Berlusconi llega al Palacio de Gobierno para presentar su renuncia. Foto: AP El jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi renunció esta tarde a su cargo, anunció oficialmente en Roma la oficina de prensa de la presidencia de la República.
"Al concluir el recorrido parlamentario para la aprobación de la Ley de Presupuestos del Estado, Silvio Berlusconi ha presentado la dimisión del Gobierno que preside", indica el comunicado que agrega que Napolitano, como establecen las normativas, se "reserva la decisión" (es decir, si acepta o no la dimisión) y mañana el Jefe de Estado realizará todas las consultas con las fuerzas políticas y los máximas cargos del país".
Tras el anuncio de la dimisión, los cientos de personas que se habían concentrado ante la sede de la presidencia de la República, estallaron en un fuerte aplauso y gritos de júbilo y se siguieron oyendo coros contra Berlusconi como "bufón", "mafioso", o "a casa" y se brindó con champagne y se celebró con bailes.Debido a la masiva presencia de manifestantes, Berlusconi tuvo que salir por una puerta secundaria del Quirinal para volver a su residencia romana, en el Palacio Grazioli.
Napolitano comenzará mañana temprano las consultas recibiendo a los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, Renato Schifani y Gianfranco Fini, respectivamente, después seguirán los portavoces de los grupos parlamentarios y concluya con los presidentes eméritos de la República.
No se descarta que ya mañana mismo encargue la formación de nuevo Gobierno para que el lunes, cuando abran los mercados financieros, Italia tenga nuevo ejecutivo que ponga en marcha las medidas económicas exigidas por la UE.
Desde hace días, se habla de que Napolitano elegirá un Gobierno presidido por el excomisario de la Unión Europea (UE), Mario Monti, pero las dudas serán sobre su duración.
Protagonista de los últimos 17 años de la vida política de Italia, Berlusconi prometió renunciar a su cargo después de la adopción definitiva este mismo sábado de las medidas anticrisis tomadas bajo la presión de los mercados y cerrando así una era marcada por los escándalos.
Poco antes, Berlusconi había dicho ante un grupo de periodistas que se sentía "dolido" por los abucheos en su contra. "Es algo que me ha dolido profundamente", declaró rodeado por dirigentes de su partido, el Pueblo de la Libertad, minutos antes de trasladarse al Palacio del Qurinale.
Aprobación parlamentaria
Más temprano, la Cámara de Diputados italiana había aprobado las medidas de ajuste exigidas por la Unión Europea (UE) para capear la crisis económica, condición puesta por Berlusconi para presentar su renuncia al cargo.
El paquete fue adoptado definitivamente por el Parlamento, tras lo cual el multimillonario político prometió presentar su dimisión ante el presidente de la República, Giorgio Napolitano, para ser sustituido por un gobierno de emergencia que se comprometa a reducir la colosal deuda pública del país.
La Cámara de Diputados aprobó con 380 votos a favor, 26 contrarios y 2 abstenciones las medidas anticrisis con las que Italia espera recuperar la confianza de los mercados y evitar el desplome de su economía.
Después de la aprobación del plan de ajuste exigido por la Unión Europea de parte de la Cámara de Diputados, la hoja de ruta pautada por la Constitución, indica que el presidente le encargará al prestigioso economista y ex comisario europeo, Mario Monti, la formación de un gobierno de emergencia que deberá poner a salvo a Italia de la bancarrota.
"Hasta que no lo veo, no lo creo", dice Giuseppe, un ingeniero que, como muchos otros romanos, aprovecharon del sábado y de la jornada de sol para ir a dar una vuelta por el centro. "Berlusconi siempre dijo una cosa e hizo otra, es un enfermo de poder y hasta que no veo que realmente renuncia a su mandato, no lo voy a creer. Berlusconi destruyó a este país, prometió el oro y el moro, y nos deja en la calle...", acusa. "Pero lo triste es no creo que va a sucederlo nadie mucho mejor que él", apunta.
Pese a que, como Giuseppe, algunos italianos hoy celebrarán el fin del Sultán -como los enemigos de Berlusconi lo llaman por su supuesto harén de chicas-, no hay clima de fiesta en Italia. "Berlusconi se va de la peor manera, dejando a Italia al borde del abismo y prácticamente bajo la tutela del dúo 'Merkozy' (por la canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy)" y de la UE", comenta Angelica, estudiante de 24 años. "Hubiera sido una fiesta si Berlusconi, el hazmerreír de Europa, se hubiera ido del poder derrotado en las urnas... Pero se fue acorralado por la presión de los mercados internacionales, ni siquiera los escándalos sexuales que protagonizó hicieron entender a la gente que es un personaje de lo peor", agrega.
