miércoles, 18 de enero de 2012

EL PUEBLO DE FAMATINA LUCHA CONTRA LA MEGAMINERIA Y LA INDIFERENCIA

La rebelión del pueblo riojano de Famatina contra la megaminería adquirió un fuerte tono político, luego de que el intendente local, el kirchnerista Ismael Bardogaray, se convirtiera en uno de los líderes de la protesta, tras su pelea con el gobernador oficialista Luis Beder Herrera.
En una jornada que estuvo signada por la gran cantidad de marchas que se realizaron en distintos puntos del país, incluso la Capital Federal, la intervención de Bardogaray, que solicitó sin éxito el apoyo de la presidenta Cristina Kirchner, acaparó la atención.
El intendente, de 35 años, fue elegido en 2007 y reelegido en 2011 impulsado por Beder Herrera y por el Gobierno nacional, pero tras el inicio de la protesta de los famatineños rompió con el gobernador por su apoyo rotundo al proyecto de la trasnacional canadiense Osisko.
"El pueblo de Famatina no quiere la actividad minera para nuestra región. La gente apuesta al turismo o a la producción de nueces, duraznos, uvas, peras", dijo Bardogaray al explicar su postura.
En el municipio de Famatina aseguran que el intendente se comunicó con los principales colaboradores de Cristina Kirchner, mientras la mandataria era operada el 4 de enero, pero no recibió el apoyo esperado.
Por su parte, Beder Herrera, que es oriundo de Famatina, pidió "reflexión" a los pobladores para que abandonen la protesta y dijo que el desembarco de la minera canadiense le dejará "muchos millones" a la provincia. En medio de las protestas, Beder Herrera y su vicegobernador, Sergio Casas, se fueron de vacaciones, por lo que el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados provincial, Angel Nicolás Páez, quedó a cargo del Ejecutivo.
El plazo para la llegada de los mineros de la Osisko Mining Corporation terminó este lunes, mientras los vecinos de la ciudad cortaban el paso al cerro y temían por una represión de las fuerzas de seguridad.
La mitad del pueblo de Famatina, que tiene 7 mil habitantes, participa del corte desde el 2 de enero y promete resistir allí para impedir que la minera inicie actividades en el cerro, donde habría grandes reservas de oro y otros minerales preciosos que serían extraídos con la utilización de "lavado de cianuro".
El Gobierno de Beder Herrera intimó en varias oportunidades a los manifestantes para que liberen el acceso al cerro e incluso licenció a los policías locales, que se negarían a emprender una represión, y envió al lugar a la Brigada de Acción Operativa (de asalto). Pero los pobladores ratificaron la protesta y sostuvieron que permanecerán en el lugar para impedir en forma pacífica que los mineros puedan acceder al cerro, con lo que buscan repetir la hazaña de 2006 cuando lograron que la minera Barrick Gold se fuera del lugar tras casi cuatro años de exploración.

Fuente: Noticias Argentinas

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