Escribe Cristina Vañecek
Crimen y misterio, apología del delito y de la justicia por mano propia.Venganza. Odio. Racismo. Ambición de poder. No, no estoy relatando los ingredientes de la novela de Pablo Echarri ni de la Luciano Castro. Son todos los aspectos de la noticia del asesinato, por parte de un grupo de elite perteneciente al gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, del terrorista Osama bin Laden.
La foto que nos muestran es la de los políticos y militares, siguiendo por televisión, los pormenores de la acción... Convengamos, a Obama le faltan el tarro de pochoclos y el vaso de gaseosa gigante. Mira la pantalla como si estuviera viendo la última de Indiana Jones. Como si lo que estuviera ocurriendo, no fuera la realidad.
Es la realidad. Tan real como que este año se cumple el décimo aniversario del atentado a las Torres Gemelas. Y había que llegar a ése aniversario con una cabeza en la pica, exhibiendo que el país más poderoso del mundo ofrecía a sus ciudadanos la prueba de su poder. Casi diez años buscando pruebas sin encontrar nada. El país con la mayor tecnología no conseguía dar con el paradero de un hombre que, supuestamente, se escondía en montañas y lugares alejados de toda comodidad. Pero, gracias a las confesiones obtenidas bajo tortura en la cuestionada cárcel de Guantánamo, descubrieron que el hombre en cuestión vivía desde hace varios años en un caseron fortificado.
De la nada surgió la noticia. Bien secreta, tanto que no hubo una sola imagen del ataque. Imágenes que sí ofrecieron cuando apresaron a Saddam Hussein. Imágenes que sí mostraron cuando lo enjuiciaron y juzgaron, condenándolo a muerte. Una muerte de la que sí mostraron imágenes, prueba de su trofeo de guerrra ganada.
Dicen que respetaron rituales islámicos. Leo por ahí que uno de ellos es "enterrarlo de costado, con la cara mirando hacia La Meca". ¿Será posible cumplir con el ritual en medio del océano? Más allá del aspecto religioso, el país más libre del mundo, ¿no debería haberlo apresado y juzgado, aún cuando fuera condenado a muerte?
"El mundo es un lugar más seguro". ¿Será así? 2012 es el año en el que Barak Obama pondrá su presidencia a prueba, jugando una reelección. ¿Quién se atreverá a enfrentarlo, políticamente, con el antecedente de ser quien "vengó" el honor del pueblo norteamericano?
La ausencia de imágenes creíbles de esta película de acción en donde los roles se confunden, hace que el simple espectador desconfíe de esta "verdad" implementada por la Casa Blanca. Y si no, lean La conspiración, de Dan Brown... Confieso que así como muchos, no creo en esta noticia. Será que una está tan acostumbrada a ver, a que los medios nos muestren la pantalla llena de sangre, que si no vemos el cadaver de Osama, no creeremos su muerte. Será que como no vimos a un tribunal que lo juzgue, nos parece que esta forma de justicia no es la real. Será que esta película que Obama nos quiere vender tiene un libreto extraño. El cine de Hollywood nos ha ofrecido tantas horas de tiroteos, bombás y atentados que nos extraña esta ausencia de sensacionalismo.
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