Un 4 de junio, Perón comenzaba a hacer historia En la misma fecha nacía el GOU en 1943, asumía Juan Domingo Perón en 1946 y seis años más tarde sería reelegido como presidente para un segundo gobierno. Una fecha en la que cambió para siempre la Historia Argentina. El 4 de junio no es una fecha para olvidar. Fue una fecha de grandes cambios, todos vinculados con un hombre que dejaría su sello ineludible en la historia del país: Juan Domingo Perón.
Un 4 de junio de 1946 Perón asumía su primera presidencia junto a Quijano. Y seis más tarde, en 1952, era reelegido presidente de la Nación jurando a su cargo ante la Asamblea Legislativa.
Pero Perón comenzaría a hacer historia de la grande, mucho antes: un 4 de junio de 1943.
En esa fecha, las tropas militares marchaban sobre Buenos Aires deponiendo al presidente Ramón Castillo. La revolución militar ponía fin a la “Década Infame” del modelo neocolonial, plagado de corrupción.
Nacía el Grupo Obra de Unificación (GOU), del cual el coronel Juan Domingo Perón era uno de sus líderes, y tuvo un papel trascendente: fue autor y redactor de puño y letra de la proclama revolucionaria del 4 de junio.
¿Que hubiera sido de aquella Argentina si no hubiera estallado el escándalo del negociado de las tierras del Palomar en el que estaban implicados altos mandos militares y políticos conservadores y radicales?
En resumidas cuentas y parrafaseando a Osvaldo Bayer, el negociado consistió en la compra de 222 hectáreas para agrandar el Colegio Militar y otras dependencias militares a un precio altamente superior al cotizado. “La Dirección General de Ingenieros tasa esas tierras en 19 centavos la unidad métrica por “ser terrenos anegadizos y de poca calidad”. Pero el general Márquez (jefe del Ejército) se las arregla para que el presidente de la Nación, Ortiz, firmara un decreto que autorizara un precio de 1,10 pesos por unidad métrica. En unos minutos, el intermediario en la venta ganó 1.003.000 pesos. Al ser descubierta esta operación, el general Márquez trató de echarle la culpa a sus subordinados, lo que provoca la airada reacción de sus generales Ramón Molina y Juan Bautista Molina.
El escándalo fue tan grande que renuncia el propio presidente de la Nación, doctor Ortiz, quien dio paso al vice Castillo, posteriormente derrocado en el golpe del 43, cuyo heredero sería más tarde, el coronel Perón. Mal le pesaría más tarde a la oligarquía, tan acostumbrada a tener listo el nombre del que deseaban fuese el próximo presidente, ver cómo Perón iba introduciendo cambios en la política argentina.
El 8 de junio Perón asumió como titular del Departamento del Trabajo. El 11 de noviembre, en una entrevista concedida al diario El Mercurio de Chile, sobre el movimiento obrero: “Me defino como espiritualista, sindicalista, anticomunista y anticapitalista (...) la situación obrera del país está perfectamente fiscalizada y no por imposición de la fuerza sino por la conciliación de las partes”.
Meses más tarde, al asumir como Secretario de Trabajo y Previsión, Perón aseguró: “Con la creación de esta Secretaría se inicia la era de la política social en la Argentina. Atrás quedará para siempre la época de la inestabilidad y del desorden en que estaban sumidas las relaciones entre patrones y trabajadores”.
Así asumió una nueva faceta a su carismática carrera como caudillo. De allí crearía el sindicalismo institucionalizado, nacería el nacionalismo populista.y surgiría el “autoritarismo paternalista”.
Era el sello Perón. El mismo que lo llevaría a asumir su primer gobierno el 4 de junio de 1946 y su segundo período en 1952. Una época que a pesar de los años, sigue siendo la más cuestionada y la más recordada, criticada y elogiada, citada y vastardeada. Por todo esto, y porque la historia agentina gira en torno del Peronismo desde hace 67 años, el 4 de junio es una fecha para no olvidar.
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