Por Adrian Freijo
Hoy perdimos una elección. Y ello es siempre triste por tanta gente que trabajó en un proyecto, que creyó en él y a la que a lo mejor uno no supo responder en la medida de sus sueños.
Para ellos sea entonces mi primer reflexión: han luchado, lo han intentado, han puesto en ello lo mejor de ustedes. SIENTANSE SATISFECHOS POR EL DEBER CUMPLIDO, TODOS LO INTENTARON, DEJARON PARTE DE SU TIEMPO Y DEJARON PEDAZOS DE SU TIEMPO. Mirense al espejo con la tranquilidad de que la imágen que les devolverá será la de una persona que lo intentó; y eso no es poco.
Por lo demás NADIE PUEDE SER TAN SOBERBIO COMO PARA ENOJARSE CON LA GENTE. Si nuestro mensaje no ha sido entendido la culpa es inevitablemente nuestra por no saber difundirlo o porque lisa y llanamente ese mensaje no es el que la ciudadanía necesita.
El mal político encuentra culpables por doquier; el buen político se recoge, medita y busca en sus palabras y actitudes la razón del rechazo popular.
Sé que podríamos encontrar mil pretextos; que la desorganización, que la falta de boletas, que los aparatos....que mil cosas más.
Y aunque cada uno de ellos pudiese justificar un ínfimo porcentaje del resultado final DE NINGUNA MANERA PUEDEN SER SUFICIENTES PARA CAMBIAR LA HISTORIA.
Perdimos....pero perdimos una elección. No la dignidad, ni los principios ni la historia personal.
Y perdimos dentro del sistema democrático QUE SE BASA EN LA DECISIÓN DE LA GENTE.
No nos quejemos entonces; agradezcamos a los que creyeron y comprometámonos con los que no lo hicieron A TRATAR DE MEJORAR NOSOTROS.
Y a ellos también démosle las gracias por recordarnos con sus votos que no estábamos en el camino correcto.
Si así pensamos todos, seguramente compartiremos esta felicidad que embarga mi alma por haber sido parte de un momento irrepetible de la historia de la libertad de mi patria.
Gracias Mar del Plata...sabré entender tu mensaje.
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