Escribe Dr. Gustavo Demarchi
Las dictaduras son variadas en cuanto a sus orígenes como a sus motivaciones políticas o ideológicas, se las encuentra con génesis autoritarias o democráticas, para instaurar el capitalismo como los diferentes socialismos sean estos marxistas, nazi-fascistas o populistas caribeños o rioplatenses. Pero si hay algo que los une de manera contundente es el imperio del miedo.-
Este recurso resulta imprescindible para la vigencia de estas diferentes dictaduras quienes lo administran y lo provocan en paralelo.-
El miedo a diferentes aspectos de la vida social resulta para estas dictaduras necesario para manipular a los pueblos sin convicción republicana o que la han perdido como el argentino.-
Pero convengamos que el miedo es humano, solo que a este lo enaltece dominarlo aunque se torna más difícil cuando proviene de diferentes causas. Cuando el miedo proviene de factores naturales, dominar el miego es sublime y hasta excepcional como cuando proviene de dictaduras como la nazi o la estalinista.-
Sin embargo cuando el miedo se concreta y amenaza posiciones de figuración política o como aparece un ciudadano en los medios de difusión oportunistas manipuladores de la información y dirigidos por improvisados y pequeños propietarios de diarios convertidos en medios de extorsión para concretar negocios con el poder, resulta indigno y cómplice.
Así transcurre hoy en Mar del Plata donde una sutil dictadura se ha instalado y donde se conyugan diferentes factores piramidales.-
En la cúspide, una especie de rasputín galaro, quien en los hechos determina quienes pueden actuar en sus diferentes ámbitos en nuestra ciudad, elegir candidatos a intendente, los encumbra o los destituye según sus mezquinas aspiraciones y dudosos intereses.-
Para ello cuenta con la complacencia de las autoridades no solo en el ámbito local, sino también en el provincial –tiene su gobernador-
Pero su poder como toda dictadura necesita la totalidad del poder real, así extiende sus brigantinos tentáculos hacia la justicia donde existen jueces y funcionarios abonados a aparecer en las páginas del diario oa cambio de “respetar” las atrocidades que se cometen a diario con el diario a la vista de todos, los abrumados por el miedo tilingo que provoca esta metodología sobre la mayoría de los supuestos dirigentes.-
Para ello a modo de consolidantes metodología se “sanciona” a quienes han osado denunciar y oponerse al pequeño galaico y si es necesario utilizar la caballería que representan los muchos funcionarios judiciales que cabalgan a su mando se emplea con todo su rigor avasallando todos los derechos y garantías constitucionales se trate del juez imparcial, del debido proceso o de las que sean necesario aniquilar.-
Esta dictadura es la más aberrante porque abrenda y se nutre del miedo más indigno, el miedo a ejercer la verdadera libertad de decisión, el miedo a luchar por la verdadera democracia, en definitiva el miedo a pertenecernos nosotros mismos.-
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