérdidas, humanas y estructurales.
Estamos tan cerca, pero a la vez nos separan tantas cosas... La dictadura de Pinochet, por ejemplo, que fue una de las dictaduras más sangrientas y extensas que tuvieron lugar en América Latina. Y aún hoy existen pinochetistas entre los hermanos chilenos, incluso una corriente política que reivindica su gobierno. Algo inadmisible para nosotros. Por suerte. Es como si en el Congreso estuvieran sentados representantes de Videla, y crearan un partido con candidatos que promueven sus ¿políticas? pasadas. Aunque si preguntamos dos veces, debe haber algunos que todavía le tienen simpatía a los genocidas de la última dictadura.
De todos modos, visto a la distancia, el avance que se ha hecho en los últimos años en políticas de Derechos Humanos en la Argentina es un ejemplo para muchos países en los que todavía “de eso no se habla”. Y no me refiero sólo a los hermanos latinoamericanos, también a países como España, que no soportan la idea de “desenterrar el pasado”, como suelen decir, y darle juicio y catigo a aquellos que tanto daño le hicieron a su pueblo. A esos que se cargaron tantas víctimas en nombre de la patria y el bien común. Por eso es que las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo son tan importantes en esta labor. Con su lucha incansable nos han demostrado el amor que tienen por la vida, y la posibilidad que tenemos de enjuiciar a los culpables, impartiendo justicia y no muerte. Luchadoras por la paz, jamás reclamaron la pena capital, y mucho menos por mano propia, sino todo lo contrario. Su dolor profundo, la herida abierta que deja la muerte de un hijo, podría haber nublado su entendimiento. Pero transformaron su dolor en perseverancia. Su voz traspasó las fronteras, y la justicia llegó, lenta pero segura.
Sin embargo, no les dieron el Premio Nobel de la Paz. Se lo dieron en cambio a Barack Obama, que tanto está haciendo para que podamos vivir en un mundo más pacífico… ¡¡¡Channn!!! Repasemos un poco la semana: empezó con el anuncio de la cacería y muerte de Osama bin Laden, y los festejos de los estadounidenses como si hubieran ganado un mundial: “Obama 1-Osama 0”, mostraba algún cartel de los manifestantes en las calles de Nueva York. Are you crazy man? Barack Obama afirmó haber dado él mismo la orden de ultimar al jefe de Al Qaeda, y aseguró que a partir de entonces el mundo se había vuelto un lugar más seguro. ¡¡¡Ajá!!!
En el resto del mundo, e incluso entre algunos estadounidenses, la sensación no fue de euforia sino de sospecha e incredulidad, cuando no de indignación. Las informaciones que divulgó la Casa Blanca fueron en todo momento oscuras y muchas veces contradictorias: en un primer momento se dijo que el comando (que tal vez incluía a un perro) dio muerte en un tiroteo a Bin Laden, a su hijo, a dos hombres de su custodia y a una mujer que habría sido usada como escudo humano por uno de los terroristas. Después desmintieron todo. Reconocieron que Osama estaba desarmado, pero como era tan peligroso lo mejor era ejecutarlo, aunque parece que la decisión estaba tomada de antemano. E informaron que el cadáver fue arrojado inmediatamente al mar (¿como en los vuelos de la muerte?). Más tarde amagaron con divulgar fotos “truculentas” del cuerpo del terrorista y finalmente decidieron no hacerlo para no alentar reacciones violentas. Pero tenían pruebas de ADN (hechas en tiempo récord), que todavía no difundieron.
Como en la fábula del pastorcito mentiroso, es difícil darle crédito a las comunicaciones del gobierno de los EE UU. Más bien, las preguntas se multiplican. ¿Por qué lo descubrieron recién esta semana, después de buscarlo en cuevas y montañas, si estaba a dos kilómetros de la capital de Pakistán? ¿Por qué no lo apresaron para juzgarlo como hicieron con Saddam Hussein? ¿Quedaron testigos con vida? ¿Los apresaron, van a declarar? ¿No tenía el cerebro terrorista más peligroso del mundo un plan de fuga? Y también: ¿No estaría muerto hace un rato Osama, que desde 2006 no aparecía en vivo? ¿El saudita ex-agente de la CIA habrá sido realmente el autor intelectual del ataque del 11 de septiembre o fue cómplice de la gestión Bush para iniciar la invasión al mundo árabe y las guerras del petróleo? ¿Estará vivo Osama, por ejemplo, en algún paraíso junto a Yabrán y Luca Prodan? ¿Retirará ahora el ejército yanqui sus tropas en la región?
