En una asamblea, los estibadores decidieron seguir con el paro hasta que reciban una respuesta favorable. "Iremos hasta las últimas consecuencias", advirtieron. Los empresarios afirmaron que el sector corre peligro de perder miles de toneladas de pescado.
Por quinto día consecutivo, los estibadores siguieron ayer de paro en el puerto local en reclamo de una jubilación para más de 200 trabajadores. El conflicto, que mantiene paralizada la actividad, se agrava: los manifestantes ratificaron que continuarán con la medida de fuerza hasta que reciban una respuesta favorable. "Iremos hasta las últimas consecuencias", advirtieron.
Tras fracasar las negociaciones en el Ministerio de Trabajo, el Sindicato Unico de Portuarios Argentinos (SUPA) realizó ayer una asamblea en el acceso principal de las terminales 2 y 3 del puerto, donde los trabajadores mantienen un piquete desde el martes pasado. "Jubilen a los estibadores, basta de mentiras", rezaba una bandera que resumía el motivo de la huelga. El tono de las palabras que utilizó el secretario general del SUPA, Juan Carlos Ferreyra, fue similar: "La solución es jugar a fondo y esperar respuestas". Así, el gremialista se mostró dispuesto a extender y profundizar la medida de fuerza que impide a las empresas descargar los cajones de pescado. La decisión fue acompañada por la asamblea de trabajadores.
Según trascendió, el gremio armó una comisión para coordinar las acciones del plan de lucha, entre ellas diagramar los turnos para mantener el piquete. Los trabajadores no descartan trasladar este fin de semana largo la modalidad de protesta a la ruta 2, la principal vía de acceso de los turistas a la ciudad. La decisión cuenta con el apoyo de la Federación de Cooperativas y la Cámara de Empresas de Servicios de Estibaje.
El endurecimiento de la protesta se vincula a la respuesta que obtuvieron cuando representantes del sector se reunieron con el delegado regional, Jorge Schuster (la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, no los recibió). "Las noticias que tenemos son tristes -admitió Ferreyra-. Nos hablaron de tecnicismos, pero no nos dieron una solución. Esto depende de la política y los políticos".
El dirigente reconoció que desde el Ministerio de Trabajo les advirtieron que podría haber sanciones para el sindicato y la Federación de Cooperativas. De todas maneras, la decisión de los trabajadores es profundizar el plan de lucha y no permitir que se descargue pescado en el puerto. "No queremos ir más a Buenos Aires para que nos atiendan, que ahora vengan ellos para acá", desafiaron los manifestantes a las autoridades del Ministerio de Trabajo y la Anses.
Mientras el conflicto se profundiza, los empresarios pesqueros advirtieron que el sector corre peligro de perder 2.500 toneladas de mercadería si continúa el plan de lucha. El paro se siente con fuerza en el puerto: ya se acumularon más de 50 mil cajones de pescado en las bodegas de los buques que no pueden ser descargados.
"A raíz de una controversia privada entre Moliendas del Sur y sus dependientes, el Sindicato de Camioneros tiene paralizada desde el lunes toda la actividad industrial de reducción de desechos orgánicos de la pesca, cuyo volumen diario es equivalente al del residuo domiciliario", dijeron los empresarios pesqueros. Y además agregaron: "Tampoco permiten hacer la recolección de los residuos de las plantas fileteadoras, pero si no son inmediatamente procesados en plantas de harina deberán indefectiblemente ser dispuestos en el predio municipal, lo cual resultará altamente contaminante. Pedimos a los funcionarios que intercedan en el tema para que podamos seguir trabajando". La medida de fuerza provoca un grave perjuicio económico para las empresas y pone en riesgo miles de toneladas de pescado fresco que continúan a bordo de embarcaciones que ingresaron al puerto en los últimos días. Los más perjudicados son los buques fresqueros que por falta de capacidad de frío están al límite de la posibilidad para mantener la carga en condiciones aptas para su posterior procesamiento y comercialización.
Fuente: Diario La Capital de MDP
Tras fracasar las negociaciones en el Ministerio de Trabajo, el Sindicato Unico de Portuarios Argentinos (SUPA) realizó ayer una asamblea en el acceso principal de las terminales 2 y 3 del puerto, donde los trabajadores mantienen un piquete desde el martes pasado. "Jubilen a los estibadores, basta de mentiras", rezaba una bandera que resumía el motivo de la huelga. El tono de las palabras que utilizó el secretario general del SUPA, Juan Carlos Ferreyra, fue similar: "La solución es jugar a fondo y esperar respuestas". Así, el gremialista se mostró dispuesto a extender y profundizar la medida de fuerza que impide a las empresas descargar los cajones de pescado. La decisión fue acompañada por la asamblea de trabajadores.
Según trascendió, el gremio armó una comisión para coordinar las acciones del plan de lucha, entre ellas diagramar los turnos para mantener el piquete. Los trabajadores no descartan trasladar este fin de semana largo la modalidad de protesta a la ruta 2, la principal vía de acceso de los turistas a la ciudad. La decisión cuenta con el apoyo de la Federación de Cooperativas y la Cámara de Empresas de Servicios de Estibaje.
El endurecimiento de la protesta se vincula a la respuesta que obtuvieron cuando representantes del sector se reunieron con el delegado regional, Jorge Schuster (la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, no los recibió). "Las noticias que tenemos son tristes -admitió Ferreyra-. Nos hablaron de tecnicismos, pero no nos dieron una solución. Esto depende de la política y los políticos".
El dirigente reconoció que desde el Ministerio de Trabajo les advirtieron que podría haber sanciones para el sindicato y la Federación de Cooperativas. De todas maneras, la decisión de los trabajadores es profundizar el plan de lucha y no permitir que se descargue pescado en el puerto. "No queremos ir más a Buenos Aires para que nos atiendan, que ahora vengan ellos para acá", desafiaron los manifestantes a las autoridades del Ministerio de Trabajo y la Anses.
Mientras el conflicto se profundiza, los empresarios pesqueros advirtieron que el sector corre peligro de perder 2.500 toneladas de mercadería si continúa el plan de lucha. El paro se siente con fuerza en el puerto: ya se acumularon más de 50 mil cajones de pescado en las bodegas de los buques que no pueden ser descargados.
"A raíz de una controversia privada entre Moliendas del Sur y sus dependientes, el Sindicato de Camioneros tiene paralizada desde el lunes toda la actividad industrial de reducción de desechos orgánicos de la pesca, cuyo volumen diario es equivalente al del residuo domiciliario", dijeron los empresarios pesqueros. Y además agregaron: "Tampoco permiten hacer la recolección de los residuos de las plantas fileteadoras, pero si no son inmediatamente procesados en plantas de harina deberán indefectiblemente ser dispuestos en el predio municipal, lo cual resultará altamente contaminante. Pedimos a los funcionarios que intercedan en el tema para que podamos seguir trabajando". La medida de fuerza provoca un grave perjuicio económico para las empresas y pone en riesgo miles de toneladas de pescado fresco que continúan a bordo de embarcaciones que ingresaron al puerto en los últimos días. Los más perjudicados son los buques fresqueros que por falta de capacidad de frío están al límite de la posibilidad para mantener la carga en condiciones aptas para su posterior procesamiento y comercialización.
Fuente: Diario La Capital de MDP
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