"Hubiera sido mejor ir a elecciones anticipada. El gobierno de Mario Monti va a ser un gobierno de banqueros, como el que se armó en Grecia... Esto no es democracia, es la imposición de recetas de ajustes que, como siempre, vamos a tener que sufrir los de clase media", dice por su parte Demetrio, economista, escéptico, como la mayoría.
"¿Pero qué pasa?", pregunta una mamá que empuja un cochecito y llega a la Plaza del Parlamento, donde su paso es bloqueado por los carabineros. Como la mayoría de los turistas que también circulan por la ciudad eterna, hoy más bella que nunca, la mamá no sabe que a unos metros de allí, en la Cámara de Diputados, está teniendo lugar el último acto político de Silvio Berlusconi. "Pase por el otro lado señora, hoy está cerrado el acceso al público acá", contesta el carabiniere, sin explicarle que hoy ha llegado el fin del Cavaliere. Se cree que mañana, o a más tardar, el lunes, asumirá como sucesor del desacreditado Berlusconi el tecnócrata Mario Monti, una personalidad de indiscutible credibilidad tanto a nivel internacional como interno.
Figura totalmente en las antípodas de Berlusconi, Monti no sólo es el "primer ministro in pectore" de Napolitano, sino ha pasado a ser también el candidato fuerte de la UE, de los mercados, del alto poder italiano, de la oposición -que parece haber entendido que en este emergencia, no queda otra alternativa-, de la Iglesia católica, e incluso de los sindicatos, que ayer, concientes de que no hay tiempo que perder, y de la situación al borde del colapso, le dieron su visto bueno.
Ayer, en efecto, en un giro importante y presionado por el Partido Democrático (PD), el principal de la oposición de centroizquierda, el juez anticorrupción, Antonio di Pietro, de Italia de los Valores (IDV), cambió de idea y respaldó la idea un gobierno técnico de emergencia liderado por Monti.
"Si es cierto como es cierto que los mercados no pueden esperar, Monti podrá tomar esas medidas de urgencia que queremos conocer y que no deben ser de carnicería social. Pero debe haber claridad sobre los tiempos en los que hay que ir a elecciones con una nueva ley electoral", dijo Di Pietro.
Se estima que el gobierno Monti, que deberá poner en marcha aquellas reformas estructurales y más medidas de sangre, sudor y lágrimas, de los más impopulares, para reducir le inmensa deuda pública de Italia, equivalente al 120% del PBI, debería durar hasta mediados de 2013 (es decir, lo que debería haber durado la legislatura de Berlusconi).
"La apertura de Di Pietro a un gobierno técnico de responsabilidad nacional, encabezado por Monti, es una señal importante, una prueba del sentido de responsabilidad de todas las fuerzas de oposición, incluida IDV; han demostrado en estas semanas", dijo Rosy Bindi, presidente del PD.
Sólo en el oficialista Partido del Pueblo de la Libertad (PDL), aún evidentemente bajo shock por la anunciada salida de escena del líder máximo, Berlusconi, seguía el caos y la incertidumbre sobre qué hacer. Y aumentaba la división entre los "halcones", que sostienen a ultranza que hay que ir a elecciones anticipadas, y las "palomas", que consideran que en este momento es mejor un gobierno de emergencia.
En su última jugada desde el cargo de premier, Berlusconi, que en un principio había dado su visto bueno a Monti, seguía en una actitud de la más ambigua. Tanto es así que en el seno del PDL incluso surgieron algunos nombres de candidatos alternativos a Monti, entre los cuales el del ex ministro de Justicia y coordinador del PDL, Angelino Alfano, y el del ex premier Lamberto Dini, que podría contar con el apoyo de la Liga Norte, que ya rechazó categóricamente cualquier gobierno técnico.
Hoy, después de la aprobación del plan de ajuste de parte de la Cámara de Diputados, Berlusconi va a liderar un último consejo extraordinario de ministros para tomar una decisión. Después, a menos de que haya golpes de escena, subirá al Quirinal para dimitir ante Napolitano, el último acto de un drama que mantiene en vilo a Italia, a la UE y al mundo..
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