Lo que es cierto y no deja dudas es el éxito de la operación mediática. En la última semana, en un gesto hacia la derecha, Obama anunció el recorte de impuestos para los más ricos (una medida contraria a su promesa de construir una sociedad menos desigual), sacó a la luz su partida de nacimiento para demostrar que es bien estadounidense, y para que no quepan dudas de su patriotismo mandó a liquidar al Enemigo Público Nº 1 de su país. El primer presidente negro, que el año que viene va por su reelección, gozaba de poca popularidad y subió once puntos en las encuestas en un solo día. Llama la atención el oportunismo de la muerte de Bin Laden. ¡Qué justo, che, gol de media cancha!
Lo que realmente preocupa es que muy pocas voces se hayan levantado para cuestionar las violaciones al derecho internacional, la soberanía de Pakistán, los métodos de tortura usados por la CIA en cárceles secretas para obtener información, que atentan contra los Derechos Humanos más básicos.
Por otra parte, los EE UU reinstalan el fantasma de Al Qaeda en el mundo árabe, donde desde finales de 2010 se vienen produciendo una serie de revueltas que nada tienen que ver con el fundamentalismo islámico. Por el contrario, sociedades enteras (Túnez, Egipto, Libia, Bahrein, Yemen, Siria, Jordania) se ponen de pie para pedir más libertad y democracia, y muchas veces amenazan el dominio de pequeñas aristocracias aliadas de los intereses estadounidenses.
También es inadmisible que el Nobel de la Paz respalde las torturas, las ejecuciones y la irrupción de fuerzas secretas en territorios soberanos. Pero que los “campeones de la libertad” sean los mayores defensores de la censura y los abusos parece moneda corriente. Y la semana pasada lo pudimos confirmar en nuestro país con la visita de la SIP.
La Sociedad Interamericana de Prensa, una cámara empresaria de dueños de medios, vino a investigar “los ataques a la prensa independiente” y los “atropellos a la libertad de expresión”. Paradójicamente, cuando se les preguntó por las causas por crímenes de lesa humanidad que afrontan sus socios del Grupo Clarín, en relación a la apropiación de Papel Prensa y al encubrimiento de la verdadera identidad de los “hijos de Noble”, no les pareció que hubiera ahí nada que objetar. Sobre la apropiación de bebés durante la última dictadura (de la que fueron cómplices) consideraron que era un “asunto de familia”. Y tuvieron el tupé de criticar la Ley de Medios de la democracia.
Para seguir con las contradicciones y los cambios de marcha de esta semana tuvimos también el caso del PRO. Primero a Horacio “Sodomita” Rodríguez Larreta anunciando que en octubre le iban a “romper el cu...” al kirchnerismo. ¡A la mierda se fue el pelado! Se sobreexcitó, le brotó la crispación, parece. ¿O será que le dijeron que necesitaba levantar un poco su imagen? “Algo descontracturado para seducir a más electores.” Los amantes del orden y la “civilización” se están sacando un poco. Luego salió a pedir disculpas por las formas. Y unos días más tarde a desdecirse y confirmar que Mauricio tratará de conseguir la reelección en la Ciudad. Porque en las encuestas a nivel nacional no figura ni a los premios.
Ahora empieza la lucha por quién será el segundo de la fórmula. Y qué hacer a nivel nacional: ¿a quién pueden meter en la boleta a presidente? Los radicales y socialistas, lo mismo que Reutemann, ya declinaron la invitación macrista a formar un frente opositor. ¿Será Eduardo “Por la Platria” Duhalde? Después de las turbias internas del Peronismo Federal (se trampearon entre ellos), y el fraude en Chubut, no parece sencillo. ¿Lograrán que Alfonsín “le haga el juego a la derecha” y firme un acuerdo local como pretende hacer con “el Colo” De Narváez en la provincia? Mauricio se baja de la presidencial, como ya hizo “Pino”, y ahora van a tener que pelear entre ellos a ver quién entra al ballottage. Del otro lado, dentro de las diferencias hay común acuerdo y coherencia: el proyecto nacional es el mismo. Sea Filmus, Boudou, Tomada o incluso Heller, el compromiso es uno: integrar a la Ciudad en el plan federal y profundizar el modelo.
En fin, me voy a caminar un rato por las calles de Santiago, para despejar un poco la mente y tratar de entender cómo es que los protectores de la Paz y la Libertad siguen siendo los que planean y defienden las guerras.

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