viernes, 2 de septiembre de 2011

EL PERIODISMO BASURA Y LA BASURA

Escribe Gustavo Demarchi


El escándalo desatado por las intervenciones ilegales del diario británico “News of the World” no es una historia nueva solo que al estallar en uno de los puntos centrales del mundo como es Gran Bretaña adquiere una trascendencia universal “virtud” que no se da a pesar de ser una práctica común en países marginales como el nuestro.-
La historia no es nueva. Basta un hombre sin escrúpulos acompañado de alguna maniobra leguleyo para instalar en Londres o en Mar del Plata un medio cuyo titular, sea australiano o gallego, se ufane de conocer la naturaleza humana y el precio que la misma pondera y se lanza a fundar, o apropiarse, de un periódico para contar las historias que hacen a sus intereses colaterales, por lo general vinculados al accionar del Estado.-
Sin excluir la promoción del rufianismo y la prostitución a cambio de pingues ganancias que, incluso alcanzan para donar iglesias.. Sin descartar que se hace, en un no escaso margen, con el fin de complacer el apetito morboso de algunos muchos lectores, para así obtener ganancias astronómicas que luego se usan, tanto en el “News of the world” como en “La Capital”, para intimidar a quienes detentan el poder económico y el poder político y, llegado el caso, corromper a los guardianes del orden y a miembros del Poder Judicial.-
Así, cabalgando sobre la extorsión y, contando con el miedo mediático, a que están sometidos quienes se encuentran bajo el área de presión del gallego o el australiano, se aprovechan de la debilidad de las instituciones y la ineficacia y corrupción del sector público para instalar la falsía.-
Incorporan, en su amarillismo, la pútrida maraña de mentiras, medias verdades, insinuaciones y conjeturas que instalan una ficción en reemplazo de la historia.-
En la maniobra, como se adelantó, las propias víctimas, en un grado considerable, de esta información mentirosa y extorsionadora, de manera suicida le rinden “culto al periodismo basura”, conforme acertada definición del reconocido periodista Rupert Murdoch, lo que transforma este desquicio en un serio problema cultural y social. Mientras haya quien lea los tabloides como los indicados, tanto en Londres como en Mar del Plata, no faltaran empresarios inescrupulosos, como Murdoch o Aldrey Iglesias, que producirán la basura que les gusta.-
En el caso local esta identificación del periodismo con la basura no solo es patética sino que, además, es palmaria con la participación del brigantino en la concesión de la recolección de la basura y los desperdicios en Mar del Plata.-
“LA VANIDAD SE DIVIERTE ASI: NOS ENGAÑA Y NOS CIEGA” (Publio Escisión “Africano”).-